El Precepto de rescatar al hijo primogénito.

 Todo lo que abre matriz, de toda carne que ofrecerán al Señor, así de hombres como de animales, será tuyo; pero harás que se redima el primogénito del hombre; también harás redimir el primogénito de animal inmundo. De un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme a tu estimación, por el precio de cinco siclos, conforme al siclo del santuario, que es de veinte geras. (Números 18:15-16 RV60).

Explicación del mandamiento:

Este capítulo refiere a las indicaciones particulares para los levitas y los sacerdotes.

En términos actuales dentro del judaísmo estos dos versículos hacen referencia a una ceremonia que se conoce como el Pidión Haben, rescate del primogénito, es necesario hacer un poco de historia, porque es muy interesante lo que nos enseña este mandamiento, la historia nos dice que originalmente todos los primogénitos estaban destinados a ser Cohanim , que significa sacerdotes, este era el plan original, todos los primogénitos serían sacerdotes, iba a haber sacerdotes en todas las tribus, pero acontece el evento del pasaje del becerro de oro en el que al entregarles Dios la torá, el pueblo prácticamente se aparta hacia la idolatría por lo que se produce un cambio, ahora los Levitas serían los sacerdotes porque, además, fue la tribu que se mantuvo en santidad, que no se fue tras la idolatría, no se descarriaron y los primogénitos perderían el estatus de Cohen.

Técnicamente, surge un problema, ya que el primogénito es un cohen cuyo potencial no puede ser realizado, por lo que tiene que ser sustituido por un sacerdote de la tribu de Leví, o sea que, formalmente, este bebé primogénito por cuanto no es un cohen, un levita, no puede ser un sacerdote, no puede ejercer el oficio de sacerdote, tiene que ser redimido para que una persona de la tribu de Leví tome este lugar. Dios lo puso de una manera muy peculiar porque lo hizo a través del factor económico más que nada como algo simbólico, pero importante, el padre del bebé ofrece al kohen un valor redentor de 5 monedas de plata por este niño. Básicamente, la idea de rescatar al primogénito es por dos razones:

1- Por cuanto no puede ejercer el oficio de sacerdocio. Si un extraño, es decir, un no levita entrará al templo y empezará a ejercer estos servicios, en aquellos días, podrían quizás matarlo, expulsarlo ya que está prohibido, justamente el mandamiento dice que ningún extraño puede participar en el servicio del templo refiriéndose a toda persona que no fuera de la tribu de Leví, ya que estos no podían cederle sus actividades, su responsabilidad a otra persona de otra tribu; o sea que una persona que tiene el potencial de ser sacerdote técnicamente lo es, pero no puede ejercer porque hubo un cambio. El Pr. Omar Morado comparte una opinión personal refiriéndose a que “va a volver a resurgir este sacerdocio de primogénitos por medio del sacerdocio de Melquisedec, o sea de este otro sacerdocio que viene antes de la tribu de Leví, si bien aún no ha llegado ese momento como tal, probablemente esto se dará cuando ya efectivamente El Mesías vuelva”, para muchos esto si tiene ciertas bases bíblicas en el libro de la carta a los hebreos donde dice que somos sacerdotes, que Yeshua es sacerdote según el orden de Melquisedec, quien a ministrado en el templo celestial como un sacerdote no bajo el orden de Leví sino bajo el orden de Melquisedec.

La 2° razón es que en los días del templo el padre daba 5 shekels (5 monedas de plata) al sacerdote después de 30 días de haber nacido su hijo, porque se daba por hecho que si el bebé ya vivió 30 días, va a sobrevivir, pasando el mes este hijo vivirá y, por lo tanto, necesita ser rescatado porque Dios no acepta sacrificios humanos y porque Dios no lo aceptaría en el templo como sacerdote porque además no sería de la tribu de Leví. Estas dos son las razones principales y también podríamos decir que la intención de Dios con este mandamiento es mostrarnos que los primogénitos son de Él al fin y al cabo, que todo es suyo, como afirma el libro de Números 3:13:

“Porque mío es todo primogénito desde el día que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel así de hombres como de animales míos serán, yo Adonai “(Números 3:13 RV60).

