Prohibición de odiar a otra persona de la comunidad.

Introducción:

Este mandamiento lo encontramos en Levítico 19:17, este mandamiento habla acerca de nuestros sentimientos, habla acerca de las cuestiones internas de nuestro corazón.

“No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo para que no participes de su pecado. (Levítico 19:17 RV60)”

¿Cuál consideras que son los sentimientos más fuertes que tenemos como seres humanos?  ¿El amor y el odio tal vez? ¿Los dos extremos? ¿Por un lado, el amor y en el otro extremo el odio? Como los polos opuestos.

Explicación del mandamiento:

Curiosamente, sabemos que hay un mandamiento creo que todo mundo conoce que es amar a Dios, amar a tu prójimo los dos mandamientos más importantes, así que este mandamiento podría parecer algo que estuviera de más, si ya existe un mandamiento que dice amarás a tu prójimo como a ti mismo, que amaras a Dios y muchos otros que tiene que ver con el amar porque este mandamiento dice prohibición de odiar a otra persona de la comunidad o prohibición de odiar a otra persona, suena redundante hasta cierta manera, si yo te doy el positivo para qué te doy el negativo.  

Bueno hay varias razones no es la única ocasión en que se da, cuando estos casos los muestra la escritura es porque se puede llegar a dar las dos condiciones amar a alguien puede implicar un gran esfuerzo, ¿lo sabías? , implica un gran esfuerzo no es que pudiera, sino que se da, aun a tu cónyuge en momentos puede ser un gran esfuerzo, tus hijos o a quien sea, a tu jefe, es un gran esfuerzo, pero odiar a una persona no lo es, odiar a una persona es algo que podemos irnos deslizando hasta llegar a ese punto como tal, y les decía que tal vez incluso parece un poco obvio decir “está prohibido odiar” si la idea es amarnos, pues para qué me dices que odie, pero quien reconocería que odia a alguien, seguramente sería muy difícil que alguien reconozca que odia a una persona, tal vez se ha oído personas que en el matrimonio mismo, ósea el otro extremo, en el propio matrimonio dicen es que yo ya odiaba a esa persona, la odiaba, y buen Dios restauró ese matrimonio, esas familias y obviamente es un cambio, pero imagínense reconocer ese grado, decir odio a la persona que debería amar más ya llega un momento en que la odias.

Si la Biblia nos dice prohibido odiar a otra persona, es porque llegaba a darse esto, entre la misma comunidad, entre el mismo pueblo, frecuentemente y saben la mala noticia es que la cuestión religiosa, la religiosidad externa, no nos ayuda absolutamente en esto, al contrario, es un disfraz impresionante para meter esto aquí, y nada más ves noticias del medio oriente y esos actos de odio de terrorismo, de muerte están disfrazados ¿de qué?  Hasta cierto punto les llegan a decir que es la guerra santa, que hay santidad y que eso es para el honor de ese dios, y eso lo vemos que es así, y aun en nuestra propia casa, en nuestra propia congregación, podemos empezar a albergar estos sentimientos y lo peor es sentirte hasta cierto punto cómodo, porque estás aquí, porque tenemos una biblia, porque cantamos, porque predicamos, porque servimos, porque hacemos muchas cosas, pero Dios está muy preocupado por tu interior, Dios quiere primero lo de adentro, y este principio lo enseñó Yeshua, lava primero lo de adentro del vaso y casi lo de afuera va a estar limpio.

