226. No jurar en falso.

227. No jurar en falso testimonio acerca de un objeto.

“Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo el Eterno. No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana” (Levítico 19:12 RV60)

Explicación del mandamiento:

De acuerdo con Levítico 19:12-13 dice:

“No juren en mi nombre falsamente, ni profanen el nombre de su Dios. Yo Adonaí. No defraudes a tu prójimo ni lo despojes de nada”. (Levítico 19:12-13 RV60)

Lo que nos dicen estos versículos es no jurar el nombre del Eterno en vano, no está prohibido jurar en nombre de Dios, pero en caso de estar errados, es como si estuviéramos jurando falsamente. Por lo que se debe de tener mucho cuidado.

En Éxodo 22:9-11 dice:

“En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo. Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y éste muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie; juramento del Eterno habrá entre ambos, de que no metió su mano a los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará. Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá a su dueño”. (Éxodo 22:9-11 RV60)

Esto nos dice que poner el nombre de Dios era el punto que quitaba cualquier controversia en alguna discusión.

Esto nos muestra que si vamos a poner el nombre de Dios, debemos tener mucho cuidado, esto se hacía para poner a Dios por testigo, ya que el tercer mandamiento es el de “no jurar el nombre de Dios en vano” y el hacerlo era una profanación total que es conocida como: “Jilul Hashem”.

En éxodo 20:7 ya se nos había mencionado que no juraremos el nombre de Di-s en vano y esto era por lo que representa el Eterno, esto nos lleva a recapacitar que no usemos el nombre de Hashem bajo ningún atributo falsamente.

Conclusiones:

Hoy es muy fácil prometer y no necesariamente usamos el nombre de Dios, pero lo que nos muestra no solo es el valor del nombre de Hashem, sino el valor de la misma palabra y eso tendría que seguir siendo suficiente hasta el día de hoy, es por ello que también Yeshua hablo acerca de este tema, de los juramentos. En Mateo 5: 33-37 dice

“Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Di-s; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.” Mateo 5:33-37 RV60)

Yeshua nos dice que no tendríamos por qué llegar a este punto, porque no tiene sentido el hacerlo, ya que tenemos que ser mujeres y hombres de palabra. La palabra es inspiradora y nos evoca a la Emuna (fé), por lo que tenemos que cuidar nuestro testimonio para que entonces nuestras palabras sean suficientes sin tener la necesidad de llegar a esto.

Es por ello que debemos de trabajar todos los días para ser hombre y mujeres fieles a lo que decimos, no perfectos, pero que no quede en nosotros, como dice Santiago 5:12:

“Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación”. (Santiago 5:12 RV60)

Ya que al momento de jurar le damos más peso a nuestras palabras y estamos arrastrando el nombre de Dios.

En Números 30:2 dice:

“Cuando alguno hiciere voto al Señor, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.”(Números 30:2 RV60)

Y en Deuteronomio 23:21 dice:

Cuando haces voto al Señor tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará el Eterno tu Dios de ti, y sería pecado en ti. Más, cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado”. (Deuteronomio 23:21 RV60)

Por lo que no incluyas el nombre de Dios en tus asuntos.

Te invito a que juntos busquemos dar testimonio con nuestras palabras, que nuestro si sea sí y que nuestro no sea no.

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