Dios dijo todo primogénito es mío, porque yo lo salvé en Egipto, por cuanto yo salvé a todos tus primogénitos, todos me pertenecen como una deuda de sangre, ahora son míos, son para mí, pero Dios no acepta sacrificios humanos, entonces, la regla general es que todos los primogénitos de los animales kosher de toda criatura son de Dios, pero la sangre del hombre como tal no es aceptada, no acepta sacrificios humanos por lo que estaríamos nuevamente en un aparente conflicto, ¿cómo se soluciona?- diciendo: Tienes que rescatarlo. Hay un mandamiento como el que estamos leyendo: Rescatar al hijo primogénito
.
Aunque en la actualidad no hay un templo, no hay sacerdotes o sacerdocio levítico como tal, parte de este mandamiento lo que nos quiere enseñar Dios es que todo es de Él, reconocemos que aun nuestros hijos son suyos, generalmente lo primero es lo que más apreciamos, no quiere decir que amemos más al primer hijo, pero si es por supuesto una experiencia muy especial, es única y particular, lo primero en cierta forma implica lo mejor en ese sentido y lo que dice aquí Dios: Esto es mío, pero te doy la oportunidad de rescatarlo y así como en muchos casos, lo podemos trasladar, por ejemplo, a la vida diaria, ya que no podemos usar algo hasta que lo compramos y recién podemos usarlo.

Dios nos lleva a esto, a recordar la muerte de los primogénitos que Él rescató, nos Recuerda que todo le pertenece a él, que todo es suyo. Por otro lado, esas son las primicias y las primicias implican lo mejor.

Generalmente surgen algunos interrogantes:

Si estas primicias eran para el Eterno: Todo el texto de Números 18 refiere a las donaciones y las ofrendas que se llevaban al templo para los sacerdotes. Por lo tanto, si le lleváramos un niño a un sacerdote levita no lo podría recibir, ya que hay que rescatarlo, es como el Brit Mila cuando sabes que estás esperando un varón, pues ya sabes que vas a tener que, si es necesario, ahorrar la cantidad de dinero que tenga que ser, pero lo tienes que circuncidar al octavo día sí o sí.

En este caso en los días del templo también los primogénitos debían de ser rescatados, sí o sí, porque no había otra manera, otra opción u otra forma de resolver este aparente conflicto, es una aparente contradicción, Dios dice: Todos estos primogénitos son míos, tráiganmelos al templo o acá se van al altar, por otro lado, no acepta sacrificios humanos, ¿cómo lo resolvemos? En medio te dice: Rescátalo y lo tienes que rescatar.

Hoy en día se lleva a cabo una ceremonia que en hebreo se conoce como Pidión Haben, se realiza en las sinagogas e incluso a veces en los hogares, pero principalmente se hace de forma pública en la sinagoga por supuesto que no en las mismas condiciones que había en los días del templo, en los días del Tabernáculo, aun así es bueno que se rescate la esencia y la idea principal de esto hasta el día de hoy ¿de qué manera?, lo ideal es que la ceremonia del Pidión Haben la realizara un verdadero levita o algún Cohen, entre algunos judíos sigue existiendo este apellido identificado plenamente como un apellido judío y atribuido precisamente a los sacerdotes como es su significado.

Unos se apellidan así, aunque no vivan como cohen, al menos por linaje, podríamos considerar que lo son. En algunos casos lo lleva a cabo el rabino, un representante del sacerdocio y de la autoridad de Dios, del Dios mismo, en esta ceremonia lo ideal es que lo hiciera un Levita, un cohen, hay que buscar cinco monedas de plata que contengan entre el noventa y seis y ciento diez gramos de plata, es un estimado que se hacía de lo que implicaban en aquellos días estás monedas ¿por qué de plata?

