Casarse de acuerdo a las normas establecidas por la Torá.

Deuteronomio 22: 13:

“Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere” (Deuteronomio 22: 13 RV60).

Explicación del mandamiento:

Evidentemente, no es literal lo que dice el versículo con lo que nos dice el mandamiento,  es un caso bastante común en el que se toma un extracto de la Torá para formar un mandamiento o un principio, es algo común, por cuanto se considera un mandamiento casarse no solo el hecho en sí,  sino de casarse de  acuerdo a las leyes que Adonay entregó a Israel, por lo tanto,  se busca un versículo que respalde este mandamiento y aquí lo especifica claramente.

Si leemos solo la primera parte del versículo, veremos que dice: “Cuando alguno tomare mujer” hay otras versiones que dicen: “cuando el hombre se case”, “cuando el hombre se case con una mujer”, aunque en la traducción no aparece, sí es efectivamente una referencia al casamiento, a tomar esposa.  ¿De dónde y por qué deriva esto? Algunos se preguntan: ¿Adán y Eva se casaron? Y quién los casó?. Definitivamente, podemos considerar a Adán y Eva como el primer matrimonio. 

¿Por qué se considera que es necesario el casarse y cuál es el primer mandamiento en orden de aparición dentro de la Biblia?

Procrear,  tener hijos, es el primer mandamiento, por lo tanto, se considera obligatorio casarse. Ya que  para traer hijos al mundo el matrimonio es el único medio santo que la Torá considera para traer hijos al mundo. Para poder tener hijos no biológicamente hablando, sino en el sentido de la voluntad de Hashem se requiere casarse, por eso se considera que deben casarse,  obvio que pueden tener hijos sin casarse, pero lo ideal e importante es hacerlo conforme a la voluntad de Hashem, hay que casarse  por eso se considera un mandamiento.

Dice un dicho que: “El que no está casado no es un hombre completo” y no es que ande con medio zapato, o que medio camine, medio pantalón, media camisa, etc. no  sino que es una expresión que denota que un ser humano no está completo hasta que no ha encontrado como se dice comúnmente “su media naranja”, por eso dice la Escritura: “los dos serán una sola carne”, vendrán a ser una unidad una Ejad, la palabra Ejad significa una unidad y también se traduce como: Uno, se refiere a una unidad compuesta, por lo tanto, no hay una unidad compuesta si falta una de esas partes que la componen. Por eso sé considera tan importante el precepto de casarse. Es muy mal visto en el ámbito judío cuando una persona no se quiere casar, es contradictorio a los ideales y a los principios de la misma Torá. Hoy en día, lamentablemente, como suele darse, los principios del hombre, la cultura y todo este pensamiento que el enemigo ha sembrado constantemente en las nuevas generaciones; ahora lo que se busca es prolongar, extender la llegada de la fecha de la boda como si eso fuera meritorio para el matrimonio siendo que es todo lo contrario.  

De hecho culturalmente hablando en la Torá se acostumbraba casarse entre los 18 y 21 años  en el caso de los varones, si era un varón de 21 años era algo vergonzoso, la única excepción bien vista era que se dedicara al estudio de la Torá, y pues culturalmente hoy en día pregúntale a un chico de 18-20 años si se quiere casar, pues no igualmente los padres hoy en día tampoco lo aprobarían, es lógico que hoy en día es completamente diferente, antes era otra manera de vivir y otra preparación, pero definitivamente en la Torá hay sabiduría y los principios que esta  nos muestra  deberían de estar aún por encima de cualquier pensamiento, moda o forma de vida que el hombre ha desarrollado, la cuestión es que no trabajamos nosotros mismos con nuestros hijos para que se casen muy jóvenes; 

En ese tiempo no había toda esta cantidad de estudios que hoy hay como: kínder, primaria, secundaria, universidad, etc. etc. y ya como a los 29-30 ya lo están pensando para el matrimonio,  aunque por más que nosotros tratemos de cambiar ciertas cosas basándonos en el estilo de vida, hay ciertas cuestiones hormonales que no van a cambiar y que tu cuerpo y  muchas necesidades espirituales no van a ir a la par de esa manera de pensar-actuar.

La Torá por algo nos da instrucción, el creador nos hizo y sabe cómo funcionamos y lo que necesitamos.

