No rasurarse los costados del cabello ni la barba.

No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba. (Levítico 19:27 RVR60)

Explicación del mandamiento:

251. No rasurarse el pelo a los costados de la cabeza.

252. No cortar ni una de las cinco puntas de la barba.

A la mayoría de los judíos ortodoxos podemos identificarlos físicamente viendo su barba larga, con sombrero y con los Los caireles a los costados de su cabeza, llamados “peyot“. Esta costumbre es por tradición judía, los hombres se dejan crecer el cabello a la altura de la sien en cada lado. Esto es un distintivo que en Israel o los barrios judíos alrededor del mundo es muy común. Es una forma muy literal para los judíos de interpretar este mandamiento y su aplicación.

Podemos encontrar que para algunos que les crece muy poco bello, aún así dejan que les crezcan aunque sean pocos pelitos para poder cumplir con el mandamiento.

Para aplicarlo en el judaísmo tradicional el día de hoy sería: No te cortes la barba, no te cortes los costados con máquina o con navaja, instrumentos prohibidos por considerar que con ellos se podría transgredir este mandamiento.

Estos son dos mandamientos susceptibles a interpretación y no estando libres de polémica. y es un mandamiento que aplica solo para varones.

 

Análisis, antecedentes y razón de los dos mandamientos:

Veamos lo que dice en levítico 19:27:

“No haréis tonsura en vuestras cabezas.” (RV 60)

La palabra HAREIS (H5362) en hebreo NACÁF; raíz primaria; golpear; por implicación de atacar, golpear juntos; rodear o circundar; buscar, ceñir, cercar, circundar, cortar, curso, deshacer, envolver, ir alrededor, pasar, rodear, sitiar. NO HAGAS palabra que implica no hacer violencia, implicando también no atacar, dañar o cortar con violencia.
También la forma de traducir esta palabra sería rodear o circundar.

La palabra TONSURA (H6285) en hebreo PEÁ; significa propiamente en su sentido principal boca, como cuando se habla de la ley oral se dice Torá Shebeal Peh (Torá de la boca); dirección, región, extremidad; esquina, lado, parte, punta, rincón, sien. Tomándolo literal lado, costado, la sien relacionándose con la cabeza, entonces en tu cabeza ten cuidado don lo que significa la palabra Nacáf, con circundarla, con rodearla, con cortarla, con lacerarla, con lastimarla.

Y la tonsura, boca es un círculo, orificio, cavidad. El mandamiento resumido es No te hagas daño en la cabeza, o ten cuidado de no dañarla, de no actuar con violencia sobre ella, ten cuidado en ese sentido.

 

Otras traducciones de apoyo.

LBLA – No cortaréis en forma circular los extremos de vuestra cabellera, ni dañaréis los bordes de vuestra barba.

NVI – No se corten el cabello en redondo ni se despunten la barba.

DHH – No se corten el pelo en redondo, ni se recorten la punta de la barba.

RASHI – No redondearán la extremidad [del cabello] de sus cráneos, y no destruirás la extremidad de tu barba.

Rashi (Rabí Shlomo Yitzjaki) comentarista judío del siglo XI, erudito de la interpretación de la Torá.

 

¿Cuál sería el propósito primario para estos mandamientos para su pueblo?

Para hallar la razón de estos mandamientos leamos desde Levítico 19:26-31

No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos. No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba. Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová. No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad. Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová. No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios. (Levítico 19:26-31 RVR60)

Qué podemos ver, el contexto donde se dan estos dos mandamientos, son mandatos breves, muy particulares, que tienen relación con No imites a la gente de estas tierras, ten cuidado de hacer como los vecinos, Cananeos, Moabitas, Amonitas y otros. Porque esas eran las prácticas que ellos llevaban a cabo, de encantamientos, de adivinaciones, de entregar a sus hijas a la prostitución, el lacerarse por los muertos, el tatuarse, el hacerse ciertos cortes en la cabeza, en las barbas, el ser agoreros. Prácticas con advertencia para que cuando el pueblo entrara a la Tierra de Israel tuviera cuidado y aún sin entrar estuviera advertido sabiendo lo que Dios les ordenaba.

El contexto de estos mandamientos eran las costumbres que expresaban duelos por muertos, y eran al mismo tiempo señales de adoración a las deidades mostrando cuales eran sus creencias, sus distintivos. Por hacer estos honores muchos se rapaban la cabeza, el cráneo como haciendo alusión a un globo celeste y el Señor dice no harás esto imitándolos, como un corte en redondo.

