¿QUÉ REPRESENTA LA ALIMENTACIÓN DE LOS 5,000? 

Este es un milagro de los más conocidos de Yeshua (Jesús), porque se encuentra también dentro de los otros evangelios sinópticos: la alimentación de los 5,000: la multiplicación de los panes y los peces. Pero ¿qué representa?, ¿qué hay más allá de este milagro, de esta multiplicidad? Pues hay cosas más profundas y muy interesantes que hay que analizar y profundizar. 

Vamos al evangelio de Juan 6: 1-15:

 “Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”. (Juan 6: 1-15 RVR60).

 Este milagro dentro del evangelio de Juan, más que un milagro, es una señal profética que nos apunta a algo en especial. 

ALIMENTACIÓN EN GALILEA    

Vamos a desglosar esta porción verso a verso, analizando los elementos de esta señal para reconocer mejor lo que hay detrás de esta multiplicidad de panes y peces. El verso 1 dice: Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias”. Esto sucede en Galilea y hemos expresado, en otros momentos, que Galilea es el lugar mejor conocido como Galilea de los Gentiles, pues habría de representar el lugar para las naciones y donde finalmente se lleva a cabo la dispersión de las tribus. Entonces, llegó aquí Yeshua a Galilea de los Gentiles, y el mar en sí mismo, las aguas, representan, por otro lado, a las naciones. ¿A dónde fueron dispersadas las tribus? A las naciones. Y, este lugar está en el norte, que también ya comentamos, representa el lugar del exilio, donde las tribus fueron llevadas. Específicamente, este lugar de Tiberias que se llamaba así por la ciudad de Cineret, acorde a Números 34:11:

 “y bajará este límite desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá el límite, y llegará a la costa del mar de Cineret, al oriente.” (Números 34:11 RVR60).

 Este lugar era conocido como la región de los 12 al noroeste, pero el lugar se pobló de muchos gentiles. Es muy interesante porque este lugar del mar de Galilea, de la región de Tiberias, también se le conocía como la región de los 7 al suroeste.

Dicen los versos 2 al 4: “Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos”. Entonces, es en este lugar de gentiles, de las naciones, de las 12 tribus, donde a Yeshua le seguían multitudes. Era todo lo contrario a lo que sucedía en Judá -en Jerusalén-, donde Yeshua no era famoso, ni bien recibido. Aquí en el norte, en la dispersión, en Galilea, Yeshua era muy bien recibido por multitudes. Dice que estaba cerca la Pascua y, recordemos que la Pascua significa salir, no solo de Egipto, sino también de las naciones en general. 

Dicen los versos 5 y 6: “Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? “Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer”. Esta frase, alzó Yeshua los ojos, implica ver más allá. No solamente alzar los ojos para ver hasta dónde llega la vista, sino que representa el ver más allá de lo físico, ver la parte que trasciende, ver la parte espiritual. Tiene la connotación de ver más allá de la literalidad. Por eso, hizo la pregunta a Felipe para probarle. 

MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y PECES   

Dicen los versos 7 al 9: Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?”. Podrá ser que haya algo de pan, pero es ridículo pensar que con estos panes y peces vaya a poder comer toda esa multitud. 

Dice el verso 10: “Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones”. Hagamos la cuenta: si estamos hablando de cinco mil hombres y si estimamos el mismo número de mujeres, estamos hablando de diez mil personas. Y, viéndonos de forma conservadora, calculamos dos niños por pareja, estamos hablando de otros diez mil. En total serían 20 mil personas y lo único que hay son 5 panes y 2 peces. Es hasta curioso que, con tanta gente, hayan dicho: este muchacho tiene 5 panes y 2 peces. Por ello, Felipe pregunta: mas ¿qué es esto para tantos? Pero Yeshua no responde la pregunta. Simplemente manda y dice: Hagan recostar a las personas. Y menciona también que en este lugar había mucha hierba. 

Dicen los versos 11 al 13: “Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. ¿Qué está haciendo Yeshua? ¿Qué representan estos panes? ¿Qué representan estos peces? Yeshua está restaurando a las 12 tribus de Israel que se dispersaron entre las naciones, en el mar de las naciones. Ahí, donde se habría de dispersar la descendencia de Abraham, particularmente la de Efraín y, no solamente, es ir por ellos, sino también alimentarlos hasta saciarse. Porque la alimentación representa el sustento, lo que nos mantiene vivos. Así mismo, las tribus también necesitan del pan de vida para subsistir. Y, ¿con qué habría de alimentar Yeshua a las naciones cuando Él vuelva? Con los 5 panes que representan los cinco libros de la Torá (Instrucción), porque ese es el pan de vida que nos alimenta, la Escritura. Y los dos peces pueden bien representar los dos pactos: el antiguo pacto o Tanaj y el pacto renovado o Brit Hadashá, ya que ambos forman esta alianza. Y ¿qué representa esta hierba? Ya que dice que había una gran cantidad de hierba. Pues representa al mundo en general y Yeshua les manda recostarse sobre esta hierba porque es como el pastor que alimenta a sus ovejas y no las deja sin el sustento y en delicados pastos les hace descansar; junto a aguas de reposo las pastoreará.

¿QUÉ REPRESENTAN LOS 5,000?     

Este número es muy interesante y tiene una enseñanza también. Vamos a leer 1 Samuel 17:5:

 “Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce.” ( 1 Samuel 17:5 RVR60).

 Ahora leamos Josué 8:12:

 “Y tomó como cinco mil hombres, y los puso en emboscada entre Bet-el y Hai, al occidente de la ciudad.” (Josué 8:12 RVR60).