Respecto al mandamiento que dice como tal casarse de acuerdo a las normas estipuladas en la  Torá, no hay  como tal un listado que indique que se deban seguir, quizás hay un listado de requisitos  para  una ceremonia que se denomina  “Bajo la Jupá” o “Paleo nupcial” como un dosel que representa justamente la cobertura, la Shekinah del Señor, pero no hay como tal una lista marcada en la Torá específicamente; sin embargo, si podemos encontrar dentro de los mismos textos de la escritura, principios que son mandamientos para poderse casar acorde a la voluntad del Señor.

Aun estando casados vamos a analizarlos  y nos vamos a dar cuenta de que tienen todo el sentido y la lógica.

Uno de los principios que la Torá repite en muchas ocasiones hablando del tema matrimonial es: 

1.No casarse en yugo desigual, no unirte en yugo desigual, se podría decir que ese es el principio fundamental. La Torá  no estipula tanto con quien te cases, sino más bien con quien NO te cases.  En Levítico cap. 18, por ejemplo, nos habla acerca de ciertas restricciones sobre las relaciones íntimas, sobre las relaciones sexuales, por lo tanto, eso es en sí mismo un principio para poder establecer con quien no te puedes casar, está hablando de los lazos sanguíneos que muchos deben de ser lógicos como lo son los padres, tíos, primos, hermanos, sobrinos, en fin  ciertos lazos consanguíneos, el hecho de que exista esta restricción en la cuestión de la intimidad sexual o de la procreación automáticamente se aplica también en el tema matrimonial, y la Torá puntualiza en varias ocasiones que al haber un yugo desigual se originan  situaciones que dañan el plan original del matrimonio, como se mencionan en las siguientes citas:

Éxodo 34: 15- 16:

 “Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios; o tomando de sus hijas para tus hijos y fornicando sus hijas en pos de sus dioses harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas. (Éxodo 34: 15- 16 RV60)

El sentido práctico que nos muestra la Torá en estos versículos no solamente es la prohibición en sí misma de casarse, como dice aquí con estos moradores de la tierra, nada más por una cuestión étnica o racial, sino más bien por una cuestión de Fe, de emuna y en este caso la situación es la idolatría.

Por la manera en la que sea el Eterno dice, no lo hagas porque te van a llevar a cometer pecado, entonces una de las normas estipuladas en la Torá para casarse es: No te puedes casar en yugo desigual, bajo ninguna circunstancia, no conozco una causa justificable para que alguien tome una decisión así.

Ahora veamos Deuteronomio 7:1-4:

“Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Hashem tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo, no harás con ellas alianza, no tendrás de ellas misericordia. Y no emparentarás con ellas, no darás tu hija a su hijo, no tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Hashem se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto. (Deuteronomio 7:1-4 RV60)

El Señor te está diciendo, yo estoy sacando a estas naciones para que tú habites esta tierra, no vayas a emparentar con ellos, porque justamente de eso se trata de que estos moradores ya no habiten aquí, si tú te casas o te juntas con ellos, pues harás enojar a Hashem y te destruirá pronto, Dios va a juzgar a esas naciones y va a juzgar a los que sean parte de ellas,  porque si te unes con ellos te haces uno,  acuérdate del principio de Génesis 2:24 Y serán los dos una sola carne. No hay tal de que “él respeta mi religión y yo respeto la suya y hemos hecho un muy buen acuerdo y nos entendemos bien” por más que te entiendas bien mientras no compartan la misma Fe, dice Dios, no lo hagas, estamos hablando aquí del caso particular de una persona que no se ha casado, es una advertencia fuerte que nos da Dios a través de la Torá. Y que no solo se queda en la Torá, sino que el apóstol Pablo y de acuerdo a la cultura que le toca vivir, es necesario hacer una exhortación y es necesario hacernos un llamado hoy en día, como lo vemos en:

 1 Corintios 6 15-20:

6:15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros del Mesías? ¿Quitaré, pues, los miembros de Yeshua y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.

6:16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. ( Es un principio espiritual, no nadamas es una cuestión de confesar una cosa o creer algo sino que hay algo espiritual que dice los dos cuerpos se hacen como si fueran uno solo) Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación, Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (Aquí que nos quiere explicar el Señor, que nuestros cuerpos es un templo y el de la otra persona también, el hecho de unirte físicamente con una persona que no está en la misma Fe es como si tú en el templo de Dios introduces ídolos y tratas de meter al Dios verdadero a un templo idólatra). Porque habéis sido comprados por precio, glorificad, pues al Señor en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son del Señor nuestro Dios. ( 1 Corintios 6:15-10 RV60)

Aunque aquí aparentemente no explica de manera literal el tema del yugo, el hecho de unirte físicamente con una persona que no está en la misma Fe, en la misma emuná, en el mismo compromiso con Dios, va a terminar en caer en esto.  Ahora vamos a ver en 2 Corintios 6:14-18 y 7:1 que es algo así como el ABC de los solteros, la cita que no podía faltar en estos temas.

