Construir un Templo o Santuario para el Eterno

Explicación del mandamiento:

Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. (Ex. 25:8 RVR60).

Habitare en el templo, el pueblo sería el santuario y el Eterno habitaría en ellos. Entonces, más allá de la idea física de lo que es un templo, tendríamos que pensar en personas. Cuando decimos Israel es un grupo de personas que queremos acercarnos al Eterno, hemos sido adoptados, injertados, es el pueblo de Dios.

Si estuviésemos tan conscientes cada minuto, cada segundo de nuestra vida, de la presencia de Dios en nuestra vida, no necesitaríamos estar en un lugar, pero la verdad es que nos hace mucha falta. Lo necesitamos, porque nos distraemos, nos desubicamos, las distracciones de la vida hacen que nuestra mente se desvíe. Pues al estar en un lugar con otras personas, tener una Biblia en la mano, escuchar canciones, tener un tiempo de oración, el levantarte a un horario, nos ayuda a nosotros en nuestra debilidad a acercarnos más a Dios.

Entonces el tabernáculo tenía, creo que también ese propósito, tener como un acuerdo, es decir, como un punto de acercamiento para todos, como un lugar de reunión, y ese es el punto de encuentro para Israel. De toda la Tierra, el lugar más sagrado que existe es la Tierra de Israel y el lugar más sagrado de toda esa Tierra de Israel es Jerusalén y de toda la Tierra de Jerusalén es el Monte del Templo, espiritualmente representa la cercanía con Dios.

Dios finalmente escogió a hombres que podrían volver a hacer el templo, no nada más es el valor físico y material, es el valor espiritual. Mientras hubo un templo en pie, mientras hubo sacrificios, Nabucodonosor nunca pudo penetrar, nunca pudo entrar a Jerusalén, pero cuando le dijeron, mira ellos en las murallas, bajan una canasta de oro y les daban un cordero como intercambio que hacían hasta que un día un hombre les dijo: cuando reciban la canasta tómenla y póngale un cerdo y eso fue lo que hicieron, en el momento en que Israel ya no pudo hacer un sacrificio más, se rompieron las murallas. Eso habla de la fidelidad de Dios que tenía con sus pactos, con las promesas y con el templo en sí, con el valor de los sacrificios.

Entonces, para muchos, el hecho de que se construyera hoy un tercer templo sería como un avivamiento espiritual para Israel, sería algo que traería muchísima unión a todos los judíos. Por otro lado, otros dicen que sería un conflicto impresionante porque nos estaríamos echando la soga al cuello con todos los árabes y con todos los países vecinos enemigos. Entonces dicen, pues lo ven desde el punto de vista espiritual. Decir, bueno, necesitamos un templo porque los sacrificios ya no son necesarios, ya que el sacrificio perfecto ya fue hecho, lo que tenía valor en el templo era el juntar a todos.

En Apocalipsis dice que la nueva Jerusalén ya no va a haber necesidad de templo. Porque ya la presencia de Dios realmente va a ser tan fuerte que va a llenar la Tierra como las aguas cubren la mar, que ya no habrá necesidad de sol y de luna.
Lo que nosotros tendríamos que hacer es primero tomar, como dice el apóstol Pablo, conciencia de que nuestro cuerpo es templo de Dios y todo lo que hacemos debe de reflejar la santidad de ese templo. Hay varios preceptos con respecto al templo, había que velarlo, había que guardarlo, había que mantenerlo limpio, había que mantener orden y santidad.

El apóstol Pablo, dice: no puedes unir tu cuerpo con cualquier cosa porque tu cuerpo es templo de Dios, entonces, nosotros deberíamos de vernos de la misma manera a nuestra alma. Nuestro espíritu es el lugar santísimo y allí está habitando Dios.

 

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