¿POR QUÉ NO APARECE EL NOMBRE DE DIOS EN EL LIBRO DE ESTER?

En esta ocasión vamos a seguir aprendiendo sobre la fiesta de Purim y algunos temas relacionados con el libro de Ester, como el de la pregunta del día hoy. Probablemente, algunos de ustedes no se habían dado cuenta de que no aparecía el nombre de Dios en este libro. Es un poco extraño que, en un libro que forma parte de la Biblia, no venga el nombre de Dios. Es lo último que esperarías no encontrar, si estamos hablando de un libro que busca acercarnos, ayudarnos a entender y a conocer al Dios de la Biblia; es decir, al Dios de Israel, más en ningún momento aparece Su nombre. Esto también ha sido objeto de investigación y de estudio. ¿Habrá alguna razón para que no aparezca el nombre de Dios en el libro de Ester? Efectivamente, esta es una de las críticas sobre el libro de Ester, sobre la fiesta de Purim, en general, como un planteamiento de, ¿por qué no viene el nombre? Si Dios es quien debería de darse a conocer ahí. 

El nombre de Ester viene de una raíz que significa “ocultar”, oculto o algo que está cubierto, Así que nadie sabía a qué pueblo pertenecía Ester, ni cuál era su nombre real o su verdadera identidad. Era todo un misterio en sí. 

¿TE HAS PREGUNTADO? 

Hoy el mundo se pregunta lo mismo: ¿Dónde está Dios en este libro? O ¿Por qué no se muestra el Eterno ahí? Como podemos ver, hay muchas situaciones en las que las personas puedan pensar que Dios no se encuentra. Pero, yo te hago esta pregunta: ¿Si alguien te preguntara por qué no está Dios en las situaciones tan difíciles de la vida? Algunos se hacen esta pregunta en la guerra, en el holocausto, en el hambre que existe en distintos lugares en el mundo, en las enfermedades. En fin, hay tantas circunstancias en las que una persona se puede sentir abandonada o que Dios no está ahí. 

En el libro de Ester, el Nombre de Dios se encuentra oculto por diferentes razones. Pero, como detalle curioso, el nombre de Ester en hebreo era “Hadassa”, que significa “mirto”. Sin embargo, su nombre público, dentro del palacio, su nombre social era conocida como Ester y su identidad estaba encubierta. Ni el mismo Rey Asuero sabía a qué pueblo pertenecía. Porque el Imperio Persa eran ciento veintisiete provincias, así que había gente de todos lados. Por tanto, nadie sabía a qué pueblo pertenecía Ester, cuál era su nombre real, ni su identidad. Era todo un misterio en sí. El nombre “Ester” viene de una raíz que significa “ocultar” u oculto, algo que está cubierto o encubrir algo. Entonces, tiene mucho sentido con la historia, con lo que va a suceder y, con lo que estamos estudiando, de que el Nombre de Dios no aparece porque está oculto. 

EL NOMBRE OCULTO 

El Nombre del Eterno se forma a partir de cuatro letras, es decir, el llamado Tetragrámaton conformado por: Yud, Hei, Vav, Hei. Que, transliterado al idioma castellano fonéticamente, sería con las letras: “YHVH”. 

Vamos a ver algunas evidencias en la Biblia: Ester 1:20:

 “Y el decreto que dicte el rey será oído en todo su reino, aunque es grande, y todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.” (Ester 1:20 RVR60).

 La frase subrayada en el hebreo sería: “HI VEKHOL HANNASHIM YITENU” יהוה. Quien se dio a la labor de la investigación, se dio cuenta de que en esta frase se encuentran las 4 letras del Nombre Sagrado de Dios, leyéndolo de derecha a izquierda, considerando la última letra de cada palabra ahí está codificado en este pasaje: YHVH y en hebreo: Yud, Hei, Vav, Hei. 

Ahora, vamos a leer Ester 5:4:

“Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el rey.” (Ester 5:4 RVR60).

