No tomar en garantía utensilios necesarios para la preparación de los alimentos.

No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo, ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre. (Deuteronomio 24:6 RV60)

Explicación del mandamiento:

Nuestro Padre Eterno siempre nos pide que actuemos de manera justa ante cualquier situación en relación con nuestro prójimo y aún más con nuestros hermanos (a). El apoyarnos entre nosotros mismos es algo que a Dios le agrada ver entre sus hijos. Pero así mismo Él conoce nuestros corazones y sabe la tendencia a la cual nos podemos inclinar para actuar de manera abusiva y ventajosa para sacar provecho de los demás en un momento de necesidad. Dentro del ámbito económico siempre ha existido todo tipo de transacciones y en este caso es el préstamo, dejando como garantía de pago por parte del deudor alguna prenda (objeto de valor) para asegurar la devolución del préstamo al acreedor.

Introducción al mandamiento: 

Recordemos cuando El Dios Todopoderoso sacó a su pueblo de Egipto, empezó a establecer mandamientos, instrucciones y ordenanzas, lo que conocemos como: La Torá. Y lo que menos desea nuestro Padre entre su pueblo Israel es que tengamos el mismo comportamiento familiar y social como el resto de las naciones, y así a través de su Torá Dios empieza a trabajar en nosotros para que desarrollemos un carácter correcto primeramente ante Él y posteriormente con nuestro prójimo. La relación que debemos tener hacia los demás siempre ha sido un punto muy importante para nuestro Padre. Cada mandamiento dado a su pueblo se relaciona con el amor hacia el Padre y con el amor hacia el prójimo. Y nuestra relación con los demás en cuestión de asuntos financieros, Dios pone límites en ambas partes: deudor y acreedor. Con la intención de desarrollar un carácter de generosidad, amor, misericordia, responsabilidad y ayuda mutua entre hermanos (a). 

¿Qué enseñanza nos quiere transmitir el Señor, respecto a dichas especificaciones en este mandamiento?

Desde un principio Dios siempre se ha interesado por aquellos que no cuentan con los recursos suficientes para poder subsistir, pasando por momentos de necesidad. Una de las características de la Torá es la justicia hacia el pobre y menos afortunado. Dios insiste que al pobre e indefenso sean tratados muy bien, apoyándolos para que tengan la oportunidad de restaurar sus bienes y economía. Entendamos que Dios nos advierte a nosotros como su pueblo, que no tratemos injustamente a nuestro prójimo que esté en momentos de necesidad tal como se menciona en: Éxodo 22: 21, 22, 23, 25, 26. Éxodo 23: 10–11.  Deuteronomio 15: 1–11. Deuteronomio 23: 19. Deuteronomio 24:6.

En cuestión de este mandamiento:

No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo, ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre. (Deuteronomio 24:6 RV60)

Vemos que siempre ha sido habitual dejar alguna prenda de valor como garantía para asegurar el pago del préstamo, pero aquí la Torá, como ya mencionamos, pone una restricción muy clara, y en este sentido dentro del mandamiento ¿Cuál es? El no privar a una persona del sustento o medio de provisión para su sostenimiento. No puedes quitarle aquello con lo cual la persona prepara sus alimentos, ahora, recordemos que era otra sociedad y eran otros tiempos. En la sociedad que actualmente vivimos hoy, vemos que las personas mismas empeñan la licuadora, hornos de acero inoxidables de repostería, estufas profesionales de acero inoxidables, juegos de ollas y sartenes de cocinas profesionales, refrigeradores profesionales para negocios, etc. Para poder obtener un préstamo. Pero en aquellos tiempos no se manejaba de la misma manera que vemos hoy en día, vemos que dentro del mandamiento nos da el ejemplo de un molino, como algo que se consideraban sumamente valiosos, era algo muy apreciado, tanto así que el mandamiento mismo prohíbe tomarlo. El molino es una herramienta compuesta por dos piezas de piedra que aún se sigue usando en diferentes lugares rurales fuera de la sociedad urbanizada, ya que actualmente ha sido reemplazado por máquinas modernas en las grandes industrias de alimentos, pero en aquellos tiempos el molino de piedra tenía un gran impacto dentro de la economía local por todo lo que podía generar en cuestión de preparación de alimentos, ya que molía el grano para hacer harinas gruesas o finas, entre muchas otras cosas más, y claro era también una herramienta dentro del mismo hogar de la familia, entonces podemos entender que en aquellos tiempos ese tipo de herramientas tenían un gran valor para las personas, ya que podían durar hasta 100 años de uso. 

Entendiendo esto, nos damos cuenta de que el molino valía una buena cantidad de dinero por lo eficaz y duradero que es como herramienta de trabajo, por eso lo tomaban como prenda para asegurar el pago. Entonces el mandamiento pone límites al acreedor y protege al deudor para que no se viera afectado por el gran valor que tenía el molino en ese entonces, pues prohíbe que se tome ya sea el molino completo o algunas de sus dos partes que lo conforman para su utilidad, ya sea que se llevaran la parte de arriba o de abajo lo dejaban inoperante y se afectaba a la persona.

Estas prohibiciones dentro del mandamiento son detalles que una vez más nos hace ver como Dios también cuida esta integridad, y que a pesar de que una persona se encontrara en una deuda o situación desfavorable dentro del propio pueblo no existiera este tipo de abusos, sin tener empatía ni misericordia hacia los demás. Por eso el mandamiento señala este acto como algo muy fuerte: “porque sería tomar en prenda la vida del hombre”, dándonos a entender que si uno le quita a la persona la forma en la que se sostiene para su diario vivir (ya entendiéndolo actualmente como cualquier objeto de valor que le genere un ingreso para su sustento) prácticamente es como quitarle la vida. No le puedes quitar la herramienta con la que trabaja y genera ingresos para sostenerse así mismo y si es el caso a su propia familia; de no afectarlos, de no ser considerado con la situación de tu prójimo, siendo que se debe ayudarlo y hundirlo más. Debemos ser considerados en este tipo de transacciones para no afectar de manera personal a tu prójimo o de manera familiar. 

Conclusión.

De manera muy simple y clara, comprendamos esto: El amor y la misericordia como resultado en toda situación favorable o desfavorable siempre debe de GANAR, para así demostrar que somos hijos del Altísimo y aún más cuando se trata en asuntos de dinero por todos los problemas que este tipo de situaciones causa. Él nos conoce, Él sabe cómo podemos actuar en situaciones que se relacionen con asuntos monetarios. Dios busca que la misericordia triunfe sobre todo juicio. Recordemos las palabras de nuestro Señor Yeshua:

“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.” (Mateo 5: 7 RV60)

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“El que recibe enseñanza en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo enseña”

Gálatas 6:6 (RVC)



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