Porque la plata representa La redención y es un elemento significativo y mejor para esta ceremonia, algunos la trasladan a un monto económico actual, ya que hoy en día no hay monedas de plata, el bebé debe de tener al menos los 30 días cumplidos y generalmente estás ceremonias no se hacen en Shabat, de ser así se pospone para el otro día, la ceremonia se hace en un contexto de una comida festiva, reuniendo a la familia, a los amigos compartiendo cómo debemos reflexionar en lo que implica esto y el significado que tiene Para nuestras vidas.
La ceremonia se podría describir así: Generalmente, al bebé se lo coloca en una bandeja que a veces es de plata o en un pequeño cojín adornado, se le presenta al Cohen procediendo al siguiente diálogo:

Cohen -¿Este es tu hijo primogénito?

Padre responde: -Si

Cohen: -¿Qué prefieres darme a tu primogénito o redimirlo, qué es más preciado, tu hijo o estas monedas de plata?, evidentemente es una pregunta retórica, ya que la Torá requiere que el padre redime al hijo, también es una reflexión en ese momento para que el padre piense que en la vida siempre debe de poner primero a su hijo que a las cosas materiales, que al dinero, que a su trabajo; hay padres que sin darse cuenta sacrifican demasiado, hacen demasiado por el dinero en lugar de por sus hijos, esta idea que se plantea dentro de la ceremonia es muy poderosa.

El Cohen ahora se dirige a la mamá y le pregunta: ¿Este es tu hijo primogénito, quizás diste a luz otro hijo antes de este o quizás tuviste un aborto anterior. Y la madre responde:- Este es mi hijo primogénito antes de él no di a luz a otro ni tuve ningún aborto.

El Cohen declara: Este hijo es primogénito y el santo bendito les ha ordenado rescatarlo monetariamente como se declara, los que serán redimidos, los redimirás de la edad de un mes conforme a su devaluación cinco siclos de plata según el siclo del santuario que es de 20 geras.

Se dirige ahora al bebe diciendo:- Cuando estabas en las entrañas de tu madre, estabas bajo la potestad de tu padre celestial, de tu padre y de tu madre, pero ahora estás bajo mi potestad, porque yo soy Cohen y tu padre y madre quieren rescatarte porque tú eres un primogénito consagrado, pues así está escrito: El Eterno habla Moshe, para decir consagra a mí todo primogénito, todo el que abra matriz de los hijos de Israel, tanto en los hombres como de los animales (Éxodo 13: 1), el padre toma en su mano el dinero o su equivalente y declara yo deseo rescatarlo, ya que así está escrito en la Torá ciertamente redimirás a todo primogénito de todo ser humano los que serán Redimidos, los Redimirás de la edad de un mes conforme a su evaluación 5 siclos de plata según el siclo del santuario que es de 20 Geras (Números 18: 15-16).

La ceremonia continúa y entonces el padre recita dos bendiciones: Bendito eres tu eterno Dios nuestro rey del universo que nos ha santificado con sus mandamientos y nos instruyó acerca de La redención del hijo primogénito y bendito eres tu eterno Dios nuestro rey del universo quien nos ha mantenido con vida, nos ha sostenido y nos ha hecho llegar a este momento.

El padre entrega las monedas o el equivalente de estas monedas Al que está oficiando, al rabino o al levita o al Cohen y declara Este es el rescate de mi hijo primogénito. El cohen recibe el dinero y declara recibo de ti estos 5 siclos de plata por el rescate de este hijo tuyo por medio de ellos él queda ahora rescatado conforme a la ley de Moshé y de Israel, el cohen toma las monedas de plata, las pasa por encima de la cabeza del bebé y dice esto está en el lugar de obras, esto, se cambia esto por esto, ya no es sagrado por esto. Esto va a hacer el sacerdote, y este niño debe volver a la vida y a la torá y al temor del cielo, que sea así su voluntad, que cuando así como vino. La redención también venga la Torá al matrimonio y a las buenas obras, y digamos:- Amén.