La frase subrayada en el hebreo sería: “YABÓ HAMMELEK VEHAMAM HAYYOM” יהוה. Si leemos, en este caso, la frase de izquierda a derecha, considerando la primera letra de cada palabra, ahí está el Tetragrámaton de nuevo: Yud, Hei, Vav, Hei. El Nombre de Dios codificado. 

El siguiente pasaje es Ester 5:13:

“Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.” (Ester 5:13 RVR60).

“VEKHOLSEH ‘EYNENNV SHOH LIY” . Una vez más, el Tetragrámaton está codificado de derecha a izquierda, tomando la primera letra de cada palabra. 

Finalmente, en Ester 7:7:

 “Luego el rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al huerto del palacio; y se quedó Amán para suplicarle a la reina Ester por su vida; porque vio que estaba resuelto para él el mal de parte del rey.” (Ester 7:7 RVR60).

 “KIY KALERHAH ELAV HARA’AH” יהוה. Aquí encontramos el Nombre codificado si lo leemos de izquierda a derecha, tomando en cuenta la última letra de cada palabra. 

Entonces, ¿aparece o no aparece el Nombre? Todo depende de cómo lo veamos. Porque si aparece, pero no a simple vista. O no para cualquiera, solo para aquel que busca y lo hace teniendo un propósito mayor. 

¿POR QUÉ DIOS SE OCULTÓ? 

¿Por qué Dios se ocultaría? ¿Por qué habría de velar su Nombre Dios en este libro? Y, ¿qué lección nos quiere enseñar con esto? Vamos a leer Deuteronomio 31:16-18:

 “Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adónde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él; y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí? Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.” (Deuteronomio 31:16-18 RVR60).

 Por tanto, el Eterno cumplió su Palabra, es decir, ocultó su rostro porque no fueron fieles a la Torá. No siguieron sus caminos. Y, aunque fue escondido de ellos, como en el libro de Ester, Él seguía trabajando para ellos. Por eso, es que no aparece el Nombre de Dios en Ester. A pesar, de que, a simple vista, no viene el Nombre de Dios, para aquellos que tenemos esta fe, sabemos que Dios sí estaba ahí. Un detalle final de esto: la palabra que se usa para “esconderé mi rostro” es la palabra hebrea “satar” (H5641), de donde viene la raíz de la palabra Ester. En el libro de Ester, la palabra “satar” son palabras que se escriben igual. Solamente que Ester se escribe con una letra “alef” que no siempre suena. En otras palabras, Ester y esconder mi rostro son las mismas letras. 

Entonces, ¿por qué no aparece el Nombre de Dios en el libro de Ester? Porque nos está dando una gran lección. Primero, porque realmente Dios quería que camináramos por fe y, se dieran cuenta de que Dios sí estaba ahí presente, pero no a simple vista. Segundo, porque era una consecuencia de haberse apartado de Él. El exilio en sí, era la evidencia clarísima de que no habían seguido Sus mandamientos. De igual forma, cuando un hijo no ve a su padre cuando este se va a trabajar, más de pronto aparece por la puerta de regreso de su trabajo. Así Dios sigue trabajando, aunque no lo podamos ver. Nunca perdamos la fe de que, Dios siempre está ahí. Porque en cierta manera la fe tiene que ver con eso, con caminar y buscar al Eterno donde quiera que se encuentre. 

Hay otra breve explicación del porqué no aparece el nombre del Eterno en la “Meguila” (Rollo) de Ester y es que: estos rollos o libros habían de trasladarse a todos los poblados, porque la idea es que cada población de judíos conociera estas buenas nuevas de lo que sucedió. Y, debido al riesgo que uno de estos rollos, se extraviara y se hubiera puesto el Nombre de Dios -como la idea es que cualquier documento que tuviera el Nombre de Dios se debe de preservar, ya que está prohibido destruirlos y deben cuidarse-, entonces, para evitar esta situación, algunos plantean que por eso “Mordejai” (Mardoqueo), decidió no poner el Nombre de Dios. 

