Colgar de un poste los cadáveres de los condenados a la pena capital por apedreamiento.

Que el ejecutado no permanezca colgado hasta la noche.

Sepultar a todos los ejecutados por el tribunal en el mismo día en que se les aplica la sentencia.

Deuteronomio 21:22-23: “Si alguien hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, no dejareis que su cuerpo pase la noche en un madero; sin falta lo enterrarás el mismo día porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminará tu tierra que El Eterno tu Dios te da por heredad.” (RV60)

Explicación del mandamiento:

Esta cita se divide en 3 mandamientos. Únicamente se colgaban los cadáveres de personas que eran blasfemas o idólatras. Suena muy cruel la pena capital por apedreamiento. No se mencionan cuáles eran los pecados en exactitud, pero de acuerdo a la tradición judaizante, eran los pecados detallados anteriormente. El cuerpo que debía ser colgado específicamente era el de un hombre; el cuerpo de las mujeres se les respetaba por el recato y el pudor del cuerpo.

Primero, la persona debía estar muerta para que fuera colgada en un madero. Esto se hacía para rechazar la blasfemia y la idolatría de esta persona. Es importante ser más precisos con esta aclaración. No estamos hablando de crucifixión, sino de una pena que debía ser puesta en acción solo cuando estaban seguros de los actos de la persona, darle muerte y luego colgar su cuerpo en el madero.

Los judíos no acostumbraban crucificar a ninguna persona por ninguna razón. Llevaban a cabo este mandamiento para dar una lección al pueblo y enseñar a los demás a no pecar y ser fieles a la Ley del Eterno.

¿Quiénes fueron los que crearon la crucifixión?

La crucifixión fue popularizada por los romanos y era un sello romano. Sin embargo, los que se consideran en la historia como los creadores y padres de esta pena fueron los persas, alrededor del siglo 5 antes de Yeshua el Mesías.

¿Cuáles fueron las personas que debían recibir el castigo de la crucifixión?

Los romanos reservaban este tipo de muerte para los rebeldes y los peores criminales. La crucifixión de Yeshua fue la más famosa de la historia, ya que, en comparación con todos los que debían morir con esta pena, él era el único que fue llevado a la crucifixión siendo inocente.

¿Qué dice la Torah?

La Torah nos entrega un mensaje muy importante sobre la rebeldía, la blasfemia y la idolatría, que siempre traerán consecuencias, al igual que cualquier otro pecado en nuestras vidas. Además, esto servirá de ejemplo para todos los que quieran seguir el camino de la desobediencia al Eterno. La Torah también nos habla del respeto a la vida, incluso para los peores criminales. La Biblia considera que debemos respetar nuestro cuerpo. Este mandamiento puede servir de lección, pero el Eterno no dice que esto pueda convertirse en un espectáculo, algo que la sociedad a menudo no respeta.

En la actualidad, ¿cómo se lleva a cabo este mandamiento?

Hoy en día, y basándonos en este mandamiento, en el judaísmo se acostumbra a enterrar el cuerpo de una persona cuanto antes después de su fallecimiento, salvo en algunas excepciones en las que se le debe rendir homenaje al difunto. Lo normal es que el día en que la persona muere, se le sepulta. Se considera maldito al que es colgado en el madero, ya que es una persona que no quedó ni en el cielo ni en la tierra, sino en el limbo.

¿Por qué Yeshua fue considerado maldito por morir en la cruz?

Yeshua tuvo que morir colgado en una cruz porque llevó consigo la maldición que implica la transgresión de la Torah. Yeshua nos redimió de la maldición que implica desobedecer la ley. Toda la Torah apunta a Yeshua de manera simbólica y profética, mostrando cómo somos salvos y liberados de toda maldición a través de Él. Yeshua ocupó el lugar de todos nosotros, llevando sobre sí la maldición de nuestros pecados.

¿Se cumple la Torah en Yeshua?

El Eterno tenía planeado que su palabra se cumpliera. Todo lo anunciado por los profetas era una sombra de lo que estaba por venir.

En conclusión:

Este mandamiento nos habla, por un lado, de un castigo de maldición que sin duda merecen todos los rebeldes, y por otro lado, nos muestra el respeto que el Eterno tiene por la vida, incluso si la persona es blasfema, idólatra, etc., o lo que es aún peor. El respeto que el Eterno tiene hacia el cuerpo es evidente al pedir que no permanezca colgado en un madero durante varias horas.

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