Ceremonia:

La ceremonia concluye prácticamente de dos maneras: El Cohen coloca las manos sobre la cabeza del bebé y lo bendice con alguna oración, con algún rezo, con la bendición sacerdotal, finalmente se recita la bendición: “Sobre el fruto de La Vid bendito eres tu eterno Dios nuestro, Rey del universo, creador del fruto de La Vid” se toma de la copa y prácticamente termina la ceremonia. La tradición judía, dice que la madre del bebé vista el mismo traje de novia que usó en su boda y al recién nacido lo visten de rojo (se desconoce el porqué de esta tradición).

Que esta ceremonia continúe en la actualidad es una forma simbólica, aunque no haya templo, de tomar conciencia de todo lo que esto implica. ¿Quién puede hacer Pidión Haben? También hay ciertas reglas, ciertas estipulaciones basadas en la tradición, porque aunque aquí dice técnicamente, todo el que abre matriz no significa el primer parto, sino que se considera aquel que ocupa la matriz por primera vez, no que ocupa el útero de la madre, ese es el verdadero primogénito. Entonces, en la tradición judía, ¿qué requisitos se estipulan?

Tampoco son una cuestión imposible, pero si hay estos requisitos, lo primero es que la madre sea en este caso Judía en la idea de que sea creyente, que acepte y crea en la Torá. Que nunca haya tenido un bebé antes de ninguna manera. El segundo requisito es que el bebé haya nacido por parto natural, no por cesárea, que la mamá no haya tenido ningún tipo de aborto, ya sea involuntario o provocado, aun así, siendo involuntario, se considera que queda excluida en este caso excluido el bebé, también queda excluido el bebé si el padre o la madre son kohen no lo pueden redimir porque ya automáticamente estaban dedicados, no para sacrificio, sino por ejemplo, en aquellos días un primogénito levita no tenía opción de escoger, ya estaba consagrado, ya estaba dedicado, estaba para ellos.

Finalmente, dado que la mitzvá se aplica a todo hijo que abre el vientre materno, este también podría aplicarse un Pidión Haben y ser necesario en caso de un segundo matrimonio del padre; un varón se pudo haber casado no tener hijos en su primer matrimonio, se vuelve a casar y ahí si tiene un bebé, este sería un primogénito, ahí sí se haría Pidión Haben aunque haya sido un segundo matrimonio. Seguramente la pregunta, es ¿Qué pasa con las mujeres?, se considera por tradición que se refiere única y exclusivamente al varón porque estamos hablando que quiénes eran llamados a ejercer el sacerdocio eran solo los varones, no las mujeres, no había sacerdotisas.

En Lucas 2:22 dice que llevaron a Yeshua a presentarse al templo:

“Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos conforme a la ley de Moshé le trajeron a Yerushalayim para presentarle al señor, cómo está escrito en la ley del Señor todo varón que abriere la matriz era llamado Santo al Señor y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor un par de Tórtolas o dos palominos” (Lucas 2:22 RV60).

O sea que llevan a Yeshua al templo, lo presentan y de cierta manera, como dice aquí, es una dedicación por qué fue el varón que abrió matriz, así que aunque la Torá deja un poco más abierto el término que puede ser hombre o mujer tal vez, en Lucas como que si se cierra y se interpreta diciendo es varón, la otra razón es la que tiene que ver con el aspecto de que los sacerdotes varones eran los que eran llamados al servicio en el templo y no así las mujeres para ministrar directamente, sino llamadas para ministrar en sus casas apoyando a sus esposos.

No todas las familias cumplen con estos requisitos, sino una minoría para hacer Pidión Haven, la iniciativa surge de los padres para llevar a cabo esta ceremonia.

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