¿Porque Pablo no enseñó sobre Shabat (Día de Reposo)?

Una pregunta muy recurrente que viene a nuestra mente y corazón cuando estamos empezando a conocer de las Raíces Hebreas. El Shabat, es sin duda, uno de los mandamientos más importantes que podemos guardar. Uno de los que más se repite a lo largo de la Biblia. De hecho, si le pudiéramos llamar rito, sería el rito que más se repite en toda la Escritura. En los días de Yeshua, como hemos leído en los Evangelios, este tema suscita varias situaciones de controversia. Por tanto, es un tema muy importante que no podemos pasar por alto, como si no fuera un tema relevante para nuestras vidas y en nuestra relación con el Eterno. Entonces si llama la atención, ¿por qué Pablo no hizo un énfasis mayor en sus enseñanzas sobre este tema? Además, para colmo, en las cartas de Pablo, al mismo tiempo se le atribuye al mismo Apóstol, las razones para no guardar el Shabat.

SHABAT ES LA SOMBRA DE LO QUE HA DE VENIR

Este tipo de citas se utilizan como argumento para ya no guardar el Shabat. Leamos Colosenses 2:16-17 “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.” (RVR60). Hace una figura metafórica de esta enseñanza diciendo: hay una sombra: -la comida, bebida, días de fiesta, Rosh Jodesh (luna nueva) o shabat-, y un cuerpo: -el Mesías- que es la realidad. Entonces de ahí se argumenta que, si esos elementos son la sombra, pero ya está el cuerpo, por tanto, no se necesita la sombra. Para comenzar, debemos analizar más detenidamente este pasaje porque los tiempos no coinciden con el argumento. El Apóstol Pablo está diciendo que son la sombra de lo que HA de venir, es decir, en un tiempo futuro. Aunque Yeshua ya había muerto y resucitado, Pablo sigue viendo estos elementos como lo que HA de venir. Como si todavía no estuvieran. Es decir, Pablo no está pensando sobre la primera venida del Mesías, sino en la segunda venida de Él. Y esto, es muy importante aclararlo porque esta es la manera de desmenuzar este versículo y de derribar este argumento que se levanta en contra del shabat, como si el Apóstol hubiese dicho: NO al shabat, no a las fiestas, no a Rosh Jodesh, ya que no es así para él, porque Pablo no podía poner un fundamento diferente al que ya estaba antes, el cual es Moisés, la Ley, los Profetas y los Escritos.

Y, por otro lado, aún en este pasaje es ilógico el argumento de NO guardar shabat porque Yeshua es el cuerpo y esto es una sombra y no es posible separar un cuerpo de su sombra y quedarse con alguno de los dos únicamente, se necesitan de ambos. Porque no hay un cuerpo que no tenga sombra. Así, aunque el cuerpo sea Yeshua, su sombra sigue acompañándole porque Él sigue vivo, sigue aquí, es real y sigue proyectando lo que un día habrá de suceder. Espero que haya sido claro este versículo controversial, ya que Pablo NO enseña en este pasaje en contra del shabat, como comúnmente se interpreta dentro del cristianismo, donde los comentarios enseñan la idea de que Pablo anuló la enseñanza del shabat. No hay una evidencia textual que Pablo haya dedicado líneas y líneas sobre el shabat, pero si tenemos evidencias de su enseñanza y propia vida.

PABLO ENSEÑABA TORÁ, LO CUAL INCLUYE SHABAT

Lo que Pablo si enseñaba era la Torá, la ley de Moisés, la ley del Eterno, lo cual incluye el shabat. Vamos a leer otros ejemplos para dejar clara esta idea: Hechos 20:26-27 “Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.” (RVR60). Una pequeña muestra de lo que Pablo enseñaba sobre todo en la diáspora (dispersión), en específico a los Efesios a quienes pasó tres años enseñándoles de la Escritura completa y la Palabra de Dios. Él dice que está limpio de la sangre de todos, porque ya les ha enseñado todo lo que tenía que enseñarles. Lo más importante y relevante es: ¿qué Biblia usaba Pablo? No había otra Biblia para él, que no fuera: La ley de Moisés, los Profetas, los Escritos a lo que se le llama en hebreo Tanaj (tres secciones o partes que componen el Antiguo Testamento). Sería extraño que Pablo se saltara estas porciones si se basaba en ellos. Además, el shabat está en el cuarto lugar, dentro de los llamados “Diez Mandamientos”. Por tanto, Pablo no está diciendo: yo les enseñé de shabat, pero si está diciendo que les enseñó TODO el consejo de Dios.

