Realizar la faena de las ofrendas Shelamimtal como está prescrito. Parashá Tzav

“Y esta es la Ley del sacrificio de Paz que se ofrecerá al Eterno”. (Levítico 7:11 RV60)

Explicación del mandamiento:

Veamos Levítico 7:11, donde encontramos nuestro mandamiento 141, nos dice que los sacerdotes debían realizar el sacrificio de ofrendas Shelamim u ofrendas de Paz, tal como estaba prescrito, una sección de mandamientos que corresponden particularmente para los sacerdotes y levitas y dice: 

“Y esta es la Ley del sacrificio de Paz que se ofrecerá al Eterno”. (Levítico 7:11 RV60)

Nos habla de este mandamiento de las ofrendas de paz llamadas Shelamim en hebreo y para entenderlas un poco mejor, vamos a levítico capítulo 3 es parte de la descripción de los tipos de ofrendas.

Recordemos que hay 5 tipos de ofrendas, de las cuales tres son voluntarias y dos obligatorias; esta es una de esa tres de carácter voluntario, dice en el capítulo 3:1:

“Si su ofrenda fuere sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerla de ganado vacuno, sea macho o hembra, sin defecto la ofrecerá delante del Eterno.” (Levítico 3:1 RV60)

El tema es sumamente amplio y ya lo hemos estudiado, pero haremos una remembraza de lo que ya hemos visto, las ofrendas llamadas Shelamim viene de la palabra Shalom sabemos que significa paz, comunión y la relación que implica esta palabra es de asociar o de unir dos elementos que estaban separados, como les decía es una ofrenda voluntaria y el propósito era básicamente de gratitud de tener shalom, de darle gracias al Eterno, es decir por un acontecimiento muy especial de tu vida tú llevabas una ofrenda delante del Eterno por agradecimiento, dicen por ahí que los japoneses tienen una costumbre linda que siembran un árbol cada vez que hay un acontecimiento importante en sus vidas, cuando nace un hijo, una boda, una graduación; cuando hay un acontecimiento importante ellos acostumbran a sembrar un árbol, no digo que sea así, pero la idea es demostrar al Eterno de manera tangible nuestra gratitud no nada más de palabra.

Si somos honestos, ¿cuántos de nosotros hemos llegado a hacer esto? ¿Cuántos de nosotros dijimos voy a dar esta ofrenda? Voy a dar este ternero, voy a hacer significativo, estoy casi seguro que ninguno de nosotros lo ha hecho, cuando nos casamos o simplemente cuando salimos de alguna prueba, de una enfermedad, cuando se casó un hijo, hija, cuando nació un nieto, hay muchas cosas para agradecer y no lo hacemos; vamos a llamarlo así, No tenemos esa cultura.

No tenemos esa cultura de ser agradecidos realmente y a mí me habla mucho en mi corazón, el Eterno no puede obligarnos a que le agradezcamos algo, él solo nos da nos bendice y Él solo espera que le agradezcamos de corazón; de esto se tratan estas ofrendas de dar algo con todo tu corazón, pero tenía detalles y características, por ejemplo dice que tenía que ser:

1.- Macho o hembra del ganado vacuno sin defecto, la regla es que si le vas a ofrecer algo al Eterno, no puedes ofrecer algo malo, tienes que hacerlo sin defecto.

2.- Por voto que se hacía. Por haber terminado un voto que se hacía o Voto Nazaro que cuando se terminaba, cuando se terminaba se ofrecía un sacrificio y ese sacrificio era una ofrenda de Paz.

3.- Otra razón por la cual se podía ofrendar o se daban este tipo de animalitos es por Comunión con el Eterno, después de hacer Teshuva, cuando te habías alejado del Eterno viene un arrepentimiento y esta era una manera más de establecer esa comunión a través de esta ofrenda.

Generalmente, pensamos que ya no hay templo, no podemos hacer esto, esto ya pasó; sin embargo, la esencia de esto es seguir efectuándolo, ¿no creen? Debemos seguir con esta misma idea en nuestro corazón y agradecer al Eterno, por esto, si en algún momento nos apartamos del Eterno, todos en algún momento nos hemos apartado del Señor, no me refiero que ya nos hayamos ido al paganismo, pero hemos tenido periodos oscuros en nuestra vida, periodos en que nos hemos enfriado de una manera de decir voy a ser un parteaguas, a partir de aquí voy a querer retomar como lo hacían en ese tiempo, llevo una ofrenda delante del Señor, eso me conecta con el Eterno.

Esa ofrenda tenía para mí un poder espiritual, el poder de la Reconciliación, por eso se le llama ofrendas de Shelamim u ofrendas de Shalom, porque mientras haya comunión se puede hacer cualquier cosa, aunque seamos muy diferentes, aunque haya muchos pecados por así decirlo entre el Eterno y nosotros, el hecho de que establezca una comunión, un arrepentimiento el Eterno puede revertir todas las cosas.

