Mandamiento 16
No quebrar ningún hueso

del cordero de Pascua.

Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. (Éxodo 12:46. RVR1960).

Explicación del mandamiento.

La primera parte del versículo es con respecto a la carne del cordero de la cena de Pesaj. Ese fue el análisis del mandamiento anterior, pero la segunda parte de este verso dice: “No quebraréis hueso suyo, no quebraréis hueso del cordero”.

Este es un mandamiento considerado también como Jok (ilógico), dentro de la categoría de mandamiento. No hay dentro de la misma Torá (instrucción), una aparente explicación del porqué no se debe quebrar el hueso. Sin embargo, para nosotros como creyentes en Yeshua como el Mashiaj, es muy claro que esto apunta al Cordero Pascual el cual no fue quebrantado ni un solo hueso durante su crucifixión.

Así que podemos considerar que hay ciertos hay mandamientos que también son dados, no por principio de cumplimiento profético, sino por principio de algo que ya pasó; es decir que este mandamiento lo hizo el Eterno, quizás buscando precisamente rectificar y validar a Yeshua como el Cordero de Pascua. Porque nuestra Pascua es el Mashiaj (1 de Corintios 5), el verdadero Cordero de la Pascua que nos trae la liberación y que quita el pecado. Son mandamientos que en su momento no fueron entendidos o cuál es la causa principal, pero a la luz del Brit Hadasha (Nuevo Pacto), ya cobra más sentido.

Puede ser un mandamiento que simple y sencillamente quiere confirmarnos que Yeshua es ese Cordero porque cumple todos los símbolos. Puede ser que haya mandamientos que sean Jukin (ilógicos), pero la manera de comprenderlos es a la luz del pacto renovado, a la luz del sacrificio del Mesías, porque finalmente Él es la realidad de la sombre de muchas festividades y muchos mandamientos.

 

¿Porqué no se debía quebrar el hueso?

En un sentido más práctico, lo que veo es que no se debía quebrar el hueso, porque no se debía sacar ningún pedazo, no se debía salir del lugar donde estabas participando, para ir a otro lugar. Si ya te invitaron a un lugar, o si ya estás con tu familia, no está bien decir: “bueno, la pasé muy bien, ahora me llevo mi pedazo de carne y me voy con otros amigos”.

Una vez que entraste, ya no salgas de ahí, y ya explicamos porque. Una de las formas de evitar esto, es que si no puedes quebrar el hueso te tendrías que llevar toda la pieza, entonces es una manera de decir: “Ahora te quedas aquí conviviendo, compartiendo en el lugar donde tú decidiste permanecer”.

 

El Cordero es símbolo de redención.

La redención no podía ser quebrantada, no podía ser dividida, no la podemos dividir en partes y pensar que en base a eso podemos ir ganando partes de la redención. La redención es una, el Cordero es uno, y como dijo el mismo apóstol Pedro:

En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en podamos ser salvos. (Hechos 4:12. RVR1960)

Entonces este mandamiento lo que nos muestra es que no podemos dividir la salvación, no la podemos quebrar, no la podemos segmentar, pues realmente la salvación es una.

 

¿Qué significa la palabra hueso?

La palabra hueso, que viene de la palabra hebrea Etsem (fuerza, vigor, e incluso por extensión significa también el mismo cuerpo). De manera figurativa en el diccionario Strong encontramos que es la sustancia de uno mismo. El hueso es la parte interna que te da fuerza y te sostiene, y que además es tu misma esencia.

Lo último que queda, que permanece de un muerto, son los huesos. Los huesos son tu sustancia, la esencia de quien tu eres y de hecho; significa también hasta en el mismo instante, algo que se da en un solo momento, eso significa hueso.

Por eso Joseph pidió que sus huesos no fueran dejados en Egipto, porque en esencia Joseph nunca fue quebrantado, la esencia y la identidad de Joseph siempre permanecieron intactas, a pesar de haber vivido prácticamente toda su vida en la diáspora fuera de Israel, él dijo: “Mis huesos, la esencia de quien yo soy, mi sustancia, no puede quedarse en este lugar”, entonces fue cuando lo llevaron a Israel en la época de Moisés. Los huesos tienen que ver con fortaleza y vigor, pero también significa cuerpo.

 

Esencia del mandamiento.

Entonces la asociación que hago es: El cuerpo del Mesías no podía ser dividido ni quebrantado, y de la misma forma nosotros tampoco. Esto quiere decir que no debemos quebrantarnos, que no debemos permitir que nada nos divida, y que no va a haber ningún ataque externo que pueda quebrarnos en nuestra esencia y en quien nosotros somos.

La fiesta de Pascua es también una fiesta que te otorga identidad, te hace recordar de donde te sacó el Señor y que tú no eres de Egipto, que esta carne, estos huesos y lo que nosotros somos, no pueden quedar en Egipto.

Nuestra idea espiritual tiene que ser la misma que tuvo Joseph cuando dijo: “No me puedo quedar aquí porque este no soy yo, aún en mis huesos, no me dejen aquí”. Fíjate que importante, porque cualquier persona hubiera dicho: “Bueno, cremen mi cuerpo y echen mis cenizas al rio Nilo”. Pero Joseph dijo: “Esto no puede ser, esta esencia no puede permanecer aquí”.

Así que de la misma forma nosotros no debemos de dividirnos, ni vamos a ser quebrantados. Roma no pudo quebrantar los huesos del Mesías. Porque simbólicamente hubiera sido quebrantar esa redención, quebrantar esa identidad, quebrantar la esencia de quien era Yeshua.

Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Señor. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. (Salmos 34:18-20. RVR1960)

Esto se escribió tal vez unos mil años antes de la época de Yeshua, y parece que está escribiendo lo que él mismo Mesías proclamó:

“Él guarda todos sus huesos, ni uno de ellos será quebrantado”. (RVR1960).

 

Conclusión.

Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas del primero, y asimismo el otro que había sido crucificado con él. Mas cuando llegaron a Yeshua, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Y el que vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron. (Juan 19:31-37. RVR1960).

 

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