Vamos un poco más atrás a Hechos 17:10-11 “Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.” (RVR60). Una vez más la base de la enseñanza de Pablo era corroborada por el Escritura. Si él hubiese enseñado en contra del shabat, el cual era aceptado universalmente por todos, de inmediato hubieran rechazado esa enseñanza. Estaban corroborando que lo que Pablo enseñara, no contradijera la Torá, los Escritos y los Profetas.

¿LA DOCTRINA DE PABLO?

¿Sería que Pablo tuviera una doctrina diferente?
Romanos 16:17 “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.” Pablo está hablando aquí de una enseñanza, de una Didaché (doctrina) que en griego significa: enseñar, una instrucción. La palabra Torá (instrucción) significa lo mismo. Así la palabra doctrina en griego en el Nuevo Testamento está conectada a la palabra Torá en hebreo en el Antiguo Testamento porque ambas significan lo mismo: instrucción. Si lo vemos con una perspectiva hebra, sabemos de qué está hablando Pablo aquí: los que enseñan en contra de la Torá. Ya desde los días de Pablo había gente que enseñaba cosas en contra de la Torá.
2 Tesalonicenses 2:15 “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.” La instrucción que se enseñó por la Palabra y por carta fueron lo mismo.

1 Timoteo 4:6, 16 “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. 16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” Recordemos que cuando Pablo le habla a Timoteo, era un joven varón que había sido enseñado en las Escrituras desde pequeño, es decir, en la Ley, los Profetas y los Escritos.
2 Timoteo 4:3-4 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” Ahora es una advertencia muy fuerte para Timoteo sobre lo que habría de suceder, así como en nuestros días. Cosas que llenan con emoción por un instante, pero no tienen sustento bíblico.

Tito 2:1 “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.” Pablo le está diciendo: “Vas a escuchar muchísimas cosas, la gente va a empezar a opinar y a enseñar doctrinas de aquí y de allá.” Pero tú, Tito, habla lo que sea sano, lo que esté de acuerdo con la Escritura, es decir, la sana doctrina y enseñanza.
Para resumir: La doctrina de Pablo no es otra que la doctrina de Moisés, la de los Escritos y los Profetas; la del Antiguo Testamento. Cuando Pablo le escribe a Timoteo y le dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”; NO le está diciendo: Timoteo, hijo mío en la fe, esta carta que yo te escribo está inspirada por Dios y va a estar en la Biblia. Ni siquiera Pablo sabía que así sería, pues no había un Nuevo Testamento para ese entonces. Pablo no tomaba como base de su enseñanza y llegaba a una sinagoga y decía: Abran mi carta a los Romanos o abran sus Biblia en mi carta a los Corintios. No decía nada de eso. Decía: vamos a leer el rollo del profeta Jeremías, leamos los Salmos, vamos a leer a los Profetas, la Torá de Moisés, etc. No se nos olvide este aspecto porque es muy importante, pues sólo así nos va a hacer sentido lo que Pablo enseñaba y con lo que tenemos que interpretar. Por tanto, Pablo no podía ir en contra de lo que ya estaba escrito, porque simplemente o lo apedreaban o lo expulsaban y lo hubiesen tachado de apóstata y no lo hubiesen aceptado nunca.

¿QUÉ ENSEÑABA PABLO CON SU PROPIA VIDA?

