Mandamiento 15
No sacar ningún pedazo de cordero de

Pascua del lugar donde será comido.

Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. (Éxodo 12:46. RVR60).

Explicación del mandamiento.

No comer el cordero fuera de casa. ¿A razón de que viene este precepto? Primero debemos entender que el cordero de Pesaj es una representación de la libertad para todos los hebreos, para todos los Israelitas. Recordemos, Pascua es la fiesta de la libertad y el símbolo central de esta festividad es el sacrificio y la sangre del cordero, del cual no solo es interesante que se debía matar o sacrificar y poner la sangre en los marcos y dinteles de las puertas sino además Dios está mandando que debían ser partícipes de ese sacrificio, comiendo la carne de ese cordero.

Entonces el sacrificio del cordero en sí, representa la vida y es la parte central de lo que se iba a hacer en ese Seder (orden o colocación), en ese año en Pascua, porque era lo que les iba a traer la libertad. El cordero representa la vida, una vida nueva, vida en libertad. La vida que llevaban en Egipto no se podía considerar como vida, porque una persona que es esclava no tiene decisión, no tiene libre albedrío, no es dueño de su tiempo ni de sus recursos, ni absolutamente de nada; sólo una persona que vive en libertad es capaz de hacer eso.

Este sacrificio representaba la viva, una vida diferente. El mismo Yeshua, representando ese Cordero dijo:

Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10. RVR1960)

Él vino a romper la esclavitud de las tradiciones en las que se encontraban en ese momento Jerusalén y toda la nación de Israel. Yeshua al dar su vida, iba a traer libertad tanto de las doctrinas humanas, como del pecado que nos esclaviza.

El cordero representa la vida y dice que no se debía comer fuera de esa casa. Este es parte de un mandamiento interesante. ¿Qué quiere decir? Quiere decir que, si estaban comiendo, no le podían compartir al vecino, porque cada familia debía tener su propio cordero. Si la familia fuera pequeña, sí podía invitar a otros, pero una vez que estuvieran en ese lugar ya no se podía salir. Y ¿por qué no se podía salir afuera mientras ellos estaban cenando? El ángel de la muerte.

El ángel de la muerte estaba pasando, iba por todas las calles haciendo un censo, tocando puerta por puerta, y en la puerta que no veía sangre, en esa entraba y caían fulminados todos los hijos primogénitos. Me gusta mucho la escena del Príncipe de Egipto, porque se ve como un espíritu nada más, que se va metiendo por debajo de puertas y ventanas y empieza a dejar muerte mientras va pasando.

¿Qué representa el cordero?

Es como un semáforo que de alguna manera te pone un freno para que no salgas, porque si sales, estás bajo riesgo de muerte. Mientras estemos cubiertos bajo el marco de la sangre del Cordero, estamos seguros. En el momento en que nos quitamos de esa cobertura, y esa es la verdadera cobertura, no la cobertura de una persona, en el momento que sales de ahí, quedas expuesto a lo que sea.

Entonces; si alguien dijera en su corazón: “Le compartiré a mi amigo, vecino o familiar, pues no pudo participar, o no quiso; pero yo le voy a llevar para que él también se sienta parte. Voy a salir con el cordero que fue sacrificado y yo se lo voy a ir a llevar”. De acuerdo a lo que dice la Torá no se debía hacer eso, no puedes salir a compartir esto con los demás, porque es un pacto personal.

Tú no puedes hacer que otro participe de la Pascua nada más porque tú le llevas el cordero. Esa persona tiene que ir, tomar la decisión de hacer un pacto con Dios, entrar a la casa, ser partícipe de esa cena e identificarse con todo lo que se está haciendo. Por eso en Pascua y aunque suena mal, no está abierta a todos, es decir que no cualquiera puede participar.

Ya vimos que un Ger no puede participar, en otras palabras, una persona apóstata que ya renegó de la fe, un asalariado, tampoco podía participar, ni siquiera un extranjero que no se identifica con Israel, porque no va a tener ese sentimiento de pertenecer a ello.