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Yeshua con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? (¿Eso es una buena pregunta por qué que parte puede haber entre un creyente y un incrédulo? Y si hay muchísimas, entonces estamos hablando de dos incrédulos) ¿Y qué acuerdo hay entre el templo del Señor y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como el Señor dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo, Y yo os recibiré. Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor.  (2 Corintios 6:14-18 y 7:1 RV60)”

Así que volviendo al punto, sobre cuáles son las normas estipuladas en la Torá para casarse y hacer una boda kosher, digámoslo así, un matrimonio kosher es: No te cases en yugo desigual, no te cases con alguien que no va a compartir tu misma Fe, que aunque te diga que respeta y que va a guardar y que ya no va a comer tal o cual comida, o que te acompaña a tu iglesia, que va a escuchar  los estudios contigo y que te dice que la música está bien padre, pero si realmente no tiene un compromiso con Dios, si esa persona no ha nacido de nuevo no hay absolutamente nada que pueda  sostener o bendecir esa relación,  de verdad que no es un tema de raza, no es un tema de elitismo, tampoco se debe de ver así. 

Moisés se casó con una mujer considerada extranjera,  el mismo José se casó con la hija de un sacerdote egipcio, pero eso no fue un impedimento, pero si no hubieran compartido la misma fe si hubiera sido definitivamente un impedimento, así que no te desesperes si tú estás soltero y no ha llegado tu media naranja que estabas esperando, ahora sí que el mundo es grande, pero las redes sociales son también poderosas, entonces ya hay más facilidad de poder encontrar a esa persona, yo creo que se vale y por qué no, sé que hay mucha gente que le da pena o dice como me voy a  meter ahí a buscar bueno yo creo que no se trata de estar desesperado y subiendo fotos a lo loco, sino que se trata de estar atento y dispuesto a buscar y encontrar a la persona de acuerdo a las normas del Eterno.

Otra razón importante y hay que resaltarlo, si la persona solo se convierte para lograr casarse, no es una razón genuina para casarse bajo la Jupá con esa persona porque tarde o temprano va a salir su verdadera naturaleza.

Hay gente que dice, “me convierto”, que tengo que decir a ver, pásame el librito de los rezos o qué papeles llenos o que papeles firmo, si quieres nos casamos por tu religión, pero eso no es algo genuino y la pregunta es: ¿Por qué quieres estar con alguien que no comparte tu misma fe, si para ti es tan importante Dios, si tu relación más importante es con Dios, por qué quieres arriesgar esa relación con Dios?  Escuché que alguien decía que cuando tú buscas una pareja que no es creyente, que no está en la Fe, “estás haciendo al diablo tu suegro”, porque tienes garantizado que te estás metiendo en problemas, no sé si así sea hasta ese extremo, pero eso sí no vas a poder llevar tu vida de Fe en plenitud, nunca. 

Una persona que solo se convierte entre comillas por el interés de estar con la otra persona no es genuina esa Fe, esa Fe no es real, incluso uno mismo puede ser estorbo para esa conversión porque a lo mejor la otra persona puede estar genuinamente de Dios y llega él o ella y se empieza a involucrar sentimentalmente y en lugar de que le ayude a que la persona se enfoque en Dios lo estorba y le dice “mejor enfócate en mí”, ahora sí que en lugar de poner su mirada en Dios quieres que ponga su mirada en ti, a lo mejor se da el enamoramiento si tú quieres, pero al final vas a terminar por pagar eso, así que, asegúrate de que la persona con la que te vas a casar haya nacido de nuevo y como dice la misma palabra, por sus frutos los conocerás, es mejor esperar,   ver si realmente la persona está comprometida con Dios, no que sea perfecta, sino que realmente tiene deseos de amar a Dios, de buscar la voluntad de Dios, esa espera siempre valdrá la pena, pero por precipitarse, puede costar muy caro.