Es curioso, como en las imágenes de la diapositiva que siglos después, algunos monjes franciscanos llevaban estos cortes que los caracterizaban, más que sus vestimentas de color café. Como el eterno no quería que su pueblo fuera a parecerse como a los de otras religiones, un cuidado para que no se vieran de esa forma, convirtiéndose en un tropiezo, de confusión, porque sea una moda, por aparentar un nivel de santidad o de entrega a cierta deidad. Es aléjate de esa identidad.

Esto lo podemos reafirmar porque este mandamiento se repite en Levítico 21:4-5 (RV 60)

No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose inmundo. No harán tonsura en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguños. (Levítico 21:4-5 RVR60)

En aquellos días eran los sacerdotes de esos pueblos los que llevaban acabo estas muestras de adoración a sus ídolos. Conllevando a tomar medidas para hacer la diferencia. En el caso particular del sacerdocio en Israel, los Levitas portaban una vestimenta que los diferenciaba del resto del pueblo. La vestimenta del Sumo Sacerdote era única, ordenanzas directas de parte de Dios, otros pueblos imitaban estas mismas ideas, sus sacerdotes o los que sirvieran en estos cultos también buscarían diferenciarse.
El Eterno justamente dice: Yo quiero que te diferencies de ellos, no los imites, no se parezcan a ellos, no te les quieras asemejar.

El tipo de características de los sacerdotes y en general Israel un pueblo llamado a ser Reyes y Sacerdotes, el distintivo no tendría que ser en base al corte de cabello sino por los frutos espirituales, por una vida piadosa, por nuestro temor de Dios, por nuestro amor al prójimo, como lo dijo Yeshúa, “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros..” (Juan 13:35 RV 60).

Veamos lo que continúa diciendo en levítico 19:27 “ni dañaréis la punta de vuestra barba.” (RV 60)

La palabra DAÑAREIS (H5362) en hebreo SHAKJÁT; raíz primaria; decaer; arruinar de la manera literal corromper, corrupción, corruptor, dañar, daño, demoler, depravado, derribar, destrozador, hacer destrucción, destruidor, destruir, devastar, enloquecer o estropear. Palabra fuerte que implica un daño, connotación de violencia, negativa, NO TE HAGAS DAÑO implicando cuida tu cara, cuidar el Templo que es del Eterno, Templo de Dios.

 

Interpretación Literal

En el judaísmo rabínico es:

  1. Dejarse crecer la barba.
  2. No cortarse las cinco puntas.

 

¿Cuáles son las cinco puntas?

Los rabinos consideran que son la parte superior de la mandíbula, la parte inferior; siendo dos de cada lado; suman cuatro y la quinta es en la barbilla. No te los cortes.

La barba ha sido parte de la identidad hebrea, no queriendo decir que una persona que tenga barba es mejor, o sea más hebrea que otra, por supuesto no es así, hay testimoniales en la misma escritura de personajes que evidentemente tenían barba.

Como ejemplos, David HaMelej (el Rey) cuando tuvo que escapar.

Vemos en 1 Samuel 21:13:

Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su barba. (1 Samuel 21:13 RVR60)

La barba era característica de rasgos identificados no solo en la cultura hebrea sino también en toda la región era acostumbrado llevarla.

En 2 de Samuel 10:4

Entonces Hanún tomó los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió. (2 Samuel 10:4 RVR60)

En Esdras 9:3:

Cuando oí esto, rasgué mi vestido y mi manto, y arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté angustiado en extremo. (Esdras 9:3 RVR60)

En la profecía de Isaías 50:6 que se refiere a Yeshúa :

Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. (Isaías 50:6 RVR60)

Parte de una identidad, de una cultura. Para aplicarlo en la actualidad, en primera instancia, No dañes tu cara, ni tu cabeza. También era una práctica común que por ciertos muertos o situaciones de dolor no te dañes por alguna emoción infringiéndote un daño, por esto en el judaísmo es más usual rasgarse las vestiduras en lugar de rasgarse, como diríamos cortarse las venas, en la actualidad. Por otro parte somos hechura suya, a imagen y semejanza de nuestro creador por lo tanto a pesar que no seamos muy hermosos debemos darle gloria al Eterno.

Nuestra Cabeza es nuestra imagen implicando que debemos mostrarla de la mejor manera, cuidándola de no se herida.

En segunda instancia, el contexto nos habla de No imitar las practicas paganas, prácticas idolatras, o hacia prácticas que van fuera de los lineamientos del Espíritu del Eterno.

Los paganos se hacían afeitaban, se hacían cortes particulares en la barba.

Las mujeres estarían exentas, mandamiento implícito para el hombre.

