No cambiar de ofrenda para la cual fue consagrado un animal.

Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo dedicará; sea buey u oveja, de Jehová es. (Levítico 27:26  RV60)

Explicación del mandamiento:

En otras palabras, no necesitamos dedicarle algo que ya es suyo. Este es un mandamiento muy sencillo, el cual aparentemente no requiere de tanta explicación, no es tan complejo. Simplemente, es un principio que el Señor ya había determinado desde el libro de éxodo…

Dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová. (Éxodo 13:12 RV60)

Es decir; este principio de dar los primogénitos, ya fue dado, inmediatamente después de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto. ¿Esto por qué? Como un principio de derecho al señor, al rescatar a todos los primogénitos en aquella noche de la plaga de los muertos o de los sacrificios que se hicieron a través de los primogénitos, cuando pasó el ángel del Señor. Por lo tanto, por el principio de redención, ahora le pertenecen a Dios. Así que, este es un refuerzo, por llamarlo así, de lo que dice Levítico 27:26, por llamarle así, de lo que Él ya había estipulado en Éxodo 13; 12, el cual nos dice; dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová. No tenemos por qué decir que le vamos a dar algo al Señor que de antemano sabemos que le pertenece.

Obviamente, esto nos lleva a pensar en algo más profundo que es; sí, tú eres primogénito de acuerdo a lo que dice la escritura, ya tienes un llamado, ya tienes una vocación que el eterno te ha dado, y es que seas consagrado a Él. De ser tu el primogénito, Dios te ha llamado a entregarle tu vida y a servirle. Ahora, obviamente, aquí estamos hablando en Éxodo 13, y más adelante lo explica, que Él espera una redención, un pago, ya que no hay sacrificios humanos, pero pensándolo en nuestros días, en que sabemos que no hay un templo, no podemos decir que no por eso no estemos consagrados a Él, por el contrario, es cuando más deberíamos consagrarnos a Él, y dedicarle nuestra vida al Señor. Así que; dice también en…

Todo primer nacido, mío es; y de tu ganado todo primogénito de vaca o de oveja, que sea macho. (Éxodo 34:19  RV60)

Esto es lo que se refuerza una vez más en Éxodo 34, y estos versos, o este verso en particular de Levítico 27, los rabinos lo estipularon como no cambiar de ofrenda para la cual fue consagrado un animal. No podemos darle un sustituto, por aquello que Él ya definió que le pertenece, Dios no acepta a otra persona por ti, tú no puedes, digamos que consagrarte por alguien, a quien el Señor ya ha llamado como suyo.

No hay mejor llamado, no hay mejor amo, no hay algo mejor que podamos hacer que entregarle nuestra vida al Señor, que entregarnos de lleno a Él, como primogénitos o no, aun así el Señor es capaz de recibirnos. De manera que si ya decidimos entregarle nuestras vidas al Señor, yo te invito a que no busquemos un sustituto por nosotros, o, a que nosotros queramos sustituir a alguien más. Esta es una decisión personal que el Señor nos manda a guardar el día de hoy.

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