No ingerir Pigul (Es decir, aquellos sacrificios que fueron ofrendados teniendo en mente consumirlos o quemarlos fuera de los plazos previstos).

“Si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su pecado”. (Levítico 7:18 RV60)

Explicación del mandamiento:

Mandamiento 144 le corresponde el negativo 78 que se encuentra en levítico 7:18, suena un poco raro el mandamiento, aunque en realidad no lo es tanto, recuerden que estamos en la sección que tiene que ver con preceptos de los sacerdotes o Kohanim y uno de ellos es “No ingerir Pigul”, es decir, aquellos sacrificios que fueron ofrendados teniendo en mente consumirlos o quemarlos fuera de los plazos previstos.

“Si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su pecado”. (Levítico 7:18 RV60)

Estamos en el contexto de las ofrendas de Shelamim ofrendas de paz, también llamadas ofrendas de comunión, el cual tenía como propósito

1º Tener reconciliación con nuestro Padre celestial, si teníamos alguna deuda o pendiente con él, al presentar esta ofrenda era ponerse a cuentas con él. Dice un buen consejo por ahí que cuando quieras reconciliarte con alguien es mejor invitándolo a comer, ósea compartir los alimentos con esa persona, eso tiene un momento más especial que simplemente una llamada telefónica o tener una plática. El hecho de compartir de la misma mesa los alimentos, y sobre todo en el contexto en que se desarrollaba la cultura hebrea, era como ser parte de una persona, era símbolo de comunión.

2º Entonces estas ofrendas se llevaban con el propósito de reconciliarnos con Dios, pero también tenían que ver, por ejemplo, cuando encontramos reconciliación o comunión con nuestro prójimo también se presentaban estas ofrendas y

3ª La tercera razón era cuando y simplemente tenías paz con el Eterno, cuando todo estaba bien, cuando estábamos a cuentas con él.

Creo que nuestra cultura o nuestra manera de ser en general es que no somos muy dados a Ofrendar si todo está bien; porque si todo está bien “qué bueno” de ahí no pasa, pero la perspectiva en la cultura hebrea era un poco diferente, ellos llevan una ofrenda simplemente por estar bien con el Eterno.

Por el hecho de estar bien con el Eterno era un motivo de decir, vamos a seguir igual, vamos a seguir teniendo comunión, entonces se llevaba esta ofrenda y de esta ofrenda participaba tanto quien la llevaba como el sacerdote que representaba al Eterno.

El sacerdote tenía ese llamado, esa obligación de participar en la ofrenda, porque de no hacerlo, ¿qué podía representar para esta persona que llevaba esa ofrenda? Tenía que participar el sacerdote porque esto representaba que Dios estaba aceptando la ofrenda.

Estas ofrendas eran voluntarias, era uno de los tres tipos de ofrendas de carácter voluntario. Dios no nos va a obligar o forzar que seamos agradecidos con él cuando nos está dando, cuando tienes paz con Dios. ¿Cuántos pueden decir que tienen paz con el Eterno? ¿Cuántos ya se han puesto a cuentas con el Eterno?

Todos en algún momento nos tenemos que poner a cuenta con Dios, tenemos que presentar esa ofrenda delante del Eterno. Sabemos que aquel que ha hecho reconciliaciones entre el Padre y nosotros es el Mashiaj Yeshua es el que presenta, es el que presenta comunión entre nosotros y el Padre, por eso podemos tener esa comunión con Él.

Y el mandamiento específico para el Kohanim es “que no dejará que esa carne pase hasta el tercer día “, es interesante porque si Yeshua se presentó como ese sacrificio de paz con Dios, solo estuvo 3 días en el sepulcro, pero ni un minuto, ni un segundo más, eso fue suficiente para presentarse delante del Eterno y poner comunión entre nosotros.

Eso nos enseña que tú y yo no debemos demorar cuando alguien se quiere poner a cuentas contigo, es más en proverbios lo hace más específico “no se ponga el sol sobre vuestro rostro”, cuando te enojas, ósea no te quedes dormido enojado y luego ya aparece el sol y sigues enojado como matrimonio que puede durar días, semanas, meses, años y hay rencor en su corazón, está prohibido albergar rencor en su corazón, por eso el segundo mandamiento que dice “amaras a tu prójimo como a tú mismo”, razonarás con tu prójimo para que no participes de su pecado; si una persona está resentida contigo o tú estás resentido con alguien están pecando, eso no se puede, eso no se vale, eso no puede ser viable entre los hijos de Israel.

Entonces este sacrificio se debía comer a más tardar hasta el tercer día, no podía pasar más tiempo, era prácticamente inmediato, dice por qué que sino iba a ser considerado como pecado. El Eterno quiere una comunión fresca, Dios no quiere una comunión rancia, el Eterno no quiere una comunión a distancia, ¿por qué digo a distancia? Porque aquel que presentaba esta ofrenda era de carácter voluntario y en segundo lugar no podías mandar a un tercero a presentar la ofrenda por ti, lo que significa es que no hay nadie que pueda hacer comunión contigo hacia el Eterno.

Por eso a las personas a las que invitas porque vas a tu congregación y les pides que te acompañen y responden -yo no puedo, estoy ocupado, pero te encargo tus oraciones, de hecho cuando viaje a Israel recibía mensajes de que “cuando estés en el muro, tú ora por mí”, como que ahí Dios te va a escuchar hasta ahí, porque hasta acá tal vez no me oye, cumplí mi palabra de lo que dije que haría, pero sé que Dios no habita en templos hechos por manos humanas y que Dios está cerca aquí que en Jerusalén o en cualquier lugar.

Conclusión:

La comunión que el Eterno quiere está en nuestro corazón y que la reconciliación con Dios no depende de un lugar, depende en dónde tú quieras reconciliarte con el Eterno. Muchas de las cosas que él creó como el templo, el tabernáculo, las ofrendas son parte de lo que el diseño para acercarnos de una manera más fácil o atractiva, para romper de cierta forma esas barreras que a veces tenemos.

Estas ofrendas son muy especiales, son de las que se me hacen muy interesante y que nos habla de la importancia que el Eterno les da a que nos acerquemos a Él, a que tengamos comunión con Él. El Shabat es un día para acercarse y tener comunión con él para no demorarnos a su acercamiento. En este día debemos orar, agradecer y bendecirle. Yo me siento bendecido y dichoso de poder entender esta figura, esta sombra de los sacrificios que se llevaban de Shelamim y poder ver la cruz como toda ofrenda o sacrificio presentada para reconciliación ya ha sido presentada delante de nuestro Padre.

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