NUESTRA VIDA COMO EL PROCESO DEL ACEITE DE OLIVA
“Elohim le dijo a Moisés:
«Ordena al pueblo de Israel que traiga aceite puro de olivas prensadas para el alumbrado y así mantener las lámparas continuamente encendidas” (Levítico 24:1-2 NTV )
Vemos también en el Nuevo Pacto que se habla sobre las diez vírgenes, unas prudentes y otras insensatas, donde el punto central es el aceite en la lámpara.
Mateo 25.
Parece fácil la recolección del aceite puro, pero no lo es.
Así como se elabora, también Adonai lo produce en cada uno de sus hijos y el proceso tiende a ser doloroso.
¿QUIERES SER ACEITE PURO?
Si es así, debes prepararte para ser tomado en las manos de Adonai para ser machacado y de esa manera poder extraer de tu interior esa pureza que se requiere para que puedas brillar y encender otras vidas.
Entonces Yeshua dijo a sus discípulos:
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.” (Mateo 16:24 Rv60)
El aceite de oliva es un zumo puro y natural extraído directamente de las aceitunas y es llamado “oro líquido”.
El proceso de extracción se divide en 5 etapas:
- Recolección de las aceitunas.
- Limpieza: Quitar hojas, ramas u otros desechos de olivos.
Este proceso se realiza con agua y corrientes de aire.
- Molienda: Se trituran las olivas en una piedra de molino para convertirlas en pasta.
- Batida: Se bate la pasta de aceitunas calentándola o añadiéndole agua lentamente y este proceso dura de 20 a 45 minutos.
- Filtración: Se separa el aceite del alpechín y sólidos (pulpa y hueso). De forma tradicional, se realiza mediante una prensa, se obtiene, se almacena y se conserva en tanques o tinas, al final se filtra y se envasa.
Cuando Yeshua entró al huerto de Getsemaní, proféticamente anunció su trituración como oliva para que saliera de Él aceite puro. Fue machacado como una oliva en el Getsemaní, fue probado, humillado, forzó su voluntad al sometimiento, se negó a sí mismo y aunque tuvo opresión, dificultad y sufrimiento, obedeció hasta la muerte y muerte de cruz, intercediendo con sudor, sangre y lágrimas, se despojó de su trono por amor a la humanidad.
El nombre Getsemaní en hebreo es “Gat Shmanim”, que significa “prensa de aceite”, lugar donde las olivas son traídas y molidas, la piel y la semilla se cuelan y son separadas, el resultado es aceite de oliva puro y natural, el cual es un símbolo bíblico de la unción de la Ruaj Hakodesh (Santo Espíritu).
Así que, si queremos brillar y ser luz a los que nos rodean debemos permitir que Adonai con su poder extraiga de cada uno ese aceite puro para llevar sus buenas nuevas con nuestros actos poniendo nuestra mirada en la meta y no en la molienda (las pruebas).
El rey David entendió este proceso y por eso dijo:
“Crea en mí, oh Adonai, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” (Salmos 50:10 Rv60)
Anhelemos que Adonai extraiga de nosotros ese aceite puro para alumbrar a otros por amor y obediencia a nuestro amado redentor Yeshua y a su pueblo.
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