Mandamiento 76 / Neg. 45 No aplicar la pena capital por mayoría de un juez.

Mandamiento 77 / Neg. 46 En casos de pena capital, que el juez que dictaminó “inocente” no cambie su dictamen por “culpable”.

Mandamiento 78 / Pos. 32 Seguir a la mayoría en cuestiones legales.

No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; (Exodo 23:2 RVR60)

 

Explicación de los mandamientos 76 y 77:

Desde un principio, estos mandamientos se dieron para los jueces de Israel, en donde podemos observar que no se podía aplicar la pena capital solamente por la mayoría de un juez, ya que, para poder llevar a cabo una pena de esta magnitud, como lo es la pena de muerte, tenía que haber, por lo menos, dos jueces para poder aplicar dicha sentencia.

Con respecto al mandamiento 77, “en caso de pena capital, el juez que dictaminó inocente no cambie su dictamen por culpable”, es una norma que seguimos viendo hoy en día, cuando un juez declara inocente a alguien en un juicio, ya no se le puede cambiar la pena, aunque alguien investigue y resulte que en realidad sí era culpable. Pero si, por el contrario, en un momento dado se declara culpable al acusado, y posteriormente se investiga y resulta inocente, en este caso sí es posible cambiar la pena.

Explicación del mandamiento 78:

El mandamiento 78 dice así: “Seguir a la mayoría en cuestiones legales”, y este mandamiento está relacionado con el mandamiento 77, que expresa lo siguiente: “No aplicar la pena capital por la mayoría de un juez”. En este último mandamiento, sé establece que se debe seguir a la mayoría, lo que se encuentra en línea con el anterior mandamiento, pues la sentencia debía darse por la mayoría de dos jueces, no solo con el veredicto de un juez, y es únicamente en este caso que sí nos tenemos que inclinar a lo que la mayoría de los jueces estén opinando.

Conclusión:

En lo que respecta a nuestra vida diaria, se nos dice que “no imites la maldad de la mayoría”, que nos enseña no dejarnos influenciar por el mundo, por las cosas que vemos, las cosas que oímos; pensar que si todos lo hacen, ¿por qué nosotros no?

Es un mandamiento que nos manda a apartarnos y a buscar cada vez más la santidad, vivir cada vez más conforme a la Torá.

Hoy en día sabemos que la mayoría de la humanidad no tiene Torá, no busca la justicia de Dios, y ahí es en donde nosotros nos debemos apartar y ser una luz en medio de la oscuridad.

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