DIFERENTES CLASES DE AMOR 

Nuestro Señor Yeshua dijo: 

“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.”  (Juan 15:12 RVR1960) 

Conociendo que el amor es de suma importancia para la vida de un creyente, necesitamos comprender lo que nuestro Señor Yeshua quiso decir cuando nos mandó amarnos unos a otros. 

El idioma griego tiene varias palabras para expresar el concepto del amor: 

  1. EROS: 

La palabra “eros” se usa para describir el amor al placer. El amor a lo que agrada al ser humano. 

  1. PHILIA:

La palabra “philia” se usa para describir el amor que atrae. Es el amor y el cariño que encontramos en una amistad. 

  1. ÁGAPE:

La palabra “ágape” se usa para describir el amor de YHVH. El amor ágape es ese amor único que tiene el Padre Celestial por Su Hijo amado. 

Yeshua dijo a su Padre: 

“Me has amado (ágape) desde antes de la fundación del mundo.” (Juan 17:24 RVR1960) 

El amor ágape es también el amor que YHVH tiene por toda la humanidad.  

La Biblia dice: 

“Porque de tal manera amó (ágape) Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”  (Juan 3:16 RVR1960)

Y este amor ágape es el mismo amor que nuestro Señor Yeshua mandó que nos tuviéramos unos a otros.  

Yeshua dijo: 

“Este es mi mandamiento: Que os améis (ágape) unos a otros, como yo os he amado.”  (Juan 15:12 RVR1960) 

¿Qué es el Amor Ágape? 

Este amor solo puede provenir del Santo Espíritu de YHVH (Ruaj Hakodesh) y es algo interior (buenos pensamientos y sentimientos) que manifiestan frutos y acciones de amor hacia los demás.  

El amor ágape se ve más claramente cuando contemplamos el hecho de que YHVH dio a su Hijo amado para morir por nosotros siendo aún pecadores.  

La Biblia dice: 

“Más Dios muestra su amor (ágape) para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”  (Romanos 5:8 RVR1960) 

En esto consiste el amor (ágape):  

“No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación (sacrificio) por nuestros pecados.”  (1 Juan 4:10 RVR1960) 

Estos versículos nos ayudan a entender lo que es realmente el amor ágape, es el amor que se da y se sacrifica por el bien de otra persona.   

La característica principal del amor ágape es que carece totalmente de egoísmo, no busca su propio interés, sino que siempre busca lo mejor para la otra persona. 

El capítulo 13 de 1 Corintios nos enseña claramente cómo actúa este amor ágape, y este amor solo YHVH a través de su Santo Espíritu lo puede poner en nuestro corazón si se lo rogamos día a día, no existe otra forma para adquirirlo, ya que por naturaleza el ser humano es egoísta.  

“Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará. En parte conocemos y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; pero cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido. Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”  (1 Corintios 13:1 – 13 RVR95) 

El amor ágape proviene del Santo Espíritu de YHVH (Ruaj Hakodesh). En nosotros mismos no existe la clase de amor que YHVH pide, pero Él nunca nos manda hacer algo sin darnos el poder para hacerlo. 

¿Cómo nos ayuda YHVH a amarnos unos a otros con amor ágape?  

Él nos da su Santo Espíritu para que more en nosotros.  El mismo Espíritu que mora en el Padre Celestial y en nuestro Señor Yeshua, debería morar en cada creyente, y así, ese amor ágape que está en el corazón de YHVH, fluye hacia nosotros y de nosotros debe fluir hacia los demás por el poder de su Santo Espíritu (Ruaj Hakodesh). 

“Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”  (Romanos 5:5 RVR1960) 

El amor ágape no proviene de nuestros propios esfuerzos, ni de nada en nosotros mismos, ya que por sí solos somos incapaces de amar con amor ágape, sino que el amor ágape es el principal fruto del Espíritu de Abba.  

“Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”  (Gálatas 5:22 – 23 RVR95)  

El amor ágape solo podemos adquirirlo a través del Santo Espíritu de YHVH (Ruaj Hakodesh). 

Ese amor ágape de YHVH hizo posible a Esteban orar por sus enemigos, esos hombres que lo apedreaban hasta matarlo. 

“Mientras lo apedreaban, Esteban oraba y decía: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado.» Habiendo dicho esto, durmió.”  (Hechos 7:59 – 60 RVR95) 

El amor ágape de YHVH fluye desde nosotros hacia los demás cuando nos rendimos a Él para ser canales de su amor y bendición, de esa manera podemos decirle sinceramente a otra persona:  

“Te amo porque YHVH ha puesto en mi corazón su maravilloso amor ágape”.  

Este amor es tan poderoso que puede hacernos amar aún hasta a nuestros enemigos, algo que es imposible lograr por sí solos.

¿Cómo lograr querer a una persona difícil de amar? 

Aunque somos uno en espíritu con todos los creyentes, somos completamente diferentes los unos de los otros, ya que nuestra alma y nuestra personalidad son únicas y existen personas a las que nos sentimos atraídos espontáneamente y otras a las que no, pero esto no es pecado, YHVH nos hizo diferentes unos de otros, y, por lo tanto, tenemos diferentes gustos.  

Nuestro Señor Yeshua no dijo que tenemos que sentir agrado por cada creyente, sino, que debemos amar a todos los creyentes, aunque no nos agraden tanto, porque no amar a otro creyente, eso sí es pecado.  

La Biblia dice: 

“Nosotros sabemos qué hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos.  El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.”  (1 Juan 3:14–15 RVR1960)

Así que roguemos con fervor a nuestro Padre Celestial que produzca en nosotros los frutos de su Santo Espíritu (Ruaj Hakodesh) y en especial el fruto de su amor ágape: que nos haga amar sinceramente a todas las personas, aun a las más difíciles de amar, y así poder obedecer su mandamiento y agradar el corazón de nuestro Abba. 

“El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en el no hay tropiezo.”  (1 Juan 2:9-10 RVR1960) 

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos ha amado, también debemos amarnos unos a otros.”  (1 Juan 4:9-11 RVR95)

 

CategoríaAmor al prógimo
  1. 14 febrero 2024

    Gracias que bendición pastor

Escribe un comentario

*

Your email address will not be published.

© 2012 -2023 KEHILÁ Camino a Emaús.
Todos los derechos reservados

Síguenos en:           
Simple Follow Buttons
Simple Share Buttons
Menu