La prohibición de rescatar la primera cría de un animal ritualmente puro.

No todos los animales calificaban como animal Kosher (que significa apto, puro o limpio), como un animal propio para el sacrificio.

“Mas el primogénito de vaca, el primogénito de oveja y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son; la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida en olor grato al Señor. Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la ofrenda mecida y como la espaldilla derecha, será tuya”. (Números 18:17 RV60).

Explicación del mandamiento:

Aquí no puedes rescatar la primera cría porque el eterno dice: Esto es mío, lo que ya se ha repetido en otros pasajes, la idea de las primicias es que, lo primero es para Dios.

Deuteronomio 15:19:

“Consagrarás al Eterno, tu Dios todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no te servirás del primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas. (Deuteronomio 15:19 RV60).2

Éxodo 34:19:

“Todo primer nacido, mío es; y de tu ganado toda primogénito de vaca o de oveja que sea macho. (Éxodo 34:19 RV60).”

Levítico 27:26:

“Pero el primogénito de los animales que por la primogenitura del Señor nadie lo dedicara, sea buey u oveja del señor es. (Levítico 27:26 RV60).”

Ya los apartó Dios a los animales desde el principio para sí, a excepción que no calificaran como Kosher, que nacieran con algún defecto, Él los descalificará porque todo es suyo, le pertenece y tenemos que estar conscientes de esto, si todo es suyo tenemos que estar dispuestos a dárselo no dejarlo como una parte en el corazón o sea que a la hora de darle lo que le pertenece no estaremos buscando pretextos. ¿Qué dice Dios? Que estos animales serían como la materia prima y digámoslo así de La redención.

¿Con qué se va a redimir?

Por medio de estos sacrificios, así lo ordenó Dios, aunque nos parezca raro, es la forma en que Él lo estipuló, ¿Qué se puede aprovechar? La carne, hay que reflexionar que si realmente creemos que todo es de Dios, todo es para Él. Dios no nos pide tanto, aunque esto suene fuerte porque este animalito Kosher daría muchos más, Dios está diciendo: “Dame a mí lo primero y todos los demás que nazcan serán tuyos, de eso se tratan las primicias”.

En alusión al tema y dando una razón interesante de pensar y creer esto, dice Romanos 11:16:

“Si las primicias son santas (no solo porque sean primicias automáticamente eran santas sino cuando se llevaban al templo, cuando se consagraban, cuando se la daban a Dios) lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas”. (Romanos 11:16 RV60).

O sea que todo lo demás también quedaba santificado, apartado, bendecido), a larga esta es la mejor inversión que los hombres de esta época podían hacer, darle al Dios uno de estos animales, el primero que naciera le garantizaba que todos los demás que iban a nacer, estarían bendecidos, iban a prosperar, les iría bien.

Proverbio 3:9 dice:

“Honra al señor con tus bienes y con la Primicia de todos tus frutos (Proverbio 3:9 RV60)”.

Conclusión:

A veces se hace demasiado énfasis en darle a Dios, pero si somos verdaderamente honestos los primeros beneficiados de darle al Eterno somos nosotros mismos, así que en lo que podamos y nos corresponde darle, lo hagamos de todo corazón, lo hagamos con fe, creyendo que si nosotros damos esta parte que le corresponde a Él como Primicia El Eterno bendecirá el resto y reconocemos de esta forma tanto en nuestra vida como para los demás que Él es el primer lugar efectivamente.

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