Entrar al Santuario únicamente durante el servicio.

“Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.” (Levítico 16:1-2 RV 60)”.

Análisis, antecedentes y razón del mandamiento:

El contexto del mandamiento aparece en Levítico 16:1-2:

“ Habló El Eterno a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de El Eterno, y murieron. Y El Eterno dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. (Levítico 16:1-2 RV 60)”.

Al decir: “que no entre en todo momento en el santuario detrás del velo”, se refiere al Kodesh Hakodashin (Lugar Santísimo), el tabernáculo estaba dividido en dos sitios separados por el velo: el Santo Lugar y el Santísimo Lugar.

Kodesh Hakodashin (Lugar Santísimo): Era la cámara donde estaba el Arca del Testimonio, en la que estaban depositadas las tablas de la Ley que el Eterno dio a Moisés, se encontraban igualmente los querubines, el propiciatorio; que era el lugar donde se posaba la Presencia Divina, entre los querubines, aparecía manifestada la Presencia de Dios.

El Eterno no le estaba prohibiendo la entrada a Aarón, sino que le estaba advirtiendo que tuviera mucho cuidado cuando entrara, una advertencia que le tendría que hacer Moisés (Moshé) a Aarón
De tener mucho cuidado al entrar al Lugar Santísimo si no tuviera incienso para ofrecer, porque en cualquier momento podía aparecer la nube en donde se manifestaba la Presencia de Dios y podía morir. Una advertencia para que tuviera presente que el Eterno se podría aparecer en cualquier momento, en la columna de nube, y puesto que la manifestación de su presencia, tenía lugar allí, Aarón deberá cuidarse de no entrar en ese Lugar Santísimo de cualquier manera.

El Eterno no prohíbe la entrada, más bien, dice que cuidemos en que condiciones estamos antes de entrar, este mandamiento era para Aarón, pero hoy en día es igual para nosotros, debemos procurar buscar en todo momento la santidad, pues sin santidad nadie verá al Señor, el mandamiento indica que hay lineamientos que se deben tener en cuenta para poder ingresar al Lugar Santísimo la razón aparece como antecedente en la Torá en el versículo 1:

“Habló El Eterno a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de El Eterno, y murieron. (Levítico 16:1 RV 60)”.

La muerte de los hijos de Aarón, ocurrió cuando ellos ofrecieron fuego extraño, sin seguir lo establecido, sino se dejaron llevar por lo que en el momento sentían, o sea, emoción y no lo pusieron en oración.
Un ejemplo sería, que alguien nos invite a su casa, que entremos, se nos diga que podemos sentarnos donde queramos y entremos hasta la habitación de esa persona, para esto debimos haber tenido la autorización para poder hacerlo.

En Levítico 16, se está hablando sobre el Día de Expiación (Yom Kippur) es evidente que debemos estar con el orden que amerita ese día; en arrepentimiento, en agradecimiento, en busca de la voz de Dios. Es por esto, que Aaron debía entrar en completa santidad y disposición, si no tendría el mismo fin que sus hijos; Nadad y Abiú.

 Conclusión:

Hoy en día debemos llevar nuestro Incienso, que son nuestras Oraciones, con un corazón dispuesto hacia El Eterno, buscando la santidad.
Gracias al Mesías hoy tenemos esa libertad, tenemos esa llave o más bien tenemos la invitación de orar de la manera correcta porque estamos sellados con la sangre de Yeshua.

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