Todos hemos lavado loza, cuando lavamos el vaso por dentro ya por fuera como que es más rápido casi se da por hecho que ya está, pero lo de adentro es lo que realmente hay que limpiar.  Dios va primero de adentro hacia afuera, no quiere decir que la conducta externa no importa, si importa, importa mucho, pero el cambio que Dios quiere hacer siempre es en tu interior, y Dios es totalmente honesto en cuestión de su palabra y cuando nos habla directamente y nos hace ver nuestra propia condición, así que si la palabra de Dios dice está prohibido odiar a una persona es porque somos capaces de odiar una persona, no pienses yo jamás voy a odiar a mi esposo, jamás voy a odiar a menganito, nunca pienses eso, podemos llegar a odiar a alguien si se dan ciertas condiciones en nuestro corazón y podemos llegar a fingir y fingir y como que somos algo, pero Dios va a ver el interior, en algún momento va a salir, va a relucir eso que hay allí adentro y dijo Yeshua de lo que abunda el corazón empieza a hablar la boca, entonces lo que almacenamos algún día va a tener que salir y hay diferentes factores,  obviamente este sería un tema amplísimo, pero hay diferentes factores por los que alguien puede llegar a caer en esta situación de odiar, hay muchos, pero yo quisiera hablarles solamente de tres.

Uno es un resentimiento que es algo muy común, un resentimiento es cuando tú recibes un daño o consideras un daño o alguien te lastimó y te das cuenta de que no hay una disculpa, no hay un pago no hay algo que consuele por llamarlo de alguna manera ese daño que te hicieron, sea real o no, tal vez es real, pues qué concejo hay porque el resentimiento es algo que una vez que se queda ahí va como la levadura creciendo, el concejo es lo que dice el siguiente versículo justamente o bueno mejor la siguiente línea del mismo versículo:   

“No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo para que no participes de su pecado. (Levítico 19:17 RV60)”

Así que alguien te hizo algo, hay un desacuerdo ve y razona con tu prójimo, ve y habla con él, dense cuenta de que la iniciativa en la palabra de Dios la debe de tomar el ofendido no el ofensor, no tienes que esperar a que la persona te pida perdón, tú tienes que ir y decirle con paz, mira me lastimaste, me dolió esta situación que hiciste como haya sido, y eso es lo único que va a liberar del resentimiento, si eso no funciona Yeshua dijo bueno llama dos o tres testigos que sean jueces por llamar lo de alguna manera de esta causa y que ellos determinen y juzguen, o si no, pues ya ve y que se haga esto público, pero no te quedes en la actitud pasiva porque esa actitud te va a llevar a albergar resentimientos y si vas con un juez en ese tiempo se le llamaba bet din, un juzgado, pues espera que ellos dicten una sentencia y después perdona u olvida la situación, tú ya la llevaste a las manos de Dios y es a través de las personas y perdona y olvida.

Otra razón que puede llevar a odiar a alguien y es muy común en nuestra sociedad y es los celos, esos celos que carcome, esa envidia, hay gente que por celos termina hasta matando a otra, es increíble, dicen bueno si no es mío no es de nadie, y odia a la persona y la mata, lo asesina, entonces los celos son algo muy fuerte, como solucionar esto hay que hacer un análisis sincero hay que hacer una introspección y confiar plenamente en que Dios es el que dirige las cosas esa es una de las maneras de quitarte el celo que tienes, porque de pronto dices por qué lo ascendieron  a él, porque le subieron el puesto, porque tiene más hijos que yo, porque tiene mejor trabajo, en fin cualquier cosa y eso son celos, y si tú piensas que Dios está dirigiendo cada evento y cada suceso que pasa en tu vida entonces no puedes tener celos de alguien Dios quiso poner esa persona hay, Dios quiso dar eso hay, Dios fue el que determinó que le tocaba a esa persona eso y a ti te toca eso entonces ten contentamiento con lo que Dios te ha dado y si eres honesto en esa introspección te vas a dar cuenta de que tienes mucho más de lo que mereces, que más bien estamos viviendo en la total gracia y entonces la manera de ver las cosas ya es diferente, no es de porque no tengo lo que tú tienes, sino más bien decir Señor porque me has dado tanto.

