¿POR QUÉ SACARON 153 PECES? 

Vamos a seguir conociendo más de los milagros de Yeshua. Por eso, estamos estudiando la sección de milagros que llevó a cabo Yeshua y, conociendo estos mensajes y señales detrás de cada uno de ellos. 

Llegamos a la pregunta 136 que, en el último capítulo del evangelio de Juan, se lleva a cabo una pesca milagrosa que tiene como detalle particular que especifica que, al sacar la red, sacaron 153 peces. Vamos el día de hoy a profundizar más en: ¿cómo y por qué se contabilizaron? ¿Por qué el autor, en este caso Juan, se tomó el tiempo de especificar este detalle en particular? Porque lo dejó escrito y muy claro, que fueron 153 peces.

Vamos a leer Juan 21:1-6:

 “Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: Estaban juntos, Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; más los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces”. (RVR60).

  Aquí Yeshua ya había resucitado, ya había tenido contacto previo con los discípulos y viene este momento que sucede en el mar de Tiberias. Este mar es el mar de Galilea, de acuerdo con Juan 6:1:

 “Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.” (RVR60). 

Y el mar de Galilea representa a los gentiles, de hecho, se le conocía como: Galilea de los gentiles, que tiene que ver con la profecía de los gentiles, las naciones, el mundo. Y, finalmente, es el lugar donde Israel es dispersado a las naciones. 

PESCADORES DE HOMBRES  

Recordemos que la situación para Pedro era muy incómoda, triste y muy difícil, porque él fue quien negó a Yeshua, cuando había jurado que no lo haría. Y aunque hay un encuentro con Él, vemos aquí que después de esta negación Pedro pensó que ya no tendría más otra oportunidad y que había perdido el llamado que Yeshua le había hecho. Por lo que ahora, no le queda más que regresar a su antigua vida que era: ser pescador. Y este pasaje, aunque ahora no lo leamos completo, sabemos que al final tiene una historia de restauración y también de reafirmar con esto, la misión verdadera que tenía Yeshua no solo para Pedro, sino para todos los discípulos y es: ¡Ser pescadores de hombres! 

Y dice el verso 3 que no pescaron absolutamente nada, ni un charal. Y, creo que, cuando el Eterno te ha llamado a una nueva vida, no puedes volver a ser el mismo de antes, después que has conocido a Yeshua. Si lo has conocido verdaderamente, ya no puedes ser el mismo, ya no puedes regresar al mundo y pensar que te va a ir igual. Porque cuando hacemos lo que Dios no nos ha ordenado, difícilmente te va a ir bien. Al contrario: ¡Fracaso total!

¿POR QUÉ DEBÍAN TIRAR LA RED A LA DERECHA?

 A partir del verso 4, vemos que Yeshua aparece a los discípulos y les pregunta si tienen algo de comer y ellos responden que no han pescado nada. A lo que Él les pide que echen la red a la derecha. Y pareciera que Yeshua supiera el truco de cómo pescar milagrosamente. Y, en este caso, les da una indicación demasiado sencilla: echen la red a la derecha. Probablemente, entre los siete, no se les había ocurrido echarla de ese lado o simple y sencillamente, es que hay un mensaje detrás de esto. Como leímos, Yeshua los deja fracasar pescando toda la noche. Imagínense el desvelo, la frustración de llevar la noche trabajando a la intemperie y no sacar un solo pescado. 

Y, dice el mismo verso 4, que cuando iba amaneciendo, es decir, cuando iba llegando la luz, ahí es cuando llega el Mesías. El evangelio de Juan, al inicio en el capítulo 1, dice que: “en Él estaba la vida y, la vida era la luz de los hombres”. En este caso, Lázaro no solo vio la luz, sino la nueva vida. Pero los discípulos no sabían que era Yeshua, estaba velado, una vez más, este entendimiento. Y al decirles, echen la red a la derecha, les quiere reafirmar con esto el verdadero llamado que ellos tenían, el cual no era ser pescadores de esos mares, sino ser pescadores de hombres en los mares de las naciones. 

Y creo que es el llamado que todos tenemos, no solamente los discípulos en particular, sino también tú y yo. Porque si somos discípulos de Yeshua, tenemos también esta misión. Entonces, ¿a qué los está llamando Yeshua una vez más? A ser pescadores de hombres. A recoger a Efraín de entre las naciones. ¿Por qué? Porque la derecha representa algo muy interesante que vamos a recordar leyendo en Génesis 48:13-17:

 “Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él. Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra. (RVR60).