Estamos hablando aquí  particularmente de las personas que apenas se van a casar, una persona que ya está casada y que se dio la situación de que se convirtió, pero el cónyuge no se ha convertido, bueno, pues eso es otra cosa, aquí estamos hablando de cómo  se debería de casar una persona, qué normas debe de buscar de acuerdo a la Torá para casarse con alguien, esta es una de las más importantes:

2.- Tiene relación con el ámbito sexual, que es toda la lista de prohibiciones que aparece en levítico 18, que son muchísimos versículos, el hecho de que Dios prohíba la intimidad con estas personas es una restricción para no poderse casar con ellas. Otro aspecto que también considera la Torá como ideal para casarse de manera  kosher es que ambos lleguen sin experiencia sexual al matrimonio, que se hayan conservado el uno para el otro, no solo la mujer, aunque es muy claro que el énfasis  de esto siempre se hace a la mujer, de hecho si leemos lo que dice el contexto de Deuteronomio 22:13 y 14 porque es un ejemplo de que el énfasis siempre se hace a la mujer, pero no quiere decir que el hombre no deba de guardarlo.

Deuteronomio 22:13-14:

 “Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella, la aborreciera, y le atribuye faltas que den que hablar, y dijere: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen; (Deuteronomio 22:13-14 RV60)

¿Como si dijera, es una falta grave, era una vergüenza, no llegar virgen al matrimonio, esto es una parte de la santidad que Dios nos lleva a guardar antes del matrimonio y lamentablemente  la gran mayoría de los jóvenes llega a fallar en este renglón, son muy pocos los matrimonios, prácticamente menos del 5% llega virgen al matrimonio y eso no estoy hablando de la gente secular sino también en el ámbito cristiano, pues es bastante fuerte y muy triste por qué? 

Porque la sexualidad es un regalo que Dios le dio al hombre y a la mujer para vivirse en el marco del matrimonio y viviéndolo de esa manera se considera que es un precepto santo, sagrado  además que eleva al hombre y a la mujer en un sentido espiritual, a lo mejor suena muy poético y muchos no me van a creer, pero yo creo lo que dice la Torá, creo que lo que Dios nos ordenó es por algo, yo sé que todas las series de TV y todo en estos tiempos apunta a todo lo contrario, pero tú decide como joven a quien vas a terminar obedeciendo a las series de Netflix y a las series que hay de moda, o a lo que dice la Torá, a lo que dice la Palabra de Dios que además solo busca tu bien, cada que Dios nos prohíbe o restringe algo no es porque sea un aguafiestas sino simplemente porque sabe que es lo mejor y porque quiere darnos lo mejor, entonces el esperar siempre va a valer la pena y eso es una norma para poder tener una boda de acuerdo a lo que marca la voluntad de Dios.

Otro aspecto que se puede señalar, que también dentro del Judaísmo se encuentra escrito en otros libros como la Mishná Torá o el Midrash, por ejemplo, pero nos habla de algunos incluso lógicos como son:  

  • No casarse con alguien que no está legalmente divorciado que aunque eso parece obvio, pero a veces la persona ni siquiera indaga lo suficiente para saber si ya está totalmente divorciado o legalmente divorciado, porque a veces hay personas que dicen ya me divorcié, pero no tienen ningún papel, no tiene el acta de divorcio y no corroboran que se haya ejecutado todo el procedimiento, sino que solo piensan que por haber iniciado el trámite sin haberle dado seguimiento dan por hecho que se llevó a cabo, o dicen llevo 25 años que me separé y no tengo ningún sentimiento hacia la otra persona entonces ya es como si  me hubiera divorciado, No, se tienen que hacer las cosas bien para que Dios bendiga a plenitud el nuevo matrimonio que tú quieras llevar, así que aunque parezca obvio esto está escrito y dice el mandamiento: No casarse con alguien que no está legalmente divorciado, entonces hay que estar atentos.  
  • Yo personalmente cuando voy a casar a una persona baja la Jupá que viene de otro matrimonio, de un divorcio, le solicito que presente una copia de su acta de divorcio para asegurarse que realmente están divorciados y no se vaya a cometer algo peor, sino que es tremendo el problema que puede implicar que una persona esté entre comillas dos veces casada, entonces el segundo matrimonio no existe, no tiene validez legal. Ese es otro punto a lo mejor obvio, pero hay que tomarlo en cuenta.