No tendríamos por qué juzgar a una persona por cómo se ve, cómo se viste, en fin por este tipo de características, pero una vez que estas en la Palabra, una vez que has venido a ser siervo del Eterno, entregándole del todo nuestra vida, incluyendo el cómo somos, el cómo nos vemos, o al tratar de reflejarle a él en la mejor manera, tenemos también la obligación de no ser de tropiezo para otros, así como también ser diferentes al resto del mundo.

La tendencia del mundo no es acercarse a la imagen de Dios, ni a sus mandamientos sino todo lo contrario, no dejarnos llevar por nuestro corazón, examinemos su aplicación no solo en cuestión física de nuestro rostro, como vestimos, el cómo hablamos, nuestra manera de comunicarnos, etc.…

No dejarnos llevar por una emoción o lo que está de moda, la moda a marcado tendencias en las que reconocemos a que periodo pertenece el corte de cabello, los peinados, las patillas, la ropa, sin que nos vistamos de manera idéntica, ni literal al contexto hebreo, en sandalias y con túnicas.

Definitivamente no sería así, por eso es importante entender el espíritu del mandamiento que es No busques imitar a los paganos, no quieras ser como ellos, ten cuidado de cuál es la imagen que estas dando, sin juzgar el libro por su portada, cuantas veces dejamos de leer un libro porque la portada no nos atrajo, no nos pareció agradable, no nos pareció interesante. Un tropiezo por una cuestión que al final es algo simple.

 

Anécdota.

“Vengo de una congregación cristiana, hace muchos años allí había mucha liberalidad, muchas de las personas que asistíamos y éramos parte de este movimiento; sin ninguna mala intensión teniamos libertad en este sentido, allí se podían ver personas rapadas, personas con el cabello tan alto como en forma de micrófono, yo mismo usaba arete, con biblia compartiendo en varios ministerios. Ahora puedo ver la inmadurez, la juventud, y realmente una cuestión de no entregar nuestra vida a Dios, dejándonos llevar por cosas así. Como te ves habla mucho de ti pero también habla mucho del Eterno. La idea es agradarle a él.

Los judíos con la vestimenta buscan no llamar la atención, no ser diferentes unos de otros, buscan que la sencillez y la simpleza sea una característica.
No es un mandamiento literal dejarse la barba o que esté prohibido rasurársela, implica mas bien no imitar a los paganos, no buscar cortes similares a ellos.

 

Comentarios de los mandamientos:

Los Rabinos dicen que aquel que transgredía este mandamiento una vez advertido, se le daban una serie de azotes, dos tundas de azotes. Para evitar que imitara a los demás.

También se interpreta que tampoco hagas que otros se asemejen a los paganos, o que se infrinjan algún daño por imitación de alguna de estas prácticas, modas o movimientos. Jóvenes que lo hacen como parte de una identidad, lo han vuelto como algo común.

Los Rabinos dicen que este corte circular, que es lo que decía la traducción, esto aplica en cuanto a raparse, dejando con esto de darle gloria a Dios.

Como vemos, son 2 mandamientos para no imitar las prácticas paganas, las prácticas idolatras, cuidar no ser piedra de tropiezo para otros, ser consientes que nuestro cuerpo es un templo de Dios, un templo del Espíritu, buscar darle gloria y honra el Eterno en todo lo que hagamos. En el espíritu del mandamiento para las mujeres aplicaría al examinar como me visto y arreglo, de qué manera quiero verme, porque el cabello lo arreglo de tal manera, siendo honestos apelando al espíritu de cada uno, tenemos algo que nos dicta cuando sabemos que lo estamos haciendo mal. Yo lo digo por experiencia con la vivencia de ponerme arete, ya casi hace 20 años, en mi corazón sabía que estaba mal hacerlo, aunque no creía en la Torá, sin saber que decía la Torá sobre las perforaciones, sabia que estaba mal y por esto tuve muchas consecuencias justamente por esto. Al imitar al mundo, el mundo me acarreo problemas.

Conclusión:

Sin tener una guía de un corte de cabello, cual es un corte Kosher o cual no, este principio nos muestra que es una gran responsabilidad nuestra imagen. El espíritu nos redarguye mostrándonos cuál es la manera que podemos reflejar y dar gloria al Eterno con nuestra forma de vernos, de vestirnos, de cortar el cabello.

Una manera de verlo es ver cómo lo están haciendo las gentes en el mundo, como artistas, cantantes o futbolistas, celebridades a las que los jóvenes quieren imitarles.

¿A quién quiero agradar? ¿Con quién quiero quedar bien?  Esto es algo a considerar y reflexionar para el próximo corte de cabello, pensar en base a qué lo estoy haciendo.

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