No castigar con ningún tipo de sanción a quien fue obligado a cometer una transgresión.

“Mas si un hombre hallare en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre, acostándose con ella, morirá solamente el hombre que se acostó con ella; mas a la joven no le harás nada; no hay en ella culpa de muerte, pues como cuando alguno se levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso.” (Deuteronomio 22:25-26 RV60)

Explicación del mandamiento:

Se amplía a detalle el comentario del versículo: “es como un hombre que se levanta contra su prójimo y le quita la vida” Por supuesto que no puede ser condenado la persona que ha vivido esta situación. Este es un mandamiento peculiar, pero también es muy lógico, no puedes condenar a una persona que fue obligada a cometer una transgresión, no recibiría un castigo, puede darse situaciones en las que una persona efectivamente, aunque no es por supuesto común, no lo haga por su propia voluntad, puede ser raro, pero puede darse y la lógica impera, no puedes castigar a una persona que fue obligado o que fue llevado fuera de su voluntad, ya sea por amenazas o simple y sencillamente por engaños, es como si de alguna manera suplantaran tu identidad y ahora te quieren demandar o exigir un pago que tú no hiciste, entonces ahora sí que tú tienes que pedir que se aclare la situación aunque aparentemente digamos sea tu firma o sea tu nombre, no eras tú realmente, no te tendrían que condenar o castigar o hacer pagar cuando tú no lo hiciste o no eras tú.

En este caso estamos hablando particularmente de una violación, no un adulterio, pues no se le puede atribuir a la joven como un pecado, por eso menciona, cuando alguno se levante contra su prójimo y le quite la vida, es decir, ella es la víctima y no se le puede castigar, son detalles que aunque son obvios a veces por ciertos recovecos de la justicia en la actualidad, la víctima termina siendo castigada o termina peor, la Torá aún cuida este tipo de detalles.

Este mandamiento también se considera que cobró mucha más relevancia en ciertas épocas en que los judíos fueron perseguidos y en muchos casos en la época de la inquisición muchos judíos fueron obligados a convertirse al cristianismo so pena de muerte, en ciertos casos públicamente tenían que comer cerdo, los hacían comer cerdo, los hacían escupir en la Torá, los hacían quemar sus libros de estudio de la Torá, el Talmud, etc. eso lo hacían públicamente, lo hacían por salvar su vida, de alguna manera este tipo de mandamiento cobra más sentido en ciertas situaciones, muchos aceptaron la conversión forzada, por eso se les conoce como judíos marranos o cripto-judíos porque dijeron, si no lo hacemos nos quedamos sin descendencia, tengo cinco o siete hijos que mantener y a lo mejor muchos de esos hijos dirán: “papá, te prefiero apóstata, te prefiero judío-cristiano, pero te prefiero vivo”. Son situaciones complicadas, ahí entra el tema moral y de conciencia de cada uno, muchos otros dijeron: “no, nosotros fieles hasta la muerte y damos la vida”. Es difícil de decir así como ahora: “yo hubiera hecho esto, yo hubiera hecho lo otro”.

Tenemos evidencia, por ejemplo, en el segundo libro de macabeos de relatos, de torturas en los que muchas veces las personas dijeron: “nosotros damos la vida, pero no vamos a ceder”, incluso hay un testimonio ahí de una mujer que ve como matan, como torturan a sus nueve hijos, arrancándoles las uñas, despellejándolos de piel y ninguno de ellos se quiso convertir, ninguno de ellos se quiso doblegar, son casos muy particulares, esperemos que Dios nos libre de todo eso y si no que sepamos tomar la decisión correcta.

