Mandamiento 1 – Procrear

Génesis 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

El propósito del mandamiento

Procrear es traer la vida al mundo. El Eterno es vida, por lo tanto, la presencia Divina llena el mundo y le bendice. Dios creó la tierra con el propósito de que fuera habitada por sus hijos, por su creación, pero tenía que llenarse. Se dice que el mundo es pequeño, en realidad el mundo es un espacio inmenso, es un espacio suficientemente grande. ¿Por qué estamos a veces tan estrechos? Porque tendemos a amontonarnos, pero el mandamiento era: Expándanse, llenen toda la tierra, vayan a todas partes. En aquel tiempo la tierra tenía una sola temperatura, no había estos cambios climatológicos como las estaciones: invierno, verano, otoño y primavera. La tierra era abundante para todos, así que no importaba prácticamente en dónde vivieras, eran las mismas condiciones a dónde fueras. Así que ese era el propósito y la esencia de este mandamiento, preservar la vida, que no se limitara, y llenar toda la tierra de ello. Crear una cadena de generaciones, que conociera y viviera en la presencia del Eterno. Cuando este mandamiento fue dado, todavía no venía la caída de Adán y Eva. ¿Qué quiere decir?, que ellos estaban en presencia de Dios continuamente. Al Cumplir esta Mitzvah, estamos Imitando a nuestro Padre, estamos siendo socios con Él. Porque este es uno de los mandamientos muy especiales en los que nosotros nos asociamos con Dios, podemos ser socios de Dios, ¿de qué manera?, al dar también vida. El hombre, la mujer y Dios, se necesita de estos tres para producir esta vida. Este mandamiento está correlacionado, también, con el cumplimiento del resto de los mandamientos.

Mateo 24:12: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”

Dice Yeshúa, que por haberse multiplicado la anomia (maldad), el amor de muchos se iba a enfriar. Es decir, por haberse multiplicado la transgresión de los mandamientos, el amor menguará hasta el enfriamiento. Una de las ideas más populares dentro del humanismo y dentro de la gente joven es el deseo de no tener hijos. Países en Europa como: España, Inglaterra, y Francia, tienen una taza de nacimiento sumamente baja. De hecho, países como España, la tasa es de menos de un solo nacimiento por cada pareja; quiere decir que está decreciendo la población en estos países. La gente ya no quiere tener hijos. De hecho, el gobierno les paga, les da incentivos para que la gente tenga más hijos. Se les apoya con la educación de sus hijos, se les otorgan muchísimas vacaciones a los padres y a la madre, etcétera.

Entonces vemos que por haberse multiplicado la maldad, la falta de mandamientos, el amor va a decrecer. La naturaleza humana es la multiplicación, generar y producir vida, para eso está hecho el hombre. Lo normal es que el hombre desee tener hijos, desee tener descendencia y por eso dentro de los Judíos esto es algo muy claro y por ello, y por lo general tienen muchos hijos.

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Deuteronomio 7:11-14 “Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando que hoy cumplas, y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puestos por obra, el Señor tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres y te amará te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, de tu grano tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas en la tierra que juró a tus Padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos, no habrá en ti varón, ni hembra estéril, ni en tus ganados.” RVR60

Entonces Dios te da el mandamiento y te ayuda a con el resto de los mandamientos a guardar este mandamiento en sí. Y para los que tenemos esa bendición, es algo que yo les puedo obviamente recomendar no solamente por el hecho de ser un mandamiento, sino para que te des cuenta de que cuando tú guardas, tú eres el que más se bendice. No cabe duda que los hijos son posiblemente la bendición más grande que el Señor nos pueda otorgar.

Relación entre mandamientos

Hay mandamientos que están correlacionados con el guardar el resto de los mandamientos, como es el caso de Deuteronomio 28. Está hablando de todas las bendiciones, de todo lo que iba a suceder como consecuencia de guardar los mandamientos.

Deuteronomio 28:1-4. “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz del Señor tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz del Señor tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.” RVR60.

Así que este mandamiento de procrear, no implicaba nada más al ser humano, sino que también se extendía para los animales, por eso está prohibida la castración.

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Deuteronomio 28:11. “Y te hará el Señor sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que el Señor juró a tus Padres, que te habría de dar.” RVR60

Dice: sobreabundar en bienes y en el fruto de tu vientre. Uno de los principales temores por los que la gente no se anima a tener más hijos es el pensar: “no me va a alcanzar”. Generalmente, decimos: es que los hijos son muy caros, y lo son, pero lo que dice aquí es que cuando tu oyeres atentamente la voz del Señor tu Dios para guardar y poner por obra los mandamientos, el Señor te va a abundar en bienes, el Señor te va a dar lo suficiente primero, para que entonces sostengas esos hijos. ¿Quién será el principal interesado en que esos hijos estén bien y no les falte nada?, exactamente, el Eterno. Dicen las Escrituras que si nosotros siendo malos sabemos dar buenas cosas a nuestros hijos, cuanto más dará Dios a aquellos que se lo pidan, a aquellos que estén conforme a su voluntad, y Dios siempre nos va a ayudar a hacer su voluntad.

Hay un dicho que dice que la bendición viene por los hijos. Muchos Judíos lo ven, al contrario, ellos dicen: “voy a tener hijos y Dios me tiene que bendecir”. Y aunque suena un poco a negocio, en realidad lo es. Tú le das hijos a Dios, y Dios te va a dar a ti lo suficiente, para que entonces a esos hijos no les falte nada. Entonces tú das y Dios te va a dar más, y esto es un paso de fe, evidentemente. También tiene que ver con las diferentes situaciones como; aspectos de salud, casos por ejemplo hay gente que se ha hecho eunuco (privación de los genitales externos masculinos de forma total o parcial) por el Reino de los cielos. Hay personas que en su corazón han dispuesto guardarse para el Señor y mantenerse al margen, con tal de hacer otra obra; estas son ya cuestiones muy específicas.

Conclusión:

Este es el primer mandamiento: Procrear; ser fructífero y multiplicarse. Esa es la naturaleza de todo ser que creó Dios, multiplicarse, dar, reproducirse y al mismo tiempo generar la presencia de Dios en toda la tierra. ¿Por qué? Porque al llenarse la tierra de los hijos de Dios, se va a llenar la tierra de la plenitud del conocimiento de su palabra y de quién es el Eterno.

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  1. 24 mayo 2023

    Dios los bendiga, desearía recibir los 613 mandamientos de su estudio. Gracias

    • 29 mayo 2023

      Shalom Edison, ya los debes tener en tu correo.

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