MANDAMIENTO 579/ POSITIVO 233 / DEUTERONOMIO 24:1

En caso de divorciarse, hacerlo únicamente por medio de un documento escrito.

Deuteronomio 24:1,2

24:1 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
24:2 Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.

Explicación del mandamiento:

Divorcio es la liberación a una situación insostenible a largo plazo. Vimos que si dos jóvenes tenían relaciones se debían casar y nos podían divorciar. Esto podría convertirse en una tortura de por vida, en una pena perpetua por su pecado.

¿Por qué la Tora permite el divorcio, a pesar de que un proyecto para toda la vida?

Por el derecho a respetar la libertad del otro, su libre albedrío y las consecuencias de sus actos.
Por supuesto debe ser la última opción a tomar en un matrimonio. Así como una persona no pensaría en cortarse la mano, a menos que su vida este en riesgo, es el mismo tipo de decisión radical que implica un divorcio. Al ser una sola carne es como cortar un miembro de tu propio cuerpo. Por eso como en una gangrena es la última opción, cuando esta en riesgo el resto de los miembros.

“La ley del divorcio se otorgó en nombre de la paz, aquellos que se divorcian cuando deben hacerlo, traen para si bien y no mal.”

En algunas iglesias, aunque hay evidencias y razones bíblicas para cortar esa relación, no se les permite y se les condena. “Hasta que la muerte los separa”, se hace literal.
Pero Pablo no lo pensaba así, en 1 Cor. 7:9-16 nos muestra que bíblicamente si hay razones para el divorcio.

En México el INEGI (Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática) enlista hasta 30 causas judiciales o administrativas del divorcio que van desde el mutuo consentimiento e incompatibilidad de caracteres, hasta abandono de hogar, adulterio o infidelidad, violencia intrafamiliar, propuesta de prostitución, enfermedad crónica o impotencia incurable, negativa a contribuir el sostenimiento del hogar, bigamia, hábitos de juego, droga o embriaguez, fecundación asistida sin consentimiento del cónyuge así como bisexualidad manifestada o intención o cambio de sexo por tratamiento médico o quirúrgico.


Causas justificables por la Torá para divorciarse:

Las causas giran alrededor de la violación del pacto matrimonial hecho por una de las dos partes.

  • El primero es la infidelidad (adulterio).

Otras causas:

  • Violencia, física o emocional. (la vida esta por encima de cualquier mandamiento)
  • Negación de intimidad sexual sin causas razonables (1a Cor. 7:3-5; Ex. 21:10, 11).
  • Falta de provisión – (ha negado la fe 1 Tim. 5:8; Ex. 21:10,11) o malversación de recursos (para sus propios vicios y deleites, y no su responsabilidad)
  • Negación de darle hijos sin causas justificables – (como salud, economía, etc.) y puede hacerlo; es el 1er mandamiento, una razón del matrimonio – Gn. 1:28)
  • Por asuntos de fe – (cuando durante el matrimonio uno de los dos cambia de fe, ya sea apostasía de uno o bien que se acercó al Eterno 1a Cor. 7:15, 16; Esd. 10:3 pero sólo si el incrédulo no consiente, no por decisión del creyente y la unión se ha vuelto insostenible)
  • Bigamia (se descubre que la otra parte sigue casada o se casó con alguien mas. Al final es adulterio).

Es peor seguir en una unión donde no hay shalom, donde los niños están siendo lastimados psicológica y emocionalmente, en donde ambos están deshonrado el matrimonio que divorciarse.

Es mejor un final de terror, que un terror sin final. Es mejor terminar la relación que vivir donde no hay respeto, aunque no vivan juntos, se respetan, esto trae más estabilidad a los hijos que vivir bajo un techo de peleas, insultos, amenazas y odio.Cuando ya no hay voluntad en una o ambas partes, esa es la peor tragedia y se vive un ciclo destructivo.
El divorcio es la solución, pero como decíamos, siempre después de haber agotado las opciones.

El punto central del mandamiento es que no aprueba las separaciones de hecho, o separaciones legales que no son realmente un divorcio.

Hay muchísimas parejas que solo se separan, y llevan años separados, pero SIGUEN SIENDO ESPOSOS, el tiempo en si mismo no disuelve el matrimonio. Los sentimientos no disuelven el matrimonio “es que ya no lo amo” eso no te divorcia en automático.
Hay que realizar un proceso legal (como en el matrimonio). De unirse con otra persona sin estar LEGALMENTE DIVORCIADO, es adulterio y los hijos se consideran mamzer.

Como vemos el matrimonio no es un juego, el Eterno con este principio nos muestra que es una gran responsabilidad. Y que debemos hacer las cosas bien tanto para casarnos como para divorciarnos.

“El que recibe enseñanza en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo enseña”

Gálatas 6:6 (RVC)



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