478. No abstenerse de prestarle y dispensarle al menesteroso todo aquello que necesite.
479. Hacer caridad y fortalecer al pobre en todo lo que necesite para su sustento.
Cuando hay en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos, en alguna de tus ciudades, en la tierra, que el eterno, Tu Dios te da, no endurecerás tu corazón. Ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, si no abrirás a él tu mano liberalmente y en efecto le prestarás lo que necesites. (Deuteronomio 15: 7-8)
Explicación del mandamiento:
No está diciendo que prestes para lujos ni para otra cuestión, sino para que el necesitado pueda salir de esa situación, no solo puede ser él la cuestión económica como dinero puede ser capacitación, tiempo, algún objeto, herramienta, algo que la persona requiera para salir adelante y si está en tus manos hacerlo, hazlo con todo tu corazón. A todos nos da gusto y lo hacemos con más agrado cuando vemos que alguien se esfuerza por salir adelante, es más fácil ayudar a alguien que está esforzándose.
Tenemos que ser muy cuidadosos de no cerrar nuestro corazón y no dejar que el Yetzer ha’rá, que el egoísmo, el temor, 
la avaricia nos gane. En este caso para una persona puede ser difícil como empujar un carro, pero cuando se suman muchos el carro prácticamente ni pesa. Por ello no te abstengas de prestarle, de dispensarle lo que necesiten, de hacer caridad, de fortalecer al pobre. Eso es algo en lo que debemos ser ortodoxos, exageremos en el sentido de poder echarle la mano al hermano que lo necesita, así es la fe hebrea, así es la fe bíblica. Realmente es algo práctico, es algo tangible, es algo real. Es más fácil ponernos a orar por alguien que prestarle dinero, es muy fácil decirle: “Voy a orar por ti” cuando lo que realmente necesita otra cosa.
Los apóstoles interpretaban la Torá y el Nuevo Testamento, en muchos casos lo podemos ver de una manera aplicativa, como un comentario del Tanaj, como una forma de interpretar los mandamientos.
Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 2:16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo. ¿De qué aprovecha? Así también la emuná, la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. (Santiago 2:15)
La cuestión es, ante una necesidad, una situación difícil si lo sabes y no lo ayudas de nada vale porque la fe si no tiene obras es muerta, de nada sirve conocer muchos mandamientos, mucho hebreo, si realmente no llegamos a estos puntos que son fundamentales en nuestra vida y en la vida de nuestros hijos porque estos atributos de misericordia, de compasión, de generosidad, no se generan por ósmosis, no se generan por una cuestión intelectual, sino que solo se generan por la práctica y las verdaderas relaciones, el amor se viven así en cosas tangibles, en cosas visibles, en momentos de apuro es donde demostramos lo que realmente somos.
En esto hemos conocido el amor en que Él puso su vida por nosotros, también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad y aseguramos nuestros corazones delante de él. Pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios. (Juan 3:16-21)
En este sentido tu corazón es tu conciencia, tu conciencia es el parámetro que te dice si estás bien delante de Dios, en el contexto de estos pasajes sí aplica lo que tu corazón te está dictando, si tu corazón te está acusando.
Esto es parte de lo que Dios nos manda hacer porque los mandamientos están vigentes más que nunca y son más necesarios que nunca. Los judíos son muy conocidos porque se ayudan mutuamente, cuando una persona, por ejemplo, pone un negocio, todos tratan de comprarle a él, tratan de apoyarla incluso para que inicie su negocio, entre varios se juntan, le prestan y le dicen luego nos pagas y cuando le empieza a ir bien la persona paga.
¿Y qué sucede cuando de pronto se le niega el préstamo, se le niega la ayuda?, eso puede implicar mucho alejamiento de parte de esta persona hacia el Eterno. En otro sentido no sabes hasta dónde puede repercutir, ya que el dinero es una gran bendición cuando lo usamos para Dios, una vez más está la promesa en Proverbios 19 “Dios no es deudor de nadie”, “el que le presta al pobre le presta a Dios” entonces todo te será recompensado si no es en esta tierra será en el Olam habá en el mundo por venir, ya estaremos haciendo riquezas en el Reino de los cielos. Yeshua dijo que aquel que le dé tan siquiera un vaso de agua a estos pequeñitos es como si me la estuviera dando a mí.
El dinero puede ser un medio poderosísimo para unir lazos o para romperlos. 
Por otro lado, dice el versículo: prestarás, es decir, tú lo vas a tomar como si fuera un préstamo, no lo vas a ver como manténganme y sosténgame porque también eso puede llegar a darse en una comunidad, que la persona abusa de esa confianza o lo ve como una fuente de ingreso adicional, claro que puede haber situaciones reales, pero también nuestra conciencia podrá quedar si no lo estamos haciendo genuinamente. Esto es parte de ser hermanos, esto es parte de ser una comunidad, incluso a la distancia podemos cumplir este mandamiento.
¿Deseas recibir la lista de los 613 mandamientos?
Escríbenos a info@caminoaemaus.org y recibe en PDF la lista de los 613 mandamientos de la Ley en tu correo. [/column]
Escribe un comentario