Si Pablo hubiese considerado que el shabat ya no era tan relevante y pensemos que viene un nuevo entendimiento a la vida de Pablo y Él se da cuenta que nuestro verdadero reposo es el Mesías, que Él es nuestro descanso, que en Yeshua tenemos shalom (paz) y ya podemos trabajar y prender fuego en sábado, ya podemos hacer lo que sea porque el sábado es como cualquier otro día y de ser el día “santo, apartado y bendecido por Dios”, de pronto es un día más. Si esto hubiera sido así, entonces Pablo se hubiese dado a la tarea de enseñarlo de una manera mucho más clara y evidente. Si vuelvo al pasaje de Colosenses 2:16 “que nadie les juzgue en comida, etc.” No se refiere a que te juzguen por no hacerlo, sino más bien que te juzguen porque sí lo haces. ¡Es lo contrario! Las palabras de Pablo hacia los colosenses van encaminadas a que: vamos a ser juzgados porque lo estamos haciendo efectivamente. Pero eso, ya depende de cada uno. Por eso, más adelante en la carta dice: Nadie les prive de vuestro premio. Porque hay una recompensa también.El cómo lo haces es el meollo de este pasaje. No es si se practica o no se practica, ya que Pablo lo da por hecho. Lo que sí es relevante es que los gentiles empezaran a guardar los días de fiesta, la luna nueva, el día de reposo, etc. Entonces a lo que los anima es a que no permitan que nadie los juzgue al hacerlo. Ya sean judíos, prosélitos legalistas, ya que es muy fácil juzgarnos unos a otros en cómo guardamos el shabat, cómo practicamos el Rosh Jodesh, etc. Hazlo sin añadir doctrinas extras. El temor de Pablo era a la inversa, que los colosenses al sentirse menospreciados por no guardar o practicar como lo hacían los judíos creyentes con muchos años de experiencia, se sintieran agüitados, entristecidos y no lo hicieran, pues lo importante era empezar a hacerlo. Entonces en su vida Pablo tampoco dio evidencia de haber cambiado de opinión con respecto al shabat.

Vamos a leer tres ejemplos de esto: Hechos 13:14 “Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron.” Si Pablo no hubiese considerado que el shabat es importante, definitivamente no estaría llegando un sábado a la sinagoga porque hubiese considerado que ese no era ya el día del Señor ni un día que habría de guardar. Con sus hechos transmite un mensaje muy claro a todos los judíos y gentiles, pero al entrar un sábado en la sinagoga, es una confirmación de que él no había cambiado nada. Hechos 13:42-44 “Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas. Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios.” El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios. Este pasaje es muy relevante porque muchos dirán: Bueno, Pablo fue a la sinagoga el sábado porque es el día que se congregan los judíos y él le quiere compartir a ellos de Yeshua, pero los gentiles también le pedían que compartiera el siguiente día de reposo la Palabra de Dios. Tanto judíos como gentiles se juntaron el siguiente shabat. La respuesta más clara, a nuestra pregunta de hoy, es…

¡POR QUE NO ERA NECESARIO ENSEÑAR LO QUE ESTABA UNIVERSALMENTE ACEPTADO TANTO POR JUDÍOS COMO POR GENTILES!

¿Para qué invertir un tiempo y espacio en algo tan costoso y limitado como escribir un sefer (rollo)? En aquellos días era casi un lujo hacerlo. No es como el día de hoy, estamos casi en otro mundo con respecto de la escritura. Cada vez que decidían escribir, debían pensar detenidamente cada palabra y letra, no solo para que cupiera sino porque además implicaba un costo. Entonces, Pablo no iba a desperdiciar los pergaminos o los rollos enseñando algo que ya estaba claramente escrito y que era universalmente aceptado.

