No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.

No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana. (Ex. 23:18 RVR60).

Explicación del mandamiento:

Hoy tenemos algunos elementos que es pan con levadura. Este y la otra que es la sangre de un sacrificio. La grosura de la víctima, que no debe de quedar de la noche hasta la mañana.

La NVI nos dice así, no mezcles con levadura la sangre del sacrificio que me ofrezcas. Entonces, estamos hablando de Un sacrificio y claramente nos dice que no se debe de mezclar con levadura. La segunda parte de la NVI dice, no guardes hasta el día siguiente. La grasa que me ofreces en las fiestas. La versión del Tanaj, y de la Torá nos dice así, no harás sacrificio sobre el leudado, con la sangre de mi sacrificio no pasará de la noche. El cebo de mi festejo, sin quemarse hasta el amanecer.

Todas estas versiones nos llevan a una celebración

Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. (Ex. 12:9 RVR60).

Nos da ciertas características o ciertas instrucciones para poder celebrar Pesaj desde el tiempo que tenemos que apartar el corderito, las características que debe de tener este corderito. En la cena, a partir de ese momento, comienza la fiesta de los panes sin levadura, por lo que nuestras casas no debe haber ningún tipo de levadura.

Representación de cordero asado y panes sin levadura para Pesaj.

Representación de cordero asado y panes sin levadura para Pesaj.

Maimónides, un comentarista judío, nos dice que esta primera parte del versículo es una advertencia, desde el momento que se selecciona el cordero para sacrificarlo empieza el sacrificio o la muerte de ese corderito que va a hacer nuestra la cena en Pesaj. Desde ese momento, las personas que están involucradas en el proceso deben asegurarse de que en sus casas ya no exista levadura. Hoy en día, y nos ha pasado a los que no hemos estado involucrados directamente. Por ejemplo, Arturo Cabranis, que es nuestro hermano y chef, ha estado involucrado, desde empezar a preparar todo para poner el corderito a las brasas porque así dice la Escritura que debe ser. Entonces, desde ese momento, él ya está participando de Pesaj. La primera parte del verso insta a las personas que están involucradas en participar en esos eventos, desde la preparación, en que en sus casas no exista nada de levadura, obviamente, y a lo largo de todo el proceso, hasta las personas que se integran para cenar esa noche, la cena y comer, participar de esa festividad en sus casas, obviamente tampoco debe haber ya levadura. Según Maimónides, el hecho de que omitiéramos asegurarnos de que habría levadura en nuestras casas era consecuencia de una recibir la pena que es maljut, que eran equivalentes a 40 azotes, esto por el pequeño descuido de tener Jametz en tu casa.

En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. (Luc. 12:1 RVR60).

Quien recibe primeramente la enseñanza son sus discípulos y después las multitudes dice guardaos, de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Podemos entender que éxodo 23 no está hablando nada más de la levadura física de nuestras casas, sino que cuidemos, que en nuestros corazones no exista esa levadura espiritual. ¿Y cuál es esa levadura de los fariseos? La hipocresía. ¿Qué quiere decir esto? Que si tú participas en esa cena de Pesaj y en cualquiera de las fiestas con algo de levadura en tu corazón. Y no solamente en las fiestas, si tú participas en la Comunidad con levadura, en tu corazón, tampoco te vale. Así entonces, si nosotros queremos seguir fielmente a nuestro señor, tenemos que asegurarnos de que no exista ese tipo de levadura de hipocresía en nuestros corazones. Si vienes aquí, ven contento y ven convencido de que Dios tiene un mensaje para TI y ven convencido de que lo que Dios quiere para ti es bueno. Y eso es motivo suficiente para que tú puedas encaminar tus pasos hacia la dirección que el Señor te manda.

La segunda parte de este verso dice, porque nada hay encubierto que no haya de descubrirse ni oculto que no haya de saberse. La verdad es que somos personas que, al igual que Yeshua, sufrimos, nos gozamos, lloramos, nosotros, somos personas normales, comunes y corrientes, pero la diferencia es que estamos en el camino de entender la escritura para poder obedecerla para poder aplicarla a nuestras vidas, a medida que logremos esto, nuestras vidas van a ser transformadas y para eso tenemos el ejemplo de nuestro mesías Yeshúa, que vino a enseñarnos cómo tenemos que llevar esa carga de la Torá que como dice él, mi carga es ligera.

La verdadera sabiduría, la que viene de lo alto, dice, es primeramente pura, después pacífica, posteriormente amable, benigna llena de misericordia y de buenos frutos, fruto es el producto de algo, imagínate un árbol de manzanas, el fruto es para las personas, no para el mismo árbol. Un fruto que se queda para sí mismo se echa a perder.

Entonces los frutos que debemos dar nosotros no son para nosotros, no son para quedarnos nosotros, son para compartir. Vamos a dar frutos con base en los dones que Dios nos ha dado. Al final del verso 17 dice buenos frutos sin incertidumbre ni hipocresía, o sea, no vas a tener duda, y tampoco vas a hacerlo falsamente, al árbol no le cuesta trabajo dar ese fruto. Verso 18 y el fruto de justicia se siembra, en paz, para aquellos que hacen la paz. Todo esto, además, tiene que traer paz. Vámonos a ver. La segunda parte del mandamiento o del verso de Éxodo 23:18. ¿Qué es lo que dice el eterno? Dice, no pasará toda la noche el sebo de mi festividad hasta la mañana, La segunda parte, entendemos que esa grasita o ese esa parte del animal no debe de quedarse hasta el amanecer. Maimónides nos previene de que no debemos de ser descuidados y dejar una porción de ese sacrificio o de ese animalito, nos lo comemos o se tiene que quemar hasta que se carbonice, primero, porque es una instrucción que se nos da desde éxodo, éxodo 12, pero, ¿Qué instrucción práctica tiene para nuestra vida?

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (Isa. 53:7 RVR60).

Abraham le dijo a Isaac, Dios se proveerá de cordero, así como nosotros hemos cenado ese corderito en Pesaj, Dios se proveyó de cordero para poder rescatarnos, su sacrificio fue uno para todos, pero para todos los que hayan decidido seguirle. Sí, él nos ha permitido entrar a su pueblo, ser parte de su pueblo, somos coherederos, aunque a través de los años hayamos perdido nuestra identidad y hayamos pecado por muchas razones, por ignorancia, principalmente, Dios se proveyó de cordero y ese cordero fue su hijo, nuestro mesías, Yeshúa para entonces reivindicarnos y volverlos a meter a su familia, a su pueblo.

 

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