Entonces sí tiene ciertas cláusulas Pascua en particular, y entre ellas es esta; no puedes llevar del cordero a otra persona y decirle: mira no importa, aunque no entiendas, cómelo. O, hazlo y ven a la reunión. En realidad, no debe ser así. Recordemos que no podemos invitar a quienes no han entrado en pacto con Dios, a esta cena.

Una cena íntima.

Esta cena es personal, es muy especial y por eso Yeshua solo tomó a doce y de los doce uno, Judas, fue el único que se salió antes de terminar el Seder. Él se expuso al ángel de la muerte y ¿qué pasó? Terminó muriendo. Fue el único de los doce, que decidió salir del aposento donde estaban, y se encontró con la muerte en el camino. De eso se trata Pascua, quédate adentro, porque dentro estás seguro. Aquí adentro te cubre la sangre, aquí adentro estás en una familia, aquí todos tienen un mismo sentir, aquí somos personas cercanas unos a otros, si te sales te vas a encontrar con que puedes morir en el camino. Entonces es muy riesgoso, es como cuando le dices a un niño; “no te salgas que te atropellan”. Viéndolo espiritualmente es igual, no te salgas de lo que estamos viviendo, no te salgas de este momento y trata de poner todo tu énfasis en participar de esto. Si ya tuviste el privilegio de entrar, y estando dentro decidiste salirte, no va a haber manera de proteger a esa persona, espiritualmente no hay protección para ella. Realmente creo que en eso tiene que ver la famosa cobertura que a veces se maneja. ¡Cuidado te sales de la cobertura! Y Dios me habló mucho sobre eso a través de este mandamiento.

¿Una verdadera cobertura?

¿Cuál es esa cobertura? Es la cobertura de la Sangre del Cordero. Entonces, cuando nos alejamos del Mesías, cuando nos alejamos de Yeshua, estamos desprotegidos y a expensas del ángel de la muerte. Yo no sé cómo sea este ángel de la muerte, y no me lo imagino, aunque a veces lo representan con una calavera con una hoz en la mano y que te dice: “vine por ti” y que además no hay manera de engañarla. Aquí no se trata de engañarla, es de guardarte y protegerte, porque si tú te sales estas expuesto a todo lo que pueda suceder allá afuera.

Conclusión.

Finalmente, para concluir, parte de este precepto se entiende que hay que comer en un solo grupo, en una sola casa. No te puedes ir en medio del Seder a participar de otro grupo, eso es lo que implica, porque te estarías arriesgando a salir a la calle y quien sabe lo que te pueda pasar.

Es por eso, que a los Israelitas Dios les dijo que, si era mucho el cordero, que invitaran a alguien para que no se quede nada, que hagas el cálculo para que sea suficiente y para que no salgas, que te mantengas en un solo grupo y que te mantengas en esa unidad. La interpretación de esto, tiene que ver con no romper la unidad que hay en ese momento, no romper la armonía, ser un solo grupo y estar en unidad todos reunidos con un solo propósito esa noche.

Así que el cordero es una advertencia muy seria, por eso dijo el mismo autor de la carta a los Hebreos:10:29: ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto del Cordero? Dios va a dar castigo a esa persona. Entonces no podemos arriesgarnos a dejar de considerar la sangre como el único medio de protección, como único medio de resguardo.

En el momento que decimos: “Para mí, la sangre del Cordero no es necesaria pues me puedo proteger a mí mismo” o “Tengo otras cosas para prevalecer y poder salir de Egipto”. Bueno, entonces estas a expensas a morir ahí mismo. Porque la sangre, aplicaba tanto para Israelitas, como para egipcios. Si un egipcio ponía la sangre, también quedaba protegido si es que se identificaba. De la misma manera si un Israelita decía: “Este Moisés está loco, a mí se me hace que eso no tiene nada que ver, mejor no lo hago”.

Y ¿quién lo va a pagar?, los hijos. Que son finalmente los que más te duelen. Donde más puede trabajar Dios en tu corazón, es a través de tus hijos. Que mandamiento tan importante puede ser este, que quienes van a pagar las consecuencias, son nuestros hijos.

 

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