Vamos a dar respuesta a la pregunta con otro versículo más, que me parece es el más contundente sobre por qué Pablo no enseñó sobre shabat particularmente a los gentiles. Hechos 15:21 “Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.” (RVR60). En este capítulo se inicia una controversia por el tema de la circuncisión entre Pablo y algunos fariseos quienes decían que tenía que realizarse de cierta manera y si no se hacía así, ni siquiera sería salva la persona. Pablo y Bernabé comienzan esta discusión que termina en una disputa en Jerusalén con el Sanedrín de Yeshua: están Pablo, Bernabé, Yacob (el hermano de Yeshua), Juan, Pedro, en fin. Están reunidos todos los apóstoles ahí para discutir lo que se va a hacer con todos los gentiles que se están acercando a las sinagogas, a la Torá, al Señor. Porque en aquellos días quienes tenían el conocimiento y el testimonio de quién era Dios, eran sólo los judíos. Pero la evidencia está apuntando a que también los gentiles pueden ser parte de este tesoro y de esta riqueza. Así que ellos debaten y discuten sobre lo que debe hacerse con esta gente, pues primero habría que “kasherizarlos” (volverlos aptos), -darles una bañadita-. Se preguntaban: ¿Pues cómo sabemos quiénes están realmente convertidos? ¿Cómo sabemos que realmente quieren servir al Señor? ¿Qué tal si nos vuelven a perseguir como ha sucedido en otras ocasiones? Entonces se pone de pie Yacob (Santiago) y tome la palabra y conecta lo que está sucediendo con las palabras del profeta Amós, diciendo: Este es el cumplimiento de que Dios habría de traer de vuelta a su pueblo. No sólo son gentiles. Lo queramos o no, ellos son parte de nuestro pueblo, sólo que se asimilaron y se perdieron y ahora les llamamos gentiles. ¿Cómo podemos hacer que se acerquen? ¿Por dónde debemos comenzar? Porque lo importante es que entren y que no les pongamos tropiezo.

Entonces les da 4 preceptos para arrancar y poder tener comunión en las comidas, en las fiestas, en los días de reposo, en el Templo, diciendo: Que se aparten de fornicación, de ahogado, de sangre, de ídolos y continúa con el versículo 21 del capítulo 15, que hemos leído. La pregunta que les hago yo a ustedes es: ¿A dónde iban los gentiles a aprender? ¿En qué lugar podrían aprender los gentiles del Dios de Israel, del Dios de la Biblia? Exactamente en las sinagogas. Porque no hay ciudad que no las tenga, donde Moisés es leído desde tiempos antiguos. Entonces lo que sucedería es que, así como cada gentil acudiera a la sinagoga, eventualmente iría aprendiendo. Por ello, aquí no hay ninguna discusión, porque no es necesario, sobre el día que aprenderían los gentiles, ya que todos, absolutamente todos, iban a las sinagogas para aprender en el único día que se reunían para estudiar: el shabat. Por ello, repito una vez más: Pablo no necesita enseñar sobre lo que estaba ya universalmente aceptado, tanto por judíos como gentiles. El énfasis y el mensaje principal de Pablo en su momento fue: sobre Yeshua el Mesías y el plan de salvación.

No necesitaba enseñar lo que ya estaba escrito y era básico. Desde los días de Isaías en el capítulo 56, los judíos y los gentiles reconocían que el shabat era el único día de reposo y que era día santo al Eterno desde la creación del mundo. Y Dios prometió que si aun un eunuco o un hijo de extranjero quería servir al Eterno y guardaba el shabat: Él lo iba a aceptar. Isaías 56:6-8 “Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. Dice Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados.” (RVR60). Desde este tiempo los gentiles aceptaban, guardaban y reconocían el día de reposo, es decir shabat. Incluso hay unas Biblias que tienen un asterisco en la palabra día de reposo y luego viene una nota que dice: Aquí equivale a sábado. ¡Está clarísimo! Y además este pasaje habla de los que estaban dispersos y ahora el Señor los va a juntar. No era tan complicado en aquellos días el shabat como hoy que se han construido una serie de normas y otras cosas. Realmente la esencia, práctica y la validez del shabat, nunca ha cambiado.

¿QUIÉN CAMBIÓ EL SÁBADO POR EL DOMINGO?

¿Cuándo cambió este día y quién lo hizo? Vamos a dar una respuesta extra a esta pregunta y se los quiero leer de manera literal, aunque hay mucha información en internet sobre este tema y aunque no tengan que ver con lo religioso, simplemente el testimonio de la historia documenta quién y dónde se hizo este cambio con datos específicos. Incluso, dentro de la literatura católica hay esta aceptación abierta, de que fueron ellos los que cambiaron el sábado por el domingo.

