64. Prestar dinero al necesitado

65. No presionar al deudor a que salde su deuda si no dispone de los medios para hacerlo

66. No cooperar en las transacciones de préstamos a interés en calidad de testigo, garante o cualquier otra forma.

“Si le prestas dinero a alguna persona pobre de mi pueblo que viva contigo, no te portes con ella como un prestamista, ni le cobres interés.” Éxodo 22:25 DDHH)                                                                                   

“Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.” (Éxodo 22:25 RV60)

Explicación del mandamiento:

La palabra logrero se refiere a una persona que presta dinero a intereses excesivos.                                     

Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás. Porque solo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mi, yo lo oiré porque soy misericordioso.” (Éxodo 22:26-27 RVR60)

De este versículo se desprende el mandamiento número 66, que corresponde al mandamiento positivo número 31, el cual expresa lo siguiente: Prestar dinero al necesitado. Este versículo nos habla de prestar dinero al pobre que está con nosotros, es decir, a una persona de nuestra comunidad, de nuestro pueblo, de Israel, una persona de nuestra congregación, en concreto, un creyente. Así mismo, se habla de no prestarle dinero con intereses, porque los altos intereses generan pobreza. 

La persona pobre y necesitada que pide prestado, con dificultad, podría regresar ese dinero, y al agregarle intereses su condición de pobreza sería exacerbada, mientras quien le prestó el dinero, sería aún más rico. En la actualidad esto lo podemos atestiguar en nuestros países, donde el pobre es cada vez más pobre y el rico cada vez más rico. Un claro ejemplo lo tenemos en las tarjetas de crédito que cobran intereses muy altos y difícilmente las personas tienen la capacidad de salir de esas deudas.

El mandamiento también nos dice que, si tomamos en prenda el vestido del prójimo, a la puesta del sol se ha de devolver. Es lícito recibir una prenda en garantía por el préstamo que estamos recibiendo, pero si es, como en este caso, el vestido que le sirve para abrigarse en la noche, se lo debemos devolver. Otra situación podría ser si nos dejase en prenda algo que fuese necesario para el trabajo y manutención, por lo que también se le debería regresar a la persona cuando lo necesite. Es importante resaltar el hecho de que la persona al dejar algo en garantía deja en evidencia su intención de pagar la deuda en la que está incurriendo. 

“El que aumenta sus ingresos con usura y crecido interés, para aquel que se compadece de los pobres las aumenta”. (Proverbios 28:8 RVR60)

El espíritu del mandamiento:

Estudiando el mandamiento, podemos entender que el espíritu de este es ayudar al pobre, ayudar al necesitado y tener misericordia de él. Relacionado con esto es que también se desprende el mandamiento número 67, que corresponde al mandamiento negativo número 36, que dice: No presionar al deudor que pague su deuda si no tiene medios para hacerlo. El mandamiento es bastante claro, pero es necesario analizar por qué podrían ocurrir este tipo de situaciones. 

Si se le pide constantemente a la persona que pidió dinero en préstamo la devolución de este, al cabo de cierto tiempo esto generará conflictos, creará enemistades y pleitos entre amigos, por lo que el no pagar deudas puede suscitar problemas bastante graves. Es importante recordad que el no pagar deudas era la razón de entrar a un estado de esclavitud en tiempos anteriores. 

Para evitar problemas futuros con las personas que piden prestado dinero, debemos recordar que las riquezas son del Eterno, y si alguna vez estamos en mejor situación económica que otros y ellos acuden a nosotros, debemos prestar de buena manera y con un corazón de agradecimiento al Eterno, ya que, como sabemos, el Eterno ama al dador alegre. Alguna vez escuché decir lo siguiente: Si vas a prestar dinero, hazlo de buena manera. Si en nuestra comunidad detectamos a una persona necesitada, pobre o alguien que no cuenta con trabajo, lo ideal sería que le ayudemos, que le ofrendemos para que esta persona no tenga necesidad de acudir a otros para pedir préstamos. 

Si vamos a ayudar o a prestar dinero, debemos tener en cuenta que existe la posibilidad de que la persona se encuentre tan necesitada o enfrente tantos problemas que le sea muy difícil regresarnos lo prestado; así que lo mejor es ofrendar ese dinero y pensar que le será de bendición a esa persona. En ocasiones no tenemos todo lo que nos están pidiendo, pero podemos decirle: “Mira, aquí tengo este poco esperando que te sirva y te lo doy como una ofrenda” y así, evitamos problemas de enemistades. 

El no cobrar intereses, nos lleva al mandamiento número 68, que es el mandamiento negativo número 37, y dice: No cooperar en las transacciones de préstamos a interés, en calidad de testigo, garante o en cualquier otra forma

Testigo o garante, es aquella persona que avala esta transacción. Recordemos que lo relacionado con dinero y préstamos es muy delicado, y en épocas bíblicas y de acuerdo a la Halajá (conjunto de normas rabínicas que rigen la vida diaria), se pedía un testigo al momento de hacer el préstamo y se requería el mismo testigo al momento de regresar la deuda para evitar problemas tales como el presentar testigos falsos, ya que era una cuestión muy seria, pues si no se pagaba la deuda, la persona podía terminar siendo esclava por siete años. 

Así que, había toda una logística alrededor de los préstamos; si el que había sido testigo estaba fuera de la ciudad, podían traer otros dos testigos, el pagador en este caso; todo era muy organizado debido a la delicadeza de la situación. 

Conclusión 

Podemos evitar todas estas penosas situaciones, si ayudamos al pobre y al necesitado con alegría y no teniendo en mente que es probable que no tenga la posibilidad de regresarnos los prestados.  

“Al Eterno presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.” (Proverbios 19:17 RVR60)

“Un préstamo al pobre es un préstamo al Eterno, y el Eterno mismo pagará su deuda.” (Proverbios 19:17 DHH)

Para terminar, veamos lo que dice nuestro Maestro Yeshua:                                                                                                                                   

“Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.” (Mateo 5:42 RVR60)

“Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores, prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. (Lucas 6:34-36 RVR60)

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