No aceptar soborno

No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos. (Éxodo 23:8 RVR60)

Explicación del mandamiento.

El mandamiento del día de hoy es el mandamiento 83 que encontramos en Éxodo 23:8 y corresponde al número 50 dentro de los mandamientos negativos, que a su vez expresa lo siguiente: “no aceptar sobornos”. Lo anterior es bastante claro y simple de entender, sin embargo, pareciera que nos hace falta estarlo recordando y aplicarlo constantemente. En la versión “Dios Habla Hoy”, la cual es otra traducción de las Escrituras, esta porción dice lo siguiente: “No aceptes soborno, porque el soborno vuelve ciegos a los hombres y hace que los inocentes pierdan el caso”

Este capítulo de Éxodo 23 nos habla principalmente acerca de preceptos que tienen que ver con la justicia, aspectos que rigen la sociedad y que nos llevan a un mejor una mejor sociedad. El capítulo 23 abarca aspectos de índole social que están sobre todo enfocados en muchos casos hacia la labor de los jueces, y este mandamiento no es la excepción. No podemos decir que este precepto era exclusivamente para los jueces de Israel, ya que abarca diversos ámbitos de la vida y de toda la sociedad.

Al analizar el versículo podemos ver que: 1. Está hablando acerca de aquellos que ven, lo que puede ser una referencia a quienes tienen y guardan la Torá, por lo cual poseen la luz, pero que, al recibir un regalo o un presente, como dice aquí, con la intención de cambiar algún juicio, eso modificaría la perspectiva de quien preside el juicio. Este mandamiento se repite en Deuteronomio 16:19 RVR60: “no tuerzas el derecho, no hagas acepción de personas. Ni tomes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos.” Desgraciadamente, para aquellos que hemos nacido en algún país de Latinoamérica sabemos que, esto es algo de todos los días. Inclusive en México existe un dicho popular que dice: “el que no tranza, no avanza”.

¿Pero cuál es la gravedad del soborno?

El soborno es la forma más común de corrupción que experimentamos en nuestro día a día, fenómeno que corrompe y descompone a una sociedad.

Existen muchos aspectos en los que podríamos llegar a transgredir este mandamiento, entonces la primera advertencia es que no importa la posición en la que estemos, no debemos aceptar ningún tipo de soborno, debemos mantener nuestra integridad y ética por encima de cualquier “regalo” o “presente” que nos puedan ofrecer. Cuando aceptamos un soborno, en este caso, disfrazado de un regalo, nubla nuestro juicio e impide que podamos ver las cosas con claridad, aun si decimos tener luz o guardar la Torá. Podemos, consciente o inconscientemente, torcer nuestras palabras y juzgar de una manera errada ¿Por qué? Porque estamos siendo influenciados por aquello que hemos recibido. Todo lo anterior puede sucederle al jefe de cualquier trabajo, maestros, a los padres de familia, e incluso a los padres con los hijos. En ocasiones los hijos, aunque parezca increíble, son capaces de sobornar a los padres de innumerables formas, por lo cual debemos aprender a ser conscientes y a permanecer firmes, no importa lo que ofrezcan ni quién sea el que lo ofrece.

Aquellos que somos llamados a enseñar la escritura, a ser cabezas de una familia o simplemente a tener una posición en la que tenemos la función de juzgar o discernir algo, debemos de prestar vital atención a este asunto. Esto no quiere decir que esté estrictamente prohibido el aceptar un regalo, pues existen situaciones en los que las personas pueden expresar y mostrar su agradecimiento, pero sí debemos de ser cuidadosos en nuestro corazón. Vigilando atentamente que no se genere una preferencia, que motive en algún momento a cierta inclinación por la persona y de esta manera sacrificar la justicia a la que hemos sido llamados.

En Proverbios 21:3 dice: “Hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio” (RVR60). Por lo cual, podríamos guardar la apariencia de una vida entregada al Señor, esforzarnos por agradarle en muchos ámbitos, pero estos pequeños detalles pueden marcar la diferencia.

¿Qué sucede cuando una persona es conocida por aceptar un soborno?

Simple y sencillamente pierde el respeto de la sociedad. El respeto de las personas que se le acercan y eso dificulta la posibilidad de crecer y tener una posición más elevada, porque Yeshúa nos enseñó a través de las parábolas que el que lo el que en lo poco es fiel en lo mucho podrá ser fiel también, pero el que en lo poco es infiel también lo será en lo mucho. Así que debemos ser personas íntegras y honestas. Cuando recibamos algo, si ese regalo no influirá de alguna manera en nuestra forma de actuar o de pensar, comprometiéndonos de alguna manera a actuar a favor de esta persona si se presentase alguna situación en la que esta persona se vea involucrada.

¿Deseas recibir la lista de los 613 mandamientos?

Escríbenos a info@caminoaemaus.org y recibe en PDF la lista de los 613 mandamientos de la Ley en tu correo.

 

© 2012 -2023 KEHILÁ Camino a Emaús.
Todos los derechos reservados

Síguenos en:           
Simple Follow Buttons
Simple Share Buttons
Menu