Mandamientos relativos a las vestiduras sacerdotales.

Y harás vestiduras sagradas a Aarón, tu hermano, para honra y hermosura. Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle, para que sea mi sacerdote. (Ex. 28:2-3 RVR60).

Explicación del mandamiento 99

Que el Cohen vista sus ropas específicas.

Leamos éxodo 28 desde el verso 1:

“Harás llegar delante de ti a Aarón, tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. Y harás vestiduras sagradas a Aarón, tu hermano, para honra y hermosura. Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle, para que sea mi sacerdote.” (Ex. 28:1-3 RVR60).

Este es el pasaje donde se le da la ordenanza a Moisés de preparar estas vestimentas especiales y definitivamente la vestimenta tiene mucho que ver con quiénes somos y en la manera en la que vestimos, estamos transmitiendo un mensaje.

En este caso, el rol y el oficio de Aarón y de sus hijos debía ser también representado por su vestimenta. La vestimenta de Aarón era un distintivo y somos muy dados como seres humanos, aprender a través de lo que vemos, por medio de los ojos es como adquirimos el entendimiento y en muchas ocasiones, si nuestra vista no es atraída es difícil poner atención.

Sin duda era una vestimenta muy especial, confeccionada por aquellos que Dios puso en su corazón, sabios, gente consagrada a él, y era tan especial esta vestimenta que dicen los sabios que Nabucodonosor, cuando invade Jerusalén, se lleva como parte de los tesoros de Jerusalén, las vestiduras del sumo sacerdote. Algunos años después, cuando el Imperio Medo Persa conquistó a Babilonia, se dice el rey Asuero exhibió en alguna ocasión, dentro del banquete de los 180 días como parte de los tesoros que tenían, las vestiduras del sumo sacerdote, así que esto nos habla de la importancia que incluso entre los paganos tenía esta vestidura.

Es un mandamiento, como dice aquí, que ellos tenían que vestir de esta manera, no podían llegar con la ropa civil o con la ropa que habitualmente traían en casa, sino que el momento en que ellos se vestían sabían que estaban entrando a una zona diferente y también esto era una manera para que los mismos sacerdotes el mismo sumo sacerdote, se conectara con lo que iba a estar haciendo. Y esto es sano incluso en las empresas, es por eso que a veces los uniformes son importantes, a la gente se le da un informe porque en el momento en que se pone la camiseta empieza a tomar el rol que le corresponde dentro de ese lugar.

Explicación de los mandamientos 100 y 101

100. Que no se separe el Joshen del Efod.

101. No romper el saco de los Cohanim

Y harás en el pectoral dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral. Y fijarás los dos cordones de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral; y pondrás los dos extremos de los dos cordones sobre los dos engastes, y los fijarás a las hombreras del efod en su parte delantera. Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral, en su orilla, que está al lado del efod hacia adentro. Harás asimismo los dos anillos de oro, los cuales fijarás en la parte delantera de las dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su juntura sobre el cinto del efod. Y juntarán el pectoral por sus anillos a los dos anillos del efod con un cordón de azul, para que esté sobre el cinto del efod, y no se separe el pectoral del efod. Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entre en el santuario, por memorial delante de Jehová continuamente. Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová. Harás el manto del efod todo de azul; y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa. (Ex. 28:23-32 RVR60).

El mandamiento 100 dice que no se separe el pectoral del sacerdote principal del sumo sacerdote del Efod, y el 101 dice que no se rompa la túnica del Cohen Hagadol o Sumo Sacerdote, y esto está en el versículo 28, hasta el 32.

Aquí hay varias piezas de las que nos habla, no se debe separar el pectoral del Efod, podríamos llamarlo como una especie de saco de forma rectangular, que cuando se doblaba a la mitad quedaba un cuadrado perfecto. Entonces era como una especie de bolsillo y en este bolsillo, en se guardaban 2 piedrecitas llamadas Umim y Tumim, que servían en momentos de decisión, el sacerdote metía la mano y de acuerdo a la que brillaba más o la que sacaba, pues era lo que se determinaba. Enfrente de este pectoral se encontraban las 12 piedras preciosas, con los 12 nombres de las tribus de Israel, y es interesante porque dice que no se debía de separar en ningún momento este pectoral que contenía las piedras y esta especie de bolsillo.

Una vestimenta interna, el Efod era una especie de manto, una especie de túnica de color azul sin mangas, como si fuera un chaleco, pero mucho más largo. Entonces no se debe de separar, se mantenían unidas por esta serie de cordones que terminaban en unos anillos de oro y se unían, por una parte, al cinto y, por otra parte, a las hombreras, el pectoral, ya vimos que eran 2 piedras preciosas que representaban a los 2 hijos de Israel y esto nos hablaba de que el sacerdote tenía que tener en su corazón, en su pecho, siempre presente a las tribus de Israel, a los hijos de Israel, e interceder por ellos a orar por ellos en el juicio, pues ponerlos delante del eterno, buscando la misericordia y la compasión. ¿Por qué era importante no separarlos? Porque esa es la misma idea que el eterno puso en el corazón de Yeshúa, que él en todo momento cargó sobre sí a los hijos de Israel, no solo sobre los hombros, que en los hombros también lleva inscritos las tribus de Israel, sino sobre su pecho, sobre su corazón, en lo más profundo de su corazón. Ahí debería estar presente siempre al pueblo de Israel.

Mandamiento 101 relativo la túnica.

El hecho de que la túnica no se debía de romper, era por diferentes razones, una de ellas era porque era una prenda sagrada, no era una prenda cualquiera, otra razón, porque eso habla del dominio propio que debía de tener el sumo sacerdote en cualquier situación no podía dejarse llevar por la ira, incluso por algún fatalismo, por alguna tragedia que se presentara, es muy común en la cultura hebrea que una manera de manifestar el dolor era rasgar las vestiduras o cuando hubiese un escándalo también y esto lo desacreditaba o representaba un menosprecio al sacerdocio y nosotros recordamos que justamente en el juicio que estaban llevando sobre Yeshúa, el sumo sacerdote rasga sus vestiduras, rompe la túnica que trae y, por lo tanto, él, en ese momento también se está desacreditando como sumo sacerdote, lo cual será cierto de manera literal, porque es muy probable que este sacerdote no era descendiente de Aarón y tal vez si lo era no cumplía con las características que una persona en ese rol debía de llevar a cabo. Así que esto nos habla también a nosotros como sacerdotes del hogar, que no debemos de romper la túnica o el manto que el eterno nos ha dado, que no reneguemos del oficio que nuestro padre celestial ha puesto sobre nosotros, que nos separemos tampoco a nuestros hijos, a nuestra familia, de nuestro pecho, de nuestro corazón, que sepamos que es parte de nuestra vida, de nuestro Ministerio, y que podamos seguir los pasos de Yeshúa. El cual en todo momento cargó como sacerdote, como intercesora ahora, a su pueblo, Israel.

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