Sentir temor reverencial al Santuario.

Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová. (Levítico 19:30 RVR60)

Análisis, antecedentes y razón de este mandamiento:

En la versión de Jerusalén 1976, Levítico 19:30 dice:

“Guardad mis sábados y respetad mi santuario. Yo, Yahveh.” (JER 1976)

La palabra šabāṯ (H7676) en hebreo SHABAT que significa: descanso, día de reposo, semana, reposo.  La raíz primaria de la palabra aparece en el Strongs (H7673) shabat; que significa; desistir del ejercicio, hacer cesar, callar, fin, consumir, parar, quieto, reposar, reposo.

En conclusión, por su significado podemos decir que Shabat equivale a: día de reposo y hacer cesar. 

 

¿Por qué y para qué cesar en shabat?

¿Qué es lo que debemos hacer cesar? Las actividades del diario vivir, las actividades que realizamos todos los días.

¿Para qué? Para dedicar ese tiempo completamente al Eterno, a estar en comunión con él.

Veámoslo en el principio, como lo hacía Adan, mantenía una comunión con el Padre en el Huerto del Edén, simbolismo de nuestra esperanza de estar nuevamente en esa intimidad, que no requería hacer nada solamente disfrutando de él.

El Shabat está señalado en la Escritura, es el cuarto mandamiento, pero primero aparece en Génesis 2:1-3:

Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. (Génesis 2:1-3 RVR60)

El Shabat no solamente es un mandamiento, también es un Pacto que Dios hizo con el hombre, podemos leer ésto en Oseas 6:6-7

Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos. Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí. (Oseas 6:6-7 RVR60)

Podemos ver el Shabat como un mandamiento en Éxodo 20:8-11:

Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. (Exo 20:8-11 RVR60)

La palabra SANTUARIO (H4720) en hebreo Miquedash significa: Cosa o lugar consagrado, especial palacio. Su raíz primaria (H6942) en hebreo Cadash, que significa: limpio, apartar, celebrar, consagrar, dedicar, preparar, purificar, santo, señalar.

Cuando nos congregamos en Shabat, estamos convirtiendo al lugar de reunión en un SANTUARIO, al convivir unos con otros, nos conocemos y logramos también un propósito que el Señor nos manda, como dice la Escritura en Lucas 8:17:

Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz. (Lucas 8:17 RVR60)

Nuestras cualidades así como nuestros defectos al fraternizar van a revelarse, de esta manera podemos reflexionar, corregir, moldear nuestro carácter para llegar a mejorar. Purificarnos por medio de la palabra que nos limpia, nos lava, nos transforma, estando en la Casa de Alfarero vamos siendo moldeados, quitando lo malo, reafirmando lo bueno.

SANTUARIO, en Hebreos 10:22-25

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. (Hebreos 10:23-25 RVR60)

La segunda venida del Señor se acerca y para estar listos, debemos tener en cuenta que cuando dejamos de congregarnos nos hacemos sabios en nuestra propia opinión, pensando que estamos bien, que es correcto lo que hacemos, al convivir a la luz de la Palabra de Dios, vamos corrigiéndonos, recibiendo la enseñanza y la directriz para irnos puliendo unos con otros. 

  SANTUARIO, en Santiago 1:22-27

“¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si solo lo escuchan y no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos y les sucederá lo mismo que a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era.

Por el contrario, si ustedes ponen toda su atención a la Palabra de Dios y la obedecen siempre, serán felices en todo lo que hagan. Porque la Palabra de Dios es perfecta y los libera del *pecado.

Quien se cree muy *santo y no cuida sus palabras, se engaña a sí mismo y de nada le sirve tanta religiosidad.

Creer en Dios el Padre es agradarlo y hacer el bien, ayudar a las viudas y a los huérfanos cuando sufren, y no dejarse vencer por la maldad del mundo.” (LS NT)

¿Cuál sería el propósito primario de este mandamiento?

La Palabra del Señor es como mirarnos a un espejo, al vernos unos a otros estamos siendo confrontados al espejo, como nos ve nuestro prójimo, nuestro próximo, el que está cerca de nosotros. No podremos vernos a nosotros mismos, pero si vemos la reacción de los otros con lo que hacemos o decimos, nos permite ver como nos vemos en el espejo: que debemos arreglar, meditando, logramos cambiar, buscando hacer lo correcto. Aquí podemos ver que no solo es ser oidores de la Palabra, sino hacedores de ella. 

 

Comentarios del mandamiento:

Rabí Jaim Ben Atar, el “Or HaJaim” (1696 – 1743) Líder judío. Basado en la Torá, explica que el Shabat, la santidad del Shabat, la salud moral y física de los hijos está determinada; entre otros factores importantes; con el estado de ánimo de los esposos al cohabitar.

La noche del Shabat concentra las mejores condiciones para el acercamiento físico, un ambiente de pureza moral, de paz, de armonía del cuerpo y del espíritu, ligados al Shabat, esta práctica influye en nuestra vida, produciendo frutos, adquiriendo madurez al interactuar en Shalom unánimes juntos. Toda interacción en el Shabat conforme a la santidad que está marcada en la Palabra.

Para los esposos tener presente el nivel de santidad que deben mantener en el momento de acercamiento físico, en reverencia al Santuario, alejándose de pensamientos impuros y/o vulgares, uniéndose en armonía espiritual donde predomine la nobleza, lo bueno, lo sagrado, no perder de vista que cooperan con Dios en una asociación intima estando en el día de Shabat.

La mayoría de los Rabinos como:

  • Rashi (Rabí Shlomo Yitzjaki) comentarista judío del siglo XI, erudito de la interpretación de la Torá.
  • Maimónides (Rabí Moisés ben Maimón) Judío Sefardí considerado uno de los mayores estudiosos de la Torá en la época medieval.

Coinciden en la reverencia al Santuario, una conclusión talmúdica en estos términos dice: Que aunque el Templo no exista en nuestros días; a causa de nuestros pecados; estamos obligados a venerar su emplazamiento, como antaño, mientras estuvo de pie el Templo, constituyo el punto de reunión en los límites estrechos de Jerusalén, una vez desaparecido representa el nexo invisible que abarca la nación dispersa por los cuatro confines de la tierra en una tarea común y en una gran esperanza.

De acuerdo a los Rabinos, la construcción del Templo no tiene más importancia que el Shabat. Los dos tienen gran importancia de igual manera.

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