Justicia en aspectos comerciales.

“No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida.
Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo el Señor vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.” (RV 60)

Explicación del mandamiento:

258. No engañar con las pesas y medidas.
259. Tener y utilizar pesas y medidas justas.

Son mandamientos prácticos, concretamente se refiere a todas las actividades que tienen relación con el comercio, de pronto crees que no te encuentras en esa situación. Sin duda, todos hemos participado en algún momento en alguna área comercial; es imposible en el mundo que vivimos no consumir algo; comprar, vender y por eso son tan importantes estos dos mandamientos.

Análisis, antecedentes y razón de los dos mandamientos:

Veamos lo que dice en la Torá el versículo 35, no hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida. Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis.

El contexto general de todo el libro de Levítico y la Torá, es la misma, la justicia es un fundamento del Eterno, del carácter de Dios, en este caso la justicia enfocada en aspectos comerciales.
Como se llevaba a cabo en aquellos días el comercio o la compraventa, la manera de hacerlo se relacionaba con lo que hoy entendemos como el trueque, como ejemplo.
En un momento dado, alguien que cosechaba trigo, tenía granos de trigo y necesitaba grano de cebada, pues iba con el que la vendía, ponían en una balanza o una medida de trigo y en el otro lado una de cebada, logrando un equilibrio, otra manera era por medio del peso.

La palabra PESO, literal es, PIEDRA; las balanzas utilizaban unas piedras para lograr el equilibrio con lo que se estaba comerciando. En otra versión tradujeron el verso 36 así:

“Tendréis balanzas justas, pesas justas, EFA justo e HIN justo. Yo, YHVH vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto..” (T3ªE)

Las palabras para medida de tierra o para pesas justas, medidas justas, es la palabra EFA y la palabra IN.

La EFA era una medida que se usaba para productos sólidos, se estima que era aproximadamente de 24 o 22 litros, medida que habían usado en Egipto.

La palabra IN era el equivalente de 4.1 litros aproximadamente, usada para medir los líquidos.
Siendo importante entender que cuando no se llega a un equilibrio se produce la injusticia, ocasionando un gran daño.

La situación de hoy en día:

Hoy vemos una desigualdad económica impresionante en el mundo y en gran medida es justamente por esto, porque no se está buscando la justicia, entonces vemos, sueldos desproporcionados o simple y sencillamente, en muchos casos, no se lleva a cabo el pago correspondiente por el producto.

Este principio también se repite en el libro de Deuteronomio capítulo 25:14-16.

“ni tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño.

“Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que el señor tu Dios te da. Porque abominación es al Señor tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia…” (Deuteronomio 25:14-16 RV 60)

Para Dios es abominación este tipo de prácticas, la desigualdad o la inequidad en el área comercial creada por pobreza, por un lado, y una riqueza por parte de algunos otros, y va en contra de los principios de Dios, la misma Palabra de Dios lo reitera en Proverbios 11:1

“El peso falso es abominación al Señor; Mas la pesa cabal le agrada.” (Proverbios 11:1 RV 60)

En Miqueas 6: 9-12

“La voz del Señor clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece.
¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable?
¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?
Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca.(Miqueas 6: 9-12 RV 60)

Este mismo principio lo encontramos en Romanos 13:8-9

“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Romanos 13:8-9 RV 60)

En el Nuevo Testamento en Romanos 13, Pablo dijo:

“No debáis a nadie nada, sino el amaros los unos a los otros.  (Romanos 13:8-10 RV 60)

Al referirse a no debe ver nada, quiere decir, que busquemos la justicia, dar lo que le corresponde a cada parte con honestidad, es un principio que en lo cotidiano no es muy fácil de mantenernos en su cumplimiento, existen situaciones en las que pudiéramos sacar ventaja, pero como creyentes tenemos que lograr hacer la diferencia, la manera en que obramos nosotros y como obrarían las personas en el mundo; si vamos a obrar de la misma manera, realizando trampas, en el uso de los vendedores según la apariencia del comprador, cobrarle. Si llega en un carro lujoso o si usa un celular costoso, podríamos estar tentados a adquirir más ganancia cobrándole más caro, aplicando otro tipo de balanza.

Ese dice que en aquellos días se usaba una piedra grande cuando se trataba de comprar y se usaba una piedra pequeña o hueca cuando se estaba vendiendo, pues esto para evidentemente sacar una ventaja y que el cliente no se diera cuenta, pero, ¿quién si se da cuenta? Pues El Eterno, si se da cuenta podemos engañar a los hombres, podemos pensar que nos salimos con la nuestra, pero no podemos engañar a Dios. Empresas, patrones, o personas que en algún momento han actuado de esta manera, con sus tranzas, han hecho de las suyas, han dado gato por liebre o han dado litros de a 900 o kilos de 800 gramos, finalmente también le será tomado en cuenta si no se arrepienten.

Interpretación más profunda y personal

No engañar con las pesas y medidas.
Tener y utilizar pesas y medidas justas.

Yeshúa dijo, que con la vara que miramos seremos medidos, es clara la relación con estos dos mandamientos. En el aspecto en que somos muy rápidos para juzgar a los demás, fácilmente ponemos situaciones o personas en una balanza con nuestra propia medida, pensando que no dan el peso, que no dan el ancho de nuestra medida.
Esto lo podemos evidenciar en Daniel 5:20-28, cuando aparece la mano que estaba escribiendo y le fue dicho al rey de Babilonia que había sido pesado, pero que no dio el peso, no eres justo, no diste la medida.

“Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria.
Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place.
Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto;
sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.
Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura.
Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN.
Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin.
TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.
PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas.” ( Daniel 5:20-28 RV 60)

Conclusión:

Es muy fácil obrar de esta manera, es muy fácil caer en juzgar a otros, en condenarlos, criticarlos, sin usar una balanza justa, no tomar el mismo peso para nosotros mismos.
La importancia de conocer estos dos mandamientos verlos con mayor profundidad, ya que no solamente son para cumplirlos en la parte comercial, sino que también en la parte de como nos juzgamos unos a otros, no seamos jueces y si lo somos como justos jueces comenzar por su propia casa. Si medimos, midamos con equidad, midamos con justicia, midamos con misericordia y amor, porque de esa manera se nos va a medir también a nosotros.

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