Mandamiento 433

Orar a Dios diariamente – DEUTERONOMIO 10:20

A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, y por su nombre jurarás.

Esta idea se toma de orar a Dios diariamente, a él solo servirás; es una manera muy amplia, por supuesto, de ver y expresar las ideas más importantes para los rabinos. Fue enfocado en este sentido, enfocado a la oración. El judaísmo es bastante estructurado, de hecho, ya está establecido tres tiempos de oración dentro del día, o tres momentos de rezos le llaman tefila, que son conocidos como: shajarit, minja y árbitro. Son tres momentos para tomarse el tiempo de orar. Se ve prácticamente como algo obligatorio, como un mandamiento de esta manera. Y hay un libro de rezos llamado sidur que justamente establece ciertos salmos, ciertas oraciones y rezos.

Hay una estructura muy definida en cuanto a eso y la verdad, eso es muy sano y es muy bueno y sería maravilloso que todos tomáramos este principio. A lo mejor no literal de hacer estos rezos, pero sí la idea que hay detrás de eso de establecer sí o sí tiempos de oración y dejar a un lado lo que estemos haciendo, lo que tengamos pendiente, por ponernos a orar. Uno de los hombres más ocupados de su época, seguramente, fue Daniel Janavi o Daniel el profeta. Él oraba tres veces al día, mirando hacia Jerusalén.

Entonces, si él tenía tiempo, nosotros también tenemos que tener ese tiempo. Y es un ejemplo justamente muy bueno de una persona, de un hombre que de oración sí. Dice un dicho por allí que seguramente todos debemos de haber escuchado: “Al que habla Dios no le oye”. De todas maneras, esto es muy cierto.

Es muy triste que la gente que va perdiendo la fe va dejando también de orar. Pero así como un padre instruye las necesidades de su hijo, le da comida, le da ropa; mientras más pequeño es, obviamente, le presta más atención a sus necesidades y porque el hijo no se puede expresar, incluso el padre le da o le brinda y cubre necesidades que aún el hijo ni siquiera le pide.

La Importancia de la Oración y la Conexión Espiritual con Dios.

Aun el hijo no le pide cierto tipo de alimentación, pero por supuesto que el padre le da, conociendo al hijo, pues le otorga esto. Sin embargo, conforme va creciendo el hijo, siempre es mejor y necesario escuchar lo que el hijo necesita, conforme el hijo va creciendo. Entonces, Dios, como nuestro padre celestial, también está dispuesto a escuchar nuestras necesidades, no porque no las sepa, sino porque a veces es justamente necesario manifestarlas y porque la oración nos fortalece espiritualmente.

La oración nos permite conectarnos con el eterno, la oración nos permite lograr ciertas acciones que de otra manera no se podrían lograr. ¿Se acuerdan cuando Yeshua expresó, cuando le llevan a un hombre, o aún joven, que estaba aparentemente como endemoniado, y él dice: “¿Este género no sale sino con oración y ayuno”? Y también hablando del grano de mostaza, diciendo: “Si tuviéramos fe de ese tamaño, seríamos capaces de decirle a un monte que se moviera de aquí para allá”.

Entonces, el punto aquí es que hay ciertos aspectos que no se mueven por más que estudies, por más que te pongas de cabeza, si no oras. Y eso es lo que a Dios le agrada, y quiere que hagamos. Dios no se molesta si nos acercamos a él en oración con nuestras necesidades, al contrario, necesitamos abrirle nuestro corazón a Dios.

¿Cómo le podemos abrir nuestro corazón a Dios? Si no orando a él. Esto es un llamado para todos. Yo no me considero una persona que ora lo suficiente, se los tengo que decir con franqueza. Yo creo que tengo un déficit de oración bastante grande, pero después de reflexionar en este mandamiento, debemos de tomar cartas en el asunto. Debemos tomar un tiempo para orar al iniciar o al terminar, al menos.

No Dejes que la Conexión con Dios se Deteriore: Cuatro Consejos para Mantener tu Vínculo Espiritual a Través de la Oración

A mí me recuerda a una idea de un amigo que decía: “No se vayan a dormir como los perros, que huelen adónde se van a echar, se dan una vuelta y se echan a dormir”. Entonces, decía: “No te duermas en la cimita echando tus ojitos hasta el otro día; tú no eres así”. Dios nos dio esta maravillosa virtud de poder acercarnos a él, de poder comunicarnos con él, de conectarnos con él, así como nos sacó de angustia.

Así como el celular no se conecta al celular, como algunos comprenderemos, lo mismo deberíamos de sentir o, mejor dicho, el alma de repente se siente así de angustiada porque dice: “Oye, no te estás conectando lo suficiente con Dios, andas en otras cosas, pero menos con Dios”. Yo solo te quiero dar cuatro consejos, seguramente habrá muchos más con respecto a la oración:

Punto número uno:

Trata de limpiar tu mente de pensamientos extraños o, como dicen por allí, ordena tus pensamientos. A veces suena extraño, pero es necesario. A veces pasa con los niños que están emocionados y les dices: “A ver, espera, tranquilo, explícame qué es lo que quieres”.

Punto Dos:

Busca un espacio particular para eso. Creo que esto también es muy importante. Tomar como un tiempo para llevar esta actividad tan importante en el día. Mateo, capítulo 6:6: Toma un tiempo, un espacio, si es posible, para orar al eterno. Mateo 14:23: A Yeshua le gustaba orar en la noche.

Punto número tres:

Trata de entender el significado de lo que dices. Me refiero a que a veces divagamos en nuestras oraciones. A veces empezamos a hablar de algo y luego de otra cosa, y entonces nos perdemos de rumbo. 1 Corintios 14:15: También tiene que haber una comprensión con lo que estamos orando.

Punto cuatro:

Considera si tus necesidades están en la voluntad de Hashem. ¿Qué significa esto? Asegúrate de que lo que estás orando no esté prohibido en la Torá, porque a veces estamos empezando nuestro camino con el eterno o, tal vez, más grandes, estamos orando por algo que no está en la voluntad del eterno y a veces es algo que está claramente escrito, pero como no le hemos prestado atención a nuestra Biblia, ni estamos enterados, en la medida que vamos conociendo al eterno, vamos creciendo en nuestra relación.

También, por supuesto, vamos entendiendo cuál es su voluntad y nuestras oraciones o peticiones van a ir enfocadas en esa voluntad. 1 Juan 5:14: Entonces, nuestras peticiones tienen que ir enfocadas en su voluntad. Yeshua, en un momento muy difícil, que estaba orando en Getsemaní, dijo: “Que no se haga mi voluntad, sino la tuya, Padre. Pasa de mí esta copa. Quisiera yo evitar este momento, que no se haga mi voluntad, sino que es posible evitar este momento, que se haga tu voluntad”. Y esto es muy sano en nuestras oraciones, dejar abierto esto a la voluntad del eterno.

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