 Aquí es un poco más claro a qué se refiere este número. Finalmente, Jueces 20:45:

 “Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos fueron abatidos cinco mil hombres en los caminos; y fueron persiguiéndolos aun hasta Gidom, y mataron de ellos a dos mil hombres.” ( Jueces 20:45 RVR60).

 El número 5000 tiene también una connotación militar y esto se refuerza con este milagro, que también se menciona en el Evangelio de Marcos en el capítulo 6, donde dice que los hizo recostar en grupos de 50 y de 100. ¿Qué representan estos números? También se asocian a cuestiones militares. Vamos a leer 1 Samuel 8:12:

 “y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos, y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.” (1 Samuel 8:12 RVR60). 

Fíjense como no hay casualidades y cuando leemos la Biblia con otros ojos, encontramos estos paralelismos o como se conoce en hebreo “Gezerah shavá” (semejanza de términos).  Y, 2 Reyes 1:14:

 “He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea estimada ahora mi vida delante de tus ojos.” (2 Reyes 1:14 RVR60).

 Aquí es cuando iban detrás de Elías y cayó fuego, mandaban estas comisiones militares y mataban a todos. Así, los grupos de 50 y de 100, estaban relacionados con los soldados, la milicia y, finalmente, de la guerra, donde habrían de morir muchos de ellos. Entonces, lo que nos muestra también este mensaje y milagro que hace Yeshua es que, finalmente, Él vino a salvar y a no perder a nadie. Mientras la guerra cobra vidas, Él vino a rescatarlas y salvarlas. 

¿QUÉ REPRESENTAN LAS DOCE CESTAS DE PANES?  

Es obvio que las doce cestas de panes que se recogieron representan a las 12 tribus de Israel, que están siendo recogidas y alimentadas por el Mesías. Incluso dice en el pasaje de Juan 12 y 13: Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido”. Para que no se pierda nada, es lo que le preocupa a Yeshua como establece Juan 3:16:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16 RVR60).

 Esto también está respaldado en el Talmud en el tratado de Shabat, donde dice que está prohibido tirar o desperdiciar la comida. 

Yeshua también nos enseña aquí algo muy práctico, la comida que nos sobra la tiramos, cuando bien se puede regalar a otros en necesidad. Somos una sociedad muy consumista que desperdicia demasiados alimentos. Y en el pasaje leemos como Él pide que se recoja todo lo que sobró para que no se desperdicie nada. A veces en los restaurantes pides comida y te sobra y, en lugar de pedirla para llevar -porque te da pena-, se va a tirar a la basura. Esto es algo que hay que enseñarlo. Entonces, mientras en la guerra se perdían vidas, Yeshua dice: “que no se pierda nada”. 

Vamos a cerrar este pasaje con el verso 14, que dice: Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte, él solo”. Yeshua se retira porque no era el momento, ni llegaba la instancia, de que Él se manifestara todavía como el rey de Israel, pues necesitaba todavía dar su vida. Estaba en el primer rol profético de salvar a los que se habían perdido y, por ello, rechaza este momento de gloria. 

¿QUÉ APRENDEMOS DE ESTE MILAGRO?  

Aquí aprendemos muchas lecciones: Primero, nos damos cuenta de que debemos estar dispuestos a dar para poder ver un milagro. Si este muchacho y los discípulos no hubiesen estado dispuestos a dar, el momento hubiera pasado sin este acontecimiento. Es increíble ver un milagro, pero es más increíble ser parte de un milagro. Y yo creo que, Dios quiere que seamos parte de sus milagros, quiere que nos involucremos en esta vida, en ello y en servir a los demás. 

Algo que me habla mucho a mí es que ellos llegaron con cinco panes y dos peces solamente y regresaron con doce cestas llenas. Dice la Palabra que: “al que tiene se le dará más y, al que no tiene, aun lo poco que tiene le será quitado”. Así que nosotros decidimos de qué lado queremos estar. Si somos de los que dan, más se nos dará. Si somos de los que no dan, menos vamos a tener y menos nos va a alcanzar. Además, el verdadero trabajo de un “talmid” (discípulo, no es precisamente darles de comer como tal, el ejemplo que quería darles Yeshua era que debían estar dispuestos a servir a la gente. Y eso es lo que vino a hacer Yeshua, vino a dar su vida para rescatar a las tribus de Israel, que se dispersaron, que fueron exiliadas entre las naciones y ahora necesitan el alimento. Es ahí donde tú y yo debemos involucrarnos. Nosotros no somos los dadores del pan, pero podemos ir a Él quien se encargará de multiplicar el pan para que nosotros lo llevemos y entreguemos. 

Puede parecer exagerado, pero ¿cómo podemos alimentar a otros de ese pan de vida que es la Torá y de esos dos peces que son los pactos? Compartiendo de la Palabra, compartiendo los audios y videos, así como haciendo llegar las enseñanzas a otros. El alimento espiritual es la Palabra de Dios. Dijo Yeshua: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”. Y, así como a veces, nos duele el estómago o la cabeza de hambre. Así también se duele el espíritu por falta de alimento. No solo somos un cuerpo, tenemos un espíritu que Dios puso en nosotros y que debe ser alimentado. Y el único alimento que puede saciarlo es la Palabra de Dios. Olvídate de las religiones, porque eso no te va a llenar y tarde o temprano te vas a sentir con hambre. Solo la Palabra de Dios puede saciar nuestro corazón. 

Espero que este milagro te haya hecho reflexionar en el poder de Dios y del Mesías, en la misión profética que ahora nos toca a nosotros cumplir. 

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CategoríaMilagros
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