¿Por qué es superior el sacerdocio de Melquisedec?

Vamos a analizar por qué el sacerdocio de esta figura se considera superior al sacerdocio levítico. Ya que generalmente, cuando pensamos en el sacerdocio, nos vienen a la mente, estas personas vestidas de blanco o la figura del Sumo Sacerdote con el pectoral, el efod y su vestimenta muy particular. Pero, en la carta a los Hebreos aparentemente, viene a irrumpir esta idea del sacerdocio levítico y va a establecer un