Entonces estas ofrendas se daban en este tipo de casos, por ejemplo el rey David cuando hubo un periodo una plaga sobre Israel, él ofreció ofrendas y sacrificios de paz, el Eterno detuvo eso, ahí te das cuenta del poder que puede tener ese tipo de ofrendas y yo creo que todavía se pueden seguir ofreciendo cuando nosotros reconocemos a aquel que el Eterno entregó como ofrenda y sabemos que esa ofrenda en Yeshúa, para esto quiero que leamos Isaias 53:5 con esta idea de lo que son ofrendas de paz, leer con entendimiento de lo que dice acerca de Yeshua que habla del siervo sufriente:

“Más el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaias 53:5 RV60)

¿Por qué dice el castigo de nuestra paz?

Cuando se llevaba este tipo de ofrendas se ponía, se ponían las manos sobre la cabeza del animal y aún aunque no fuera ofrenda de pecado, la idea era que la persona hacía una transferencia de sus faltas, el precio de la reconciliación consideraba que tenía que ser él que debía ser sacrificado para volver a tener comunión.

Creo que a todos nos ha pasado una situación en que tratas de reconciliarte con alguien, el caso podía ser el esposo o la esposa, te sientes mal porque le contestaste mal, se perdió el aniversario de bodas, cumpleaños, algo se te olvido y hay algo en tu corazón de resarcir este daño porque hay algo que hice mal, está en tu mente constantemente eso.

Entonces la idea de cuando se llevaba el animal y se ponían las manos sobre él, era que tú trajeras a tu mente o recordaras eso que provocó esa falta de comunión, esa es la idea con lo que debemos observar el sacrificio de Yeshua que murió por nuestros pecados, él es la ofrenda del pecado también, pero también es una ofrenda de reconciliación y dice que por sus llagas fuimos nosotros curados, el castigo de nuestra paz fue sobre él. Vamos ahora a Efesios 2:11-16 que habla también de la reconciliación:

“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin el Meshiaj, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.”(Efesios 2:11-12 RV60)

Está hablando de una separación, tú estabas alejado en todos los sentidos.

Pero ahora en Meshiaj Yeshúa, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Meshiaj. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con el Eterno a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. (Efesios 2:13-16 RV60)

No dudo en lo más mínimo cuando Pablo escribe esta carta de los efesios, él tiene en mente todos estos conceptos hebreos del Tanaj de la ley que habla de los sacrificios, de las ofrendas, porque Yeshúa se cumple tal cual, finalmente en Romanos 5:1 vamos a ver este pasaje: 

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Yeshúa; (Romanos 5:1 RV60)”

Nos damos cuenta de que toda la interpretación que se le da en el Brit Hadasha, sobre las ofrendas de paz, tienen que ver con Yeshúa, no hay ningún otro medio para la reconciliación, lo que encontramos en levítico es la sombra de lo que había de venir, de lo que todavía sigue porque esa reconciliación no ha sido total, estamos todavía esperando a que sea plena a que sea experimental que realmente un día podamos estar cara a cara delante de él. Ahora vamos a Levítico 7:11-15 para cerrar con este pasaje que daba pie a este mandamiento:

Y esta es la ley del sacrificio de paz que se ofrecerá al Eterno: Si se ofreciere en acción de gracias, ofrecerá por sacrificio de acción de gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. Con tortas de pan leudo presentará su ofrenda en el sacrificio de acciones de gracias de paz. Y de toda la ofrenda presentará una parte por ofrenda elevada a Jehová, y será del sacerdote que rociare la sangre de los sacrificios de paz. Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día. (Levítico 7:11-15 RV60)

Aquí hay otro detalle que se estudia en otros mandamientos sobre este tipo de ofrendas, pero aquí, por ejemplo, no nada más podía ser de animales, las ofrendas o sacrificios que se llevaban, Sino también de panes, si quiero hacer reconciliación con el Eterno, pero ¿cuánto me cuesta? Realmente esa no era la idea, porque también se podía llevar este tipo de panes que eran sin levaduras, algunos de ellos, otros eran hojaldres untados con aceite, otros eran pan de una harina refinada, se le llaman flor de harina y otros eran panes que si tenían levadura, que se considera que eran lo que hoy se conoce como el Jalá, ¿de dónde viene el jalá pan de Shabat? Se considera que de aquí, porque esos dos panes llevaban levadura.

Tiene cierta congruencia y sentido por todo lo que se hace en el día de Shabat, que es esa la esencia, el Shabat debería ser el día que consideráramos toda esta idea de los sacrificios de paz de los Shelamim, es un día de comunión, es un día de paz unos con otros, es un día para ponernos a cuenta con el Eterno y creo que esa es la ofrenda que sin tener templo es la que sigue más vigente en cuestión de lo que nosotros podemos ofrecer al Eterno, porque cada día de reposo tenemos esa oportunidad de retomar esa idea de reconciliación con el Padre a través de Yeshúa y presentarnos delante de él.

Conclusión:

Es maravilloso el estudiar las escrituras, porque podemos darnos cuenta de que Yesúa está en todas las cosas que podemos encontrar en la relación a la disposición de la ley de los mandamientos, no hay ningún mandamiento que no apunte a él, por eso él dijo “si creyeran en Moshé, creerían en mí, porque de mí hablo”, todo lo que dijo Moshé se ha cumplido en él. 

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