3.- No casarse  con quien emocionalmente no está preparado para un matrimonio o para un nuevo matrimonio  porque hablando de soltero puede ser una persona divorciada o puede ser una persona viuda, finalmente su estado civil es soltero, por ejemplo, el caso de una persona que aún está de luto, que acaba de tener una pérdida, una ruptura emocional con la persona que estaba casada, si la persona no ha completado ese luto en su corazón o no ha cerrado ese ciclo, no se considera sano o apropiado que tome ese compromiso matrimonial sin cerrar el compromiso anterior, lo mismo puede suceder, no es que sea un tiempo exacto, dependerá de cada persona, pero también puede ser una persona que tuvo una ruptura, el típico caso de que rompió con el novio y ya al ratito se encontró con otro y se relaciona y pues no es lo más adecuado, no es lo que se considera apto, ni acorde a los principios de la Torá, tampoco es que la persona tenga que guardar un luto, pero también tiene que tener claridad en sus pensamientos y también en sus emociones y en su corazón, muchas relaciones a veces se compromete más por el despecho de haber terminado una relación que por realmente estar buscando la voluntad de Dios, entonces si es muy importante que si tú te quieres casar pienses que es por hacer la voluntad de Dios y no tu propia voluntad, a lo mejor por eso no ha llegado la persona indicada, porque lo único que quieres es llenar ese egoísmo que podemos tener, que más allá de una necesidad es eso y no vemos el matrimonio como un vehículo para servir a Dios, entonces si tal vez cambiamos esa perspectiva y en lugar de pedir para mí, pido para servir a Dios, a lo mejor esa persona llega. 

4.- Otro punto que se considera importante para una normativa de acuerdo a la Torá, es no casarse si la persona no tiene las facultades físicas o mentales para hacerlo, no está excluyendo a una persona discapacitada por ejemplo en una silla de ruedas si mentalmente la persona es apta, lo puede hacer, pudo haber tenido un accidente y eso no quiere decir que por eso no se pueda casar, pero cuando se dan ambos casos, que una persona físicamente o mentalmente no tiene las condiciones para tomar una responsabilidad, pues no se considera que debería de propiciar que se le casase porque a veces es el entorno, o la familia, que a veces trata de deshacerse de la persona y casi buscan a ver con quien lo casan y no tendría que ser así. 

5.-Tampoco se debe de buscar casarse  con alguien que evidentemente  no va a asumir las responsabilidades matrimoniales, este es un tema quizás más delicado, pero también hay que considerarlo, que quiere decir esto, que Dios le dio ciertas responsabilidades al varón y a la mujer, en el caso del varón de acuerdo a lo que dice Éxodo 21 hay tres cosas básicas que un hombre debe de cumplir en el matrimonio que son: 

  1. La provisión, es decir, que haya un techo donde vivir.
  2.  El sustento, que no falte la comida, que no falte la ropa.
  3. Los deberes conyugales, que tiene que ver con las relaciones íntimas.

Esos son los tres puntos fundamentales que Dios le indica al varón, entonces cuando una persona demuestra que no tiene la madurez y la responsabilidad para cumplir con esto, pues definitivamente no es apto para casarse, y este es el principal argumento, sino que es que impedimento para muchos jóvenes para casarse, pero esto no está hablando de que no lo vaya a hacer, sino que en muchos casos no lo quiere hacer, no quiere tomar esa responsabilidad, ahora las mismas exigencias del hombre o de la misma mujer o de los dos dicen: quiero tener casa, carro, carrera, vivir así como vivía en mi casa, viajar, pues entonces ahí si no vas a estar apto hasta los 85 años o casi ya jubilado. Entonces no quiere decir que dos jóvenes no se puedan casar, simplemente van a tener que trabajar más para sostener esta parte y como muchos matrimonios en un inicio van a padecer, pero mientras haya el compromiso y el deseo de cumplir estas responsabilidades no hay impedimento. Entonces aquí nos muestra cuando hay alguien que no lo va a hacer, que es evidente que no lo va a hacer, se aconseja no casarse con la persona.

En el caso de la mujer hay ciertas estipulaciones para la mujer, como por ejemplo:

  1. El respeto al hombre.
  2. La sujeción al hombre, 
  3. La administración del hogar, 
  4. La crianza de los hijos,

Entonces si la mujer dice, no quiero tener hijos, no quiero estar en la casa, odio el hogar, pues no es aconsejable tomar esa mujer por esposa, porque el día que  el varón quiera tener hijos y ella no quiera, sino que dice “yo con perros o cualquier mascota me conformo” pues están muy bonitos los animalitos, pero no es ese el llamado de Dios para la mujer, no tienen los mismos proyectos de vida, en teoría no podría ser si los dos tienen la misma Fe, no es aconsejable tomar una mujer como en este caso así.