Fuente: www.bbc.com dice textualmente: El 7 de marzo de 321 d.M.: El emperador Constantino el Grande, emitió un edicto declarando que el domingo tenía que ser el día de descanso diciendo: En el venerable día del sol, que los magistrados y las personas que residan en las ciudades descansen y que todos los talleres cierren. Como todos los políticos exitosos, Constantino era un maestro de la ambigüedad y su edicto mantenía un delicado equilibrio entre los principios religiosos y el pragmatismo económico. Si bien, hoy se le recuerda como el primer Emperador cristiano, estaba también asociado con el culto del Sol Invictus (“Sol victorioso”), que aparecía hasta en sus monedas. Elegir el domingo como día de descanso tenía mucho sentido políticamente, aunque nominalmente era un día de trabajo, ya había cristianos en todo el Imperio que dedicaban el domingo al culto religioso. Aunque los que vivían en Alejandría y Roma tendían a preferir el sábado (Shabat) como los judíos. Más importante era que la mayoría de los NO cristianos consideraban el domingo como un día especial, pues usualmente era el día de pago y también era día especial del sol invicto y era particularmente atractivo para las clases altas senatoriales. De hecho, Constantino mismo, aunque promovió activamente la iglesia cristiana, durante toda su vida reconoció al sol invictus como un dios. Solo fue bautizado en la fe cristiana en su lecho de muerte y hasta el día de hoy continúa el debate sobre si fue un verdadero converso o se aprovechó de la iglesia como una fuerza unificadora. No todos los cristianos recibieron con beneplácito el edicto de Constantino y siglos después todavía había grupos que preferían el sábado -y todavía los hay-. Tanto así, que en el sínodo de la Odisea que tuvo lugar alrededor del año 363-364 d.M., incluye el canon 29 que dice: Los cristianos no deberían judaizarse descansando en el sábado, sino trabajar en ese día en lugar de honrarlo como día del Señor y si pueden entonces descansar como cristianos. Aquellos que afirmaran seguir a Cristo, ya no obedecerían, serían considerados anatema, es decir, serían maldecidos, excluidos y rechazados como miembros de la comunidad por seguir guardando el sábado. Con el cambio de celebración de sábado a domingo se adoptó un nuevo término: el día del Señor o diez dominicus. De ahí la palabra domingo en español o Sunday (día del sol) en inglés.

Sol Invictus, era el dios sol oficial del Imperio Romano tardío y patrón de los soldados. El 25 de diciembre de 274 d.M., el emperador romano Aureliano la convirtió en religión oficial junto con los cultos romanos tradicionales. No es casualidad la fecha. Si respondiéramos con una fecha: ¿cuándo cambió el sábado a domingo de manera oficial? El emperador Constantino lo hizo el 7 de marzo del año 321 d.M.
Así que si hoy Pablo o Yeshua, caminaran entre nosotros, no buscarían el congregarse un domingo. Más bien, les sorprendería que estén haciendo un culto el domingo, diciendo que es para el Dios de Israel. Efectivamente las cosas cambiaron y no lo hicieron por designio de Dios, cambiaron por designio del hombre. El hecho de que millones de personas guarden el domingo no es una muestra de obediencia a la Palabra de Dios, sino una muestra de obediencia al edicto de Constantino, el emperador católico romano. “Nunca es tarde para cambiar”. Y dicen que es de sabios cambiar de opinión para corregir y regresar al modelo original.

Yo quiero invitarte a que, si tú estás leyendo esto por primera vez, no tengas temor, porque mucho de lo que hemos hecho, lo hemos hecho por ignorancia o porque así fuimos enseñados o porque no teníamos las evidencias. Pero hoy más que nunca ya tenemos las respuestas y evidencias de que el día sagrado, el día santo y el día del Señor es el shabat. Y Yeshua mismo lo dijo: “Yo soy el Señor del día de reposo”. No dijo: “Yo soy el Señor del domingo”. Y tampoco como se cree comúnmente, porque Yeshua haya resucitado en domingo, significa que esto haya cambiado. Ya que técnicamente Yeshua resucitó un sábado al anochecer, que además es el inicio del primer día de la semana.

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