  El contexto de este pasaje es la bendición de Jacob, hacia los hijos de Yosef (José): Efraín y Manasés, así como la parte profética. Si viéramos la posición de las manos de Jacob desde arriba, representa la forma de un pez, porque cruzó los brazos uno sobre otro. 

¿Qué es lo que está profetizando Jacob directamente sobre Efraín y Manasés? Que su nombre sea perpetuado, perdure y se mantenga en esta descendencia y también…

MULTITUD DE NACIONES   

Dice: multiplíquense en gran manera en medio de la tierra. La palabra multiplíquense en el hebreo es la palabra “daga” que significa moverse rápidamente, pero la palabra “dag”, significa pez. Entonces, es muy interesante porque la palabra multiplíquense es como la misma orden que se le da a los peces de multiplicarse y de irse por toda la tierra (aguas). Ya que todos los peces tienen esta peculiaridad, que son muchísimos y están en todos los mares. No hay un mar que no tenga peces. Entonces, lo que está aquí profetizando Jacob es: la descendencia de Efraín y Manasés será como los peces. Por eso, Yeshua escogió pescadores de hombres, porque ahora hay que ir a pescar a Efraín que se fue por todo el mar de las naciones. 

Continuamos leyendo Génesis 48:17-19:

 “Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó este disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés. Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza. Más su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones”. (RVR60).

 La palabra multitud de naciones también es muy interesante porque su término en hebreo es: “Meló Ha Goyim” que significa plenitud de gentiles. Una vez más, esta palabra nos confirma que todo está conectado. 

El Apóstol Pablo, en la carta a los Romanos, en el capítulo 11, hace uso de este mismo término en la traducción que se hace del griego, cuando dice en el verso 25: 

“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; ” (RVR60). 

Plenitud de los gentiles = Meló Ha Goyim = Multitud de naciones. 

Vamos a regresar a Juan, capítulo 21, porque esto todavía se pone aún mejor, ya que Yeshua les dice: “echen las redes hacia la derecha”, porque la derecha fue la mano que puso Jacob sobre Efraín, a lo que José decía: esto está mal, no es así. Y, curiosamente, tuvo que cruzar los brazos y, al hacerlo, formaría la figura de un pez. Del modo que se multiplicaría toda esta descendencia, como peces. Entonces, como Efraín se fue a la derecha, a la derecha debían lanzar la red. ¿Qué más representa la derecha? La misericordia, la compasión. En el libro de Apocalipsis, dice que el ángel tocó a Juan con su mano derecha. Leamos Jeremías 16:14-16:

 “No obstante, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres. He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán, y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán por todo monte y por todo collado, y por las cavernas de los peñascos”. (RVR60).

 Está hablando de hacerlos volver del exilio, pero ya no del exilio de Egipto, ni de Babilonia, sino de todas las naciones; esto es lo que se llama el segundo éxodo. ¿Quién los traería de vuelta? Dice: he aquí, yo envío muchos pescadores, dice el Señor, y los pescarán. 

Este es el llamado a todos los discípulos de Yeshua: tirar la red con compasión, con misericordia y traerlos. En el libro de Oseas dice: con cuerdas humanas, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí. Entonces, hay que echar la red con compasión, misericordia y amor, para que la descendencia de Efraín, que se fue y se dispersó, vuelva otra vez. 

EL SIGNIFICADO DE LOS 153   

Vamos a leer Juan 21:7-14:

 “Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos. Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? Sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos”. (RVR60). 

Ellos tratando y tratando de pescar y Yeshua ya tenía un pez en las brasas, habiéndoles preparado el desayuno después de una noche de cansancio sin éxito. ¿Qué les quería enseñar Yeshua, con esto? No es tu oficio lo que te va a dar de comer, es el Señor quien te va a dar de comer. Si se trata de peces, no va a ser con su fuerza, sino con el Espíritu del Señor. Incluso, dice que eran tantos peces y la red no se rompía, porque eso significa que nadie se perderá una vez que el Mesías haya alcanzado a alguien. Dice la Palabra que las ovejas está en su mano y, nadie las puede arrebatar.

¿Qué representan estos 153 peces? Vamos a leer Oseas 1:10:

 “Con todo, será el número de los hijos de Israel, como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente. Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.” (RVR60).

