Clase 11 “Mi Casa y Yo”

Propósito de la sexualidad

Reforzar el vínculo matrimonial de amor entre marido y mujer.

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Gn. 2:24

La Biblia ve la sexualidad como un momento exclusivo de conocerse, entenderse, entrar en la vida del otro de una manera íntima, única y especial.

Tenemos que desaprender

El mundo ha desprovisto de intimidad y cercanía las relaciones sexuales. Por un lado las religiones como tabú (no se habla en casa, ni en la iglesia) y por otro lado, vulgarizado y hecho público lo que debería de ser privado.

El mandamiento para el hombre

Ustedes, esposos, de la misma manera vivan con ellas con comprensión, dando honor a la esposa como a vaso más frágil y como a coherederas del favor inmerecido de la vida, para que sus oraciones no tengan obstáculos. (1a. P. 3:7)

Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. (Ef. 5:28)

Cuídate de no hacer llorar a tu mujer, por que Él cuenta todas sus lagrimas – Talmud

Se considera el sexo un derecho de la mujer, no del hombre

Es una obligación para el hombre darle placer a su esposa y una de las formas es hacerlo a través de las relaciones sexuales y tantas veces como ella necesite. (Ex. 21:10)

Diferencias entre hombre y mujer

Un hombre es capaz de tener relaciones sexuales aún si no se siente unido emocionalmente. La base emocional no es tan crucial para un hombre como para una mujer.

Si se siente amada, admirada y apreciada por su esposo, siente el deseo de estar en intimidad física con él.

Talmud: ‘una mujer debe sentirse amada y cuidada emocionalmente antes de poder sentir deseo físico.’

Mujer es plancha y el hombre foco

Para la mujer el preámbulo es más importante más importante que el acto mismo.

A ellas les gusta a “fuego lento”

¡Cuidado con la lujuria!

¿El fuego es bueno o es malo?

El hombre puede y debe controlar sus impulsos sexuales. (2ª Tim. 1:7)

La lujuria es lo opuesto.

El amor es dar, la lujuria tomar con egoísmo. Muchos hombres, aún casados siguen sin ver esa diferencia.

Como debería de ser, como fue establecido

A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. (Gn. 3:16)

Cuando se invierten los papeles, y el hombre se deja dominar por la lujuria, ella se convierte en un mero objeto de deseo, ella lo domina a él y el hogar esta destinado a desmoronarse.

Enemigos del sexo kosher

  • Sobre exposición al sexo.
  • Fornicación
  • Cansancio y estrés
  • Duerme a los niños temprano
  • Distractores
  • Falta de comunicación

Tzniut y Nida

Restringir nuestras interacciones con otras mujeres no es ser persignado o mojigateria sino el entender que ciertas líneas de intimidad sólo se pueden llevar con nuestra esposa.

Recordemos el propósito de nida:

-Físico.

-Emocional.

Conclusiones

  • Toma la decisión de amar a tu esposa como la Escritura nos ordena
  • La mujer anhela el acercamiento emocional, espiritual y de intimidad antes que el acercamiento físico o sexual.
  • El hombre debe despojarse de la lujuria, sino será dominado (y rechazado) por su mujer.
  • Ser consciente de los enemigos del sexo kadosh y tomar acciones sobre cada uno de ellos.
  • Buscar la santidad y pureza personal (tzniut y nida) y seguirla.

“El que recibe enseñanza en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo enseña”

Gálatas 6:6 (RVC)



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