La Función del Espíritu Santo

Para muchos de los creyentes con base en las Raíces Hebreas, la Torá se volvió el motivo fundamental de su fe; dejando en un segundo plano un elemento que debería de tener la misma trascendencia en nuestras vidas: el derramamiento del Espíritu Santo.

Tristemente, aunque conocemos del Espíritu Santo, lo hemos dejado en general de lado, muy probablemente por la mala interpretación que se da en el cristianismo tradicional, de donde muchos venimos, respecto a las “manifestaciones del Espíritu” expresadas en actos que de ninguna manera corresponden a lo que dice la Palabra de Dios (hablar en lenguas mediante balbuceos, la risa santa, las convulsiones, la caídas al piso, etc.). Se puede observar de manera general, más no particular, un fenómeno muy extraño en las dos religiones con las que compartimos algo en común:

  • Los judíos desprecian a Yeshúa.
  • Los cristianos desprecian la Torá.
  • Los de Raíces Hebreas deprecian (quitan valor) al Espíritu Santo.

Así, se observa que los judíos guardan celosamente la Torá y muestran gran fervor en su relación con Dios; pero le han añadido un sinnúmero de mandamientos humanos que les hacen caer en un legalismo muy grande. Yeshúa vino a enseñar el verdadero espíritu de la Torá, mas ellos no le escucharon, y le negaron.

Por su parte, los cristianos muestran gran fuego en su interior en los cultos y reuniones; se llenan de gozo, que manifiestan claramente en la alabanza  a través de su emocionalismo. Sin embargo, al no reconocer la Ley de Dios como vigente, caen en liberalismo al no tener los límites y las bendiciones que  brinda la Torá.

Por último, en Raíces Hebreas se percibe cierta ausencia de fuego en el corazón. Se alaba a Dios con un hermetismo carente de sentimiento y emoción; se habla poco de los dones y del fruto del Espíritu, y, por el contrario, se sataniza cuando por ejemplo alguna alabanza menciona al Espíritu Santo. Todo esto, al final se traduce en una iglesia tibia o fría.

Por tanto, es necesario escudriñar las Escrituras para comprender la función del Espíritu Santo en nuestra vida espiritual, quitando tabúes y dogmas erróneos derivados de prejuicios adquiridos por malas experiencias en las iglesias de donde provenimos.

En el artículo ¿Qué es el evangelio?, se concluyó que el evangelio del reino de Dios no es únicamente la obra redentora de Yeshúa, ni únicamente la Torá; sino que ambos son parte de un TODO que continuará hasta el fin de los tiempos. Con esa certeza, podemos seguir caminando en las Escrituras para ubicarnos en otra buena nueva fundamental que vendría después de la ascensión a los cielos de Yeshúa, y que Él mismo anunció:

 Juan 16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré
16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 
16:9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 
16:10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 
16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. 
16:12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 
16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 
16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 


Juan (R.V. 1960)

¡Yeshúa anuncia a sus discípulos que les conviene que Él se vaya! ¿Qué podía ser mejor que tener al Mesías, el Hijo de Dios, entre ellos?

Sólo la venida del Espíritu Santo, quien manifestaría la presencia de Dios, convenciendo al mundo de pecado, de justicia y de juicio; guiándolo a toda verdad; y glorificando a Yeshúa.

Hechos 1:1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Yeshúa comenzó a hacer y a enseñar, 
1:2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; 
1:3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. 
1:4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 

1:5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
1:6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 
1:7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 
1:8 
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
1:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.

Hechos (R.V. 1960)

Después de resucitar, Yeshúa le dice a los discípulos que permanezcan en Jerusalén, pues dentro de poco serán bautizados con el Espíritu Santo, lo cual les daría poder para serle testigos hasta los confines de la tierra.

El Antiguo Testamento también revela que el Espíritu Santo fue una manifestación de la presencia de Dios, como cuando David confesó su pecado y le suplicó a Dios:

No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu Santo Espíritu.


Salmos 51:11 (R.V. 1960) 

También podemos ver que El Espíritu podía estar en medio de su pueblo.

