No comer la carne de un animal destrozado por las fieras.

Y me seréis varones santos. No comeréis carne destrozada por las fieras en el campo; a los perros la echaréis. (Ex.22:31 RVR60).

Explicación del mandamiento:

El mandamiento incluye un animal herido o enfermo. Analicemos la primera parte de este mandamiento: “Y me seréis hombres santos.” La palabra santo (Kadosh) significa apartado, siendo esta una invitación que nos el Eterno nos hace para que en todo momento nos estemos consagrando en todas las cosas que tenemos que hacer; ya sea en nuestra forma de vivir e incluso en nuestra forma de alimentarnos. Este mandamiento resulta muy interesante, ya que es como un cerco que el Eterno nos pone para no infringir otros mandamientos.

Tengamos en cuenta que todos estos mandamientos fueron dados a una nación que estaba saliendo de otra, y estaba en proceso de formación. Entonces todos estos mandamientos que nosotros tenemos son con tres propósitos específicos: Santificarnos, purificarnos y preservar nuestras vidas. Para poder entender mejor, vamos al siguiente libro:

Y si algún animal que tuviereis para comer muriere, el que tocare su cadáver será inmundo hasta la noche.” (Lev. 11:39 RVR60)

Así que, si tocamos un cadáver, así sea de un animal puro que podamos comer, nosotros quedamos impuros. Este tipo de mandamientos era altamente considerado en los tiempos que el Templo se encontraba en pie. Recordemos que una persona que se presentaba en el templo en estado de impureza automáticamente caía muerto, por lo cual los varones de ese tiempo debían tener mucho cuidado. Ahora si vamos un poco adelante:

Y cualquier persona, así de los naturales como de los extranjeros, que comiere animal muerto o despedazado por fiera, lavará sus vestidos, y así mismo se lavará con agua, y será inmunda hasta la noche; entonces será limpia. (Lev. 17:15 RVR60)

La porción anterior nos decía si tocamos un animal impuro, quedamos impuros. Pero aquí nos dice que no solamente si lo tocamos, sino también si lo comemos, quedamos impuros. Profundizando un poco en Lev. 15, nos damos cuenta de que se trata de un mandamiento en el que nos habla de animales que hayan muerto por causa natural; por ejemplo, podría darse el caso que algún vecino tuviera un cordero y muriere, podría llevar a cabo todo el proceso de sacrificio para desangrarlo y poderlo comer. Pero si un israelita se encontraba un animal destrozado por otro animal, tenía mayores implicaciones, pues para que nosotros podamos consumir los animales puros tenemos que pasar por el proceso del desangrado; tenemos que quitar toda la sangre del animal para poder comerlo, aspecto que encontramos en Génesis, cuando el Eterno le dijo a Noé que le había dado de todos los animales que podía ver:

Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. (Gén. 9:4 RVR60)

Así que, si un Israelita u otra persona se encuentra un animal que fue destrozado por otro, esto significa que ese animal no pasó por este procedimiento. La carne que está ahí ya fue mezclada con la sangre, entonces veamos lo siguiente:

Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habites, ni de aves ni de bestias. Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo. (Lev. 7:26-27 RVR60)

Este mandamiento es como un cerco que nos permite cumplir otros mandamientos. Parte de los estudios dentro de la licenciatura en gastronomía, se imparte una asignatura conocida como introducción a la gastronomía, donde se estudian y analizan las costumbres de las civilizaciones antiguas, siendo el objetivo principal de esta materia el conocer cómo era la evolución de la alimentación en la humanidad. Una de las costumbres que tenían las civilizaciones antiguas era, por ejemplo, en muchas ocasiones por evitarse el esfuerzo de colocar trampas para cazar a los animales y de planear estrategias de caza para poder comer, preferían salir a explorar y encontrar algún animal que hubiese sido destrozado, y de esta manera coger los despojos para su alimentación. Esa era una costumbre de civilizaciones antiguas muy común, hasta que llegamos a la civilización hebrea. De acuerdo con la Biblia, así como a la historia de la cocina, es reconocida como la primera civilización con normas para la alimentación. Estas normas fueron dadas no solo para la preservación de un pueblo, sino que nos advierten de ciertos alimentos que les pueden dejar impuros al momento de presentarse al altar o en el templo, y es obviamente con el propósito de apartarnos y que nuestra vida, nuestros actos y nuestra forma de alimentarnos, den gloria y alabanza al Eterno.

Conclusión:

Este mandamiento de no comer un animal destrozado por otro animal nos ayuda a no transgredir otros mandamientos, como, por ejemplo, no tocar un animal muerto porque nos dejaría en un estado impuro, no comer a un animal muerto porque también nos dejaría en estado de impureza, y en este caso, el no comer un animal destrozado nos sirve como cerco de protección; no comer carne con sangre que no solo nos dejaría impuros, sino que implicaría el corte total de la nación de Israel. Entonces este mandamiento complementa unos versículos de Lev. 11, y forma parte de los mandamientos que nosotros como hijos del Eterno debemos seguir, diferenciándonos de otras naciones, ya que ese es nuestro llamado, distinguirnos de las demás naciones.

 

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