MILAGROS VISUALES VS MILAGROS OCULTOS

Esto nos lleva a pensar, aunque a veces, no vemos a Dios, pero sabemos que está ahí, en estos dos planteamientos que forman parte de nuestra fe y, son: los milagros visibles contra los milagros ocultos. Los primeros son muy parecidos a los efectos especiales que vemos en las películas. Y los segundos están disimulados en la naturaleza. Por lo que, es más fácil creer en lo que vemos, pero no siempre es lo mejor para nuestra fe. La razón del porqué Dios tampoco muestra su Nombre en el libro, es para ayudarnos a confiar y creer en Él, aun sin poderlo ver. 

Dice el Ramban en este libro llamado Al Hatorah -un comentario sobre el libro de “Shemot” (éxodo) 13:16 “Y de los grandes milagros visuales, uno debe llegar a ver los milagros ocultos”-. Uno debe de trasladarse hacia esta parte. Hoy, para muchos, no hay estos milagros espectaculares, visuales, pero la idea es que, finalmente, nos lleven a creer en aquello que, aparentemente, está oculto y que también es un milagro.

¿ANDAMOS POR FE O POR VISTA?  

Parte de la lección de la fiesta de Purim del libro de Ester, es aprender a confiar en Él, a caminar por fe y no por vista, depositando nuestra plena confianza en el Eterno. Dice en el libro de Hebreos 11:1:

Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1 RVR60).

 La fe verdadera es aquella que es capaz de creer sin ver. Como lo dijo Yeshua: “Bienaventurado el que cree, sin haber visto.” Si logramos creer en Dios y considerar que Él ha estado detrás de todo, incluso de lo que no podamos ver: eso es fe verdadera. Lo cual incluye el libro de Ester. Me gusta mucho este pasaje de Isaías 45:15:

 “Verdaderamente, tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas.” (Isaías 45:15 RVR60).

 Como podemos ver a Dios no se le va una, no importa el peligro, no importa la situación, Dios está siempre ahí. Y, si permite ciertas situaciones, es para que retornemos a Él y para hacer crecer nuestra fe. Así que, en momentos difíciles, cuando creas que Dios no está ahí, tal vez sea esto, que Él nos quiere hacer crecer espiritualmente. 

La victoria de Ester y de Mardoqueo, es la victoria de la fe. Es creer que Dios estaba dirigiendo todo detrás, aun cuando no le podemos ver. 

¿QUÉ MÁS REVELA ESTER QUE ESTÁ OCULTO?  

Ester revela también un mensaje profético que apunta al Mesías, porque si la Palabra dice que Dios escondería su rostro, una forma, dentro del ámbito judío, de hacer mención al Mesías, es conocida como “el hombre del rostro” o “el Dios del rostro”, como aquel que se muestra. Yeshua vino a revelar al Dios invisible. A Dios nadie le ha visto jamás, porque Él es invisible, pero el unigénito del Padre, Él, le ha dado a conocer. Entonces, la historia de Ester apunta también a la revelación que algún día el Mesías traería y traerá todavía a todo su pueblo. 

Revela: 

  • Al Dios que permanece oculto a simple vista.
  • Al Eterno está detrás de todo lo que nos sucede en la vida.
  • Una oportunidad única de crecer en nuestra fe de una manera muy especial. 

Por eso, es muy importante la lectura de este libro y la celebración de esta fiesta. Dice la Palabra también que Moisés se sostuvo como “viendo al invisible”. Evidentemente, no lo podía ver, pero sabía que Él ahí estaba. 

Por eso, Mardoqueo en el capítulo 4 de Ester, le dice: “Si tú callas, respiro y liberación vendrán de alguna otra parte para los judíos”. Queriéndole decir: “Si tú callas, está bien, pero aun en el palacio te va a alcanzar, porque como Dios está ahí, la liberación vendrá de otra parte, porque Él no está limitado”. 

Por último, dice en 1 Timoteo 1:17:

“Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Timoteo 1:17 RVR60).

 Con esto en mente, te invito a que sigas conociendo más sobre la fiesta de Purim y, que en la próxima oportunidad que tengas, no solo leas el libro de Ester, sino que celebres la Fiesta acorde a la Palabra y, que consideres que es una oportunidad para crecer en nuestra fe. 

CategoríaFamilia, Purim
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