Según el pacto que hice con vosótrois cuando saliste de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotrois.

Hageo 2:5 (RV60)

Hay un sin número de pasajes en el Tanaj en donde se describe como el Ruaj HaKodesh vino a ciertos personajes, dándoles un poder particular para realizar diversas encomiendas. Sin embargo, mediante la obra redentora de Yeshúa, cambiarían las condiciones para poder recibir el Ruaj de Elohim.

Los Hechos

Hechos 2:1 al 47 narra que ese día de la festividad de Shavuot (o Pentecostés), los 12 apóstoles estaban reunidos en una casa, en donde después de un estruendo en el cielo fueron bautizados con el Espíritu Santo (tal y como se los había anunciado Yeshúa), mediante algo que lucía como llamas de fuego que se posaron sobre cada uno de ellos, lo que les dio el poder para ser testigos de Yeshúa en todos los rincones de la tierra.

En ese momento recibieron el don de lenguas y comenzaron a hablar en diferentes idiomas por medio del Espíritu.

Este bautismo con el Espíritu, fue dado de manera particular a los 12 apóstoles escogidos por Yeshúa. Así, podría suponerse que en la actualidad también únicamente se da a los escogidos que, como los apóstoles, han tenido un caminar en las Escrituras, consagrándose a Dios.

Al escuchar el estruendo en el cielo sobre la casa donde estaban reunidos, una multitud se aglomeró en el sitio (gente de muchas nacionalidades y diferentes idiomas). Estos se asombraron al ver como los apóstoles, siendo galileos que solo hablaban hebreo, predicaban acerca de las maravillas de Dios en los diferentes idiomas de los que ahí se encontraban.

Después de eso, Pedro les dio un discurso, y los que se habían aglomerado le preguntaron que qué debían hacer para acceder a dichas maravillas. Pedro les contestó que tenían que arrepentirse y bautizarse para perdón de los pecados en el nombre de Yeshúa, con lo que recibirían el don del Espíritu Santo.

Cabe aclarar que ese bautizo a la multitud fue por inmersión en agua, y no uno con el Espíritu Santo como el que recibieron los apóstoles. Para confirmar esto, veamos el versículo en que fue bautizada la multitud que se aglomeró:

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.   

Hechos 2:41 (RV60)

El original en el diccionario strong para “bautizados” es:

Strong griego #907 βαπτίζω baptízo

Definición: dejar abrumado (es decir completamente mojado); usado solo (en el N.T.) de la ablución ceremonial, específicamente (tec.) de la ordenanza del bautismo cristiano.

Lo que hay que diferenciar, es que la palabra griega que se utiliza en Hechos 1:5 es la misma, pero ahí agrega una descripción específica para aclarar que en vez de ser bautizados en agua, serían bautizados con el Espíritu, descripción que no se hace en Hechos 2:41.

Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Hechos 1:5 (RV60)

Es necesario aclarar también si al ser bautizadas en agua, las personas de esa multitud recibieron automáticamente el don de lenguas o cualquier otro de los dones del Espíritu a los que se refiere 1a de Corintios 12:4-11.

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Yeshúa HaMashiaj para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos 2:38 (RV60)

El original en el Diccionario Strong para don es:

Strong griego #1431 δωρεά doreá
Derivación: de 1435
Definición: gratificación.
Strong griego #1435 δῶρον dóron1435
Definición: don, ofrenda, presente, regalo.

1a Cor. 12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 
12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 
12:8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
12:9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 
12:10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 
12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere

1a Cor. (RV60)

El original en el Diccionario Strong para dones es:

Strong griego #5486 χάρισμα járisma
Definición: dádiva (divina), es decir liberación (de peligro o pasión); (específicamente) concesión (espiritual), es decir (subjetivo) calificación religioso, o (objetivamente) facultad milagrosa.

Vemos que son dos palabras totalmente diferentes. En Hechos 2:38 se habla de una gratificación o regalo y en 1a Corintios de una facultad milagrosa o concesión espiritual.