En el caso de la mujer, otra de las estipulaciones para tomar esposo es:

No casarse con un incircunciso, eso lo señalan dentro del judaísmo, no te cases con una persona porque un incircunciso es una manera de llamar a un goy, a una persona que no tiene un compromiso con Dios y ¿por qué se dice que no tiene un compromiso con Dios? Porque la circuncisión es una señal de pacto, es una señal de que estás en el pacto con Dios, de que quieres guardar los mandamientos de Dios, entonces una mujer que insiste en casarse con un hombre que no tiene Brit milá, nunca va a tener la seguridad de que su esposo después lo va a  hacer, si no está dispuesto a hacerlo para casarse menos lo va a hacer más tarde, que razón tendría después para hacerlo, si por la misma boda no lo hace, si el mismo en su pensamiento quisiera estar realmente comprometido con Dios, lo haría por sí mismo, pero si no lo quiere hacer y aun así la mujer insiste en casarse con él y además con toda una ceremonia religiosa, no tiene mucha lógica,  no tiene mucho sentido, porque que seguridad tiene una mujer si el esposo no se quiere circuncidar para casarse que después va a seguir los demás mandamientos, si el Brit Milá es el primer mandamiento que guarda un ser humano, el varón, al 8o, día es un bebé y ya está guardando un mandamiento, que garantía hay que ese varón los va a guardar después.

Mujeres, si hay un varón que te dice que guarda y te dice que quiere todo con Dios y que está supercomprometido con Dios, pero no quiere entrar al pacto, realmente no quiere entrar a nada, no tienes garantía con esa persona de que hasta donde puedas llegar con él, si El primero no quiere guardar, ni modo que lo estés obligando. 

La Torá también señala en  el caso particular de los Cohen de los sacerdotes en los días del Templo no podían casarse, sino con únicamente con una virgen, no se podían casar con una divorciada, no se podían casar con una viuda,  bueno ese es otro tema, pero en parte es por el grado de santidad, del testimonio, el ejemplo que tendrían que dar y  porque en su mente y en su corazón el sacerdote era una persona que iba a estar expuesta espiritualmente a muchas fuerzas a muchas adversidades espirituales, entonces el hecho de saber que su esposa ya había tenido otros hombres en su vida podía implicar un estorbo emocional o un estorbo en su pensamiento y desenfocarse en la labor de concentrarse en servir a Dios entonces por eso se considera esta indicación  para los sacerdotes.

En el tema de la boda en sí mismo, ya la ceremonia básicamente son dos partes que son:

  • El Kidushin o Kedusin que se llama desposorio-consagración y esta es la parte que se le conoce hoy en día como Compromiso matrimonial o dicho como en Occidente “Pedida de mano”, cuando se le pone el anillo de compromiso, eso implica como indicativo de que esa mujer ya está apartada y el varón igual y ya no pueden poner sus ojos en nadie más ni estar pensando si llega alguien más porque ya se comprometieron, entonces el Kidushin era un acuerdo en donde generalmente las familias se reunían y estaban todos en ese sentir y, por lo tanto, ya existía ese compromiso firme de dar el siguiente paso: 
  • Que se le llamaba Edusin o elevación y ya era el casamiento en sí, ya era la ceremonia, que ahí lo que se hacía era la lectura de la Ketuba;  En el Kidushin en el desposorio-consagración se entregaba una Ketubah a la novia, la cual lo leía, lo firmaba porque  lo aceptaba, la Ketubá es un contrato nupcial donde se estipulaban las responsabilidades del varón, a lo que se estaba comprometiendo, entonces si la novia aceptaba y firmaba, el novio se lleva a ese documento, que era un documento oficial conocido como Ketubah y cuando ya regresaba por ella para la ceremonia, para la fiesta, regresaba con la Ketuba en la mano, generalmente tocando el shofar como anunciando espectacularmente la llegada del novio y pues es el pasaje de La Parábola de las diez vírgenes y  prácticamente de ahí empezaba la ceremonia y ahí lo que se hacía básicamente era mucho  más sencillo que ahora era mucho más rápido, el Edusin implicaba el casamiento, la bendición del fruto de la vid, la lectura de la Ketubá y las siete bendiciones, se llama Sheva Berajot y listo, 
  • La tercera por agregarle sería la noche de bodas, con eso se consideraba que se completaba el matrimonio formalmente.

Estas son algunas de las normas estipuladas en la Torá para casarse de forma Kosher, así que le podemos llamar a este mandamiento la guía para tener tu boda Kosher.

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