¿Qué más decide este mandamiento? ¿Cuándo es preferible dar la vida a transgredir?, cuando consideran ustedes que es preferible decir: “prefiero morir que llegar a esta transgresión, aunque no sea aparentemente condenable” Cuando es mejor decir, “mejor me muero”, 

Hay cinco casos que hemos encontrado situaciones en las cuales es preferible dar la vida a llegar a transgredir:

1.- Asesinar a una persona, por ejemplo, que te quieran obligar a matar a alguien, que te digan: “si no matas a esa persona yo te mato”, es preferible que me maten.

2.- Está escrito en la Ley oral la prohibición de tener relaciones con un animal, el que te quieran obligar a caer en este acto de perversidad, es preferible dar la vida.

3.- El caso de violar o fornicar, se considera que es preferible dar la vida que abusar sexualmente de alguien.

4.- Idolatría, específicamente el caso de Idolatría que lleva a profanar el nombre de Dios, que se llama “Hilull Hashem”, el caso de que por testimonio de caer en idolatría lleve a otros a apostatar de la fe y que el alma de esas personas se termine perdiendo, en esos casos particulares, es mejor decir “mátame” porque por dar un mal testimonio yo puedo arrastrar a condenación a muchas otras almas y eso me será tomado en cuenta como peor pecado. Como por ejemplo, en el caso de los macabeos hay varios testimonios de hombres y de mujeres que prefirieron dar la vida en esa instancia.

5.-Y en nuestro caso particular, considerar negar al Mesías, que el negar al Mesías se convierta una vez más en un tema de un mal testimonio, es preferible morir.

Estos son aspectos en los que es preferible dar la vida o morir, como son: Asesinar, caer en un acto de inmoralidad sexual con un animal, el adulterio, la fornicación o la violación, la idolatría que lleve a profanar el nombre de Dios y el negar al Mesías.

Cuando una persona dice: “lo hice sin darme cuenta, lo hice sin razón”,   no aplica, no es el mismo caso, no podemos decir que es una persona que haya sido obligada, hay personas que dicen: “no sabía lo que hacía” entonces si no sabes lo que haces mejor no lo hagas, es muy claro, definitivamente o aunque digas: “lo hice sin pensarlo”, se considera responsable y es persona tiene que llevar a cabo la consecuencia de ese acto. Ahora también hay que decirlo, hay de aquel que obliga a una persona a transgredir, eso tendrá una supercondenación y un castigo supersevero, se considera que peor que el pecado en sí, es llevar a otros a pecar, es peor pecado llevar a otros a pecar que el pecado que uno pueda cometer, como por ejemplo una persona que lleva a otros a las drogas, aunque no necesariamente es un caso obligado, pero si se induce con engaños y lo hace adicto, es peor ese pecado que el que consuma la droga ahí transgrede a su cuerpo, lo daña, pero el inducir que otras personas lo hagan es todavía peor. 

Por eso y se menciona francamente que están peligroso cuando una mujer por su vestimenta haga transgredir a un hombre haciéndolo caer en adulterio, hace que los hombres la codicien con solo verla, que las volteen a ver, hacen que muchísimos hombres cometan adulterio con ella, como dijo Yeshua; “el que ve a una mujer y la codicia en su corazón ya adulteró con ella”. Hoy vivimos una cultura que busca eso, no solo las mujeres, sino también los hombres, el darse a desear y a que los quieran, no saben cuántas transgresiones pueden provocar con eso. No es una cuestión obligada, pero el punto es: hay de aquel que hace transgredir a otra persona.

Conclusión:

Finalmente, la persona que transgrede por una situación que fue obligada, que fue presionada o como este caso que mencionamos de una violación, no se le puede o no se le debe de condenar de ninguna manera. 

¿Deseas recibir la lista de los 613 mandamientos?

Escríbenos a info@caminoaemaus.org y recibe en PDF la lista de los 613 mandamientos de la Ley en tu correo.

Escribe un comentario

*

Your email address will not be published.

© 2012 -2023 KEHILÁ Camino a Emaús.
Todos los derechos reservados

Síguenos en:           
Simple Follow Buttons
Simple Share Buttons
Menu