Es muy claro que cuando los apóstoles fueron bautizaos con el Espíritu, estos recibieron el don de lenguas y seguramente varios más o incluso todos los dones, pero, como ya analizamos, fue un evento particular. Los otros de la multitud que fueron bautizados en agua recibieron el Espíritu Santo como gratificación o regalo, que sin duda es un suceso también maravilloso, ya que les abría el camino para comenzar una nueva vida en Yeshúa.

La buena noticia para todos es que a partir de ese momento histórico, al arrepentirnos y bautizarnos en el nombre de Yeshúa, recibimos el regalo de la unción del Espíritu Santo, con lo que podemos empezar o avanzar en nuestro caminar espiritual; con la premisa de que, en cierto momento, también podemos ser bautizados con el Espíritu Santo y recibir sus dones.

Por todo lo anterior, concluimos que el Ruaj HaKodesh se manifiesta desde la misma creación, pero con la venida del Mashiaj, su sacrifició, resurrección, y ascensión a los cielos; el pacto de Dios con Israel fue renovado y cambió la forma en la que accedemos a su presencia, la cual sigue siendo a través del Ruaj HaKodesh, pero ahora por medio de la fe en Yeshúa y el bautismo con agua.

Si aún piensas que el Espíritu Santo no debe ser mencionado mucho, o te causa malestar cuando escuchas hablar de Él, valdría la pena tomar nota de que en el Nuevo Testamento la palabra “Espíritu” (con mayúscula y refiriéndose al Espíritu de Dios) aparece 225 veces; la palabra “amor” aparece 139 veces, “Pablo” 165, “Pedro” 163, “ángel” 99. ¿Querrá decir esto algo?
Lo cierto es que debemos tener en todo momento la inclinación y propósito de tener el Ruaj HaKodesh en nosotros, buscándolo a través de un sentimiento y una disposición mental ferviente e intensiva por Él (ver Seis Aspectos del Espíritu Santo para los Creyentes). Tenemos que anhelarlo, buscarlo y sentirlo dentro de nosotros… ¡Tenemos que pedirlo al Padre!

Lucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Lucas (RV60)

Gálatas 3:3 ¿Son tan estúpidos? Habiendo empezado por el poder del Ruaj, ¿creen que pueden llegar a la meta por su propio poder? 3:4 ¿Han sufrido tanto por nada? Si de esa forma es cómo piensan, ¡su sufrimiento en realidad si hubiera sido en vano! 3:5 ¿Qué hay de YHWH, que los suple con el Ruaj y hace milagros entre ustedes; lo hace Él por causa de la observancia legalista (Obras de la Ley) de los mandamientos de la Toráh, o por que confiaron en lo que oyeron y son fieles a ello?

Gálatas (Biblia Kadosh)

Así como un día el Ruaj HaKodesh nos hizo voltear hacia la Torá cuando la despreciábamos, hoy es el día en que volvamos nuestro corazón nuevamente al Espíritu de Dios, que es quien le da verdadero sentido a la obediencia a los mandamientos; a que sin temor pidamos al Padre de su Ruaj en oración y en alabanza, para poder sentir emociones y sentimientos indescriptibles en nuestro interior, de manera que, al salir de la kehila, vivamos una vida integra y plena, con los límites que nos pone la Ley y con ese fuego en nuestro interior que no se apague y nos  haga querer hablarle a todos de las maravillas de nuestro Creador.

CategoríaRuaj
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  1. Gracias hermanos por sus palabras,que el Eterno los bendiga grandemente y a ustedes también los guarde. Quisiera saber que opinan ustedes de los 144.000,quienes son.

  2. Formidable el comentario que hacen sobre el Ruah Hakodesh que me ha hecho cambiar, la perspectiva que yo tenía del Ruah y buscarlo más en mi vida diaria y depender más de Yahweh Tzvaioth por medio de Yashuah J.

    • 14 julio 2021

      Muchas gracias por tu comentario Maria Arias, nos da mucho gusto que hayamos podido ser parte de este cambio en tu vida.
      Qué el Eterno te bendiga y te guarde
      Shalom!

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