Otra razón que hay es que a veces simplemente por desagrados menores, por ciertos disgustos se van almacenando, se van juntando, juntando, juntando hasta que ya son una montaña que se convierte justamente en una montaña de odio en tu corazón, que puede ser un desagrado menor, pues diferencias de personalidad, simplemente no me cae bien como es esta persona, sus risotadas, o siempre saluda así, detallitos así, entonces son desagrados menores diferencias de personalidad, diferentes maneras de pensar, diferentes maneras de ver las cosas nos pueden llevar así a sembrar semillitas de rencor, de odio, o a veces en el estilo de vida de una persona te desagrada, llegas y dices siempre está desordenado, esta persona es muy inconstante y eso, y como que empieza a crear un sentir negativo, negativo, negativo que se alimenta, se alimenta, se alimenta y ya después todo te cae mal de esa persona, pero es su manera de ser y su manera de vivir, su manera de pensar cuál es la solución hay, pues tienes que humillarte delante de Dios y darte cuenta de que Dios te está puliendo, que bueno que es así esa persona, que bueno que mastique con la boca abierta, que mastica el chicle así fuerte, todas esas cosas que te pueden caer gordo, pues Dios está trabajando contigo, es una oportunidad única, que bueno que se sentó junto a ti ese o es tu vecino o es tu hijo o quien sea, te lo dio Dios, te lo puso Dios, Dios quiere moldearte tú eres arcilla en sus manos, Dios quiere darte forma a través de esas situaciones incómodas.

El éxito para prevalecer en esas pruebas es darte cuenta de que tienes que humillarte delante de Dios y entonces aceptar a los demás como son, el amor cubrirá multitud de faltas, bueno no tiene que tu mejor amigo ni el hermano de tu alma, pero tienes que amarlo tienes que buscar estar bien con él, entonces los resentimientos, los malos pensamientos,  los celos, las envidias todo eso va creciendo como les digo hasta convertirse en odio en el interior y si no limpiamos nuestro corazón de esto vamos a terminar totalmente amargados en la vida, el odio es algo que va a terminar por carcomer a la gente y eso es una vida totalmente miserable tanto para la persona que tiene eso como para los que están  a su alrededor, porque también eso llega a suceder, una persona con odio con toda esta amargura también le va a amargar la vida a los demás, muchos rabinos comentan que el segundo templo de Jerusalén fue destruido justamente a pesar de esas grandes enseñanzas que pudiera haber habido por ese odio gratuito, por esa falta de perdón, por haber almacenado esos pequeños detalles desagradables hasta convertirse en una montaña de odio, y les decía la inicio cómo es posible que una persona termine odiando a su propio cónyuge, pues paradójicamente es a donde más se llega ósea terminas odiando más a la persona que está más cerca que a la que está más lejos.

Conclusión: 

Para terminar, como muestra, tenemos el famoso caso de José, el hijo de Jacob y sus hermanos, ¿recuerdan? Creo que cuando nació todos estaban contentos de que un nuevo bebe había llegado a la familia, el más chico, el hijo que anhelaba su padre, pero fueron pasando los años y la preferencia de su papá hacia ciertas características de cómo era él fueron albergando en sus hermanos un odio encubierto y fue así escondido, escondido, escondido algo hasta que llegó el momento en que cuando tuvieron la oportunidad sacaron todo ese odio que tenían y a que caso o a que punto llegaron a transgredir, estuvieron dispuestos prácticamente a matarlo si no es porque interviene Judá y lo terminaron vendiendo lo cual es una traición y una falta sumamente grave entonces no pensemos que no nos puede llegar a pasar, no pienses que no te puede llegar a pasar con algún hermano en la congregación, todos tenemos ese potencial tanto hacia lo bueno, pero también hacia lo malo así que este mandamiento se enfoca no albergues odio en tu corazón dice el mandamiento ¿Por qué? Porque tienes ese potencial.  

Te invito a hacer una oración y pedirle a nuestro Padre que nos ayude a limpiar nuestro corazón de toda pequeña levadura, de todo pequeño resentimiento o grande, tal vez resentimiento de cualquier situación que nos pueda llevar a tomar el camino que conduzca hasta esa situación.

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