 El libro de Oseas está también conectado con la profecía de la restauración de las 12 tribus y debemos verlo con esta perspectiva: un mensaje muy hermoso donde dice que Israel volverá a su tierra y serán restaurados. Subirán de la tierra es una manera de expresar que regresarán de todos los exilios. “Los hijos de Dios” es la frase en hebreo: “Benei Ha Elohim”, que en gematría (estudio o valor de las letras en hebreo), suman exactamente este número: 153. ¡Qué interesante que en Oseas ya tengamos codificado, de cierta manera, el milagro que haría Yeshua y por eso, el evangelio de Juan lo registra! No es una casualidad. Entonces, el valor numérico de Benei Ha Elohim, que significa: los hijos de Dios, es 153. ¿Qué les está tratando de mostrar con este número Yeshua a los discípulos y a todos nosotros también? Que el tiempo de ir por estos hijos de Dios: Judá e Israel, había llegado. Ya no habría que esperar más para ir por esa pesca. 

BETZALEL = SOMBRA DE ELOHIM / DIOS

Vamos a otro pasaje: Éxodo 31:1-5:

 “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor”. (RVR60).

 El contexto es que, está por construirse el Tabernáculo que, era la obra más importante que podrían llevar a cabo los hijos de Israel en el desierto después de recibir la Torá. Betzalel era de la misma tribu de Yeshua: Judá. Y, aunque pareciera una persona ajena, porque todo el protagonismo, por así decirlo, se lo habían llevado Aarón y Moisés. Pero, luego introduce a este joven llamado Betzalel que era el hijo de Uri, nieto de Hur (quien levantó los brazos de Moisés en la guerra contra Amalec Éxodo 17-:10-13). Así que ni siquiera era su hijo, era su nieto, lo cual da a entender que aún era joven. 

El nombre Hebreo Betzalel significa en la sombra de Dios o la sombra de Dios. Y, él podría considerarse como el primer arquitecto del tabernáculo, es decir, una sombra del constructor del tabernáculo de David del Eterno. Y, lo interesante, una vez más, es que el nombre Betzalel, en gematría también suma la sorprendente cantidad de 153. El mismo número de peces que sacaron en la red. 

¡Es sorprendente y maravilloso que Dios nos ha dado estos mensajes! Que el nombre Betzalel en gematría sume 153, es increíble porque es lo que Yeshua ha llamado a sus discípulos a hacer, pues es momento de reconstruir el tabernáculo. ¿Cuál tabernáculo? Como lo dice la frase tan conocida: el tabernáculo caído de David. ¿Por qué está caído? Porque las tribus fueron dispersas y divididas. Entonces, ahora, es momento de reunificarlo y de reconstruir el tabernáculo caído de David, pero, ahora, con este llamado de misericordia, compasión y amor. ¿De dónde? De todas las naciones a donde fueron dispersados. 

Betzalel entonces, es la sombra de aquel que sería el constructor del “mishkán” (tabernáculo), del verdadero tabernáculo celestial. Por eso, dice que Betzalel era lleno del Espíritu de Dios. Y, tú y yo, también podemos ser llenos del Espíritu de Dios y tenemos el mismo llamado. Volviendo al evangelio de Juan, capítulo 21, verso 14, dice: esta era ya la tercera vez que Yeshua se manifestaba a los discípulos después de haber resucitado de los muertos. 

¿Qué les parece el misterio de estos 153 peces? El nombre Betzalel, el término Benei Ha Elohim, que ambos suman en su valor numérico 153. La sombra de Elohim y los Hijos de Dios. Yo te invito a que te unas a esta misión y al llamado de ser pescador de hombres y que tiremos las redes. Yo estoy convencido de que el llamado de Efraín es hora más fuerte que nunca. Por eso, nuestro énfasis y nuestra carga en difundir este mensaje, el misterio de los 153 peces y, que las naciones sepan que en Israel hay salvación y que Yeshua es el Mesías que quiere rescatarnos de las naciones.

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  1. 11 abril 2024

    153 Peces = Benei HaElohim o hijos de Elohim, en Hebreo se suman las letras de esta frase y nos da como resultado: Benei HaElohim

  2. 28 marzo 2024

    AMEN!!GRACIAS DIOS MIO POR TU SABIDURIA Y REVELACION GRACIAS POR LOS PESCADORES DE HOMBRES QUE TU HAS ENVIADO🙏

    • 1 abril 2024

      Si fue de bendición este estudio, te invito a a ser parte de nuestra comunidad en TELEGRAM y seguir conociendo más de las Raíces Hebreas: https://t.me/ComunidadKCE

  3. 23 febrero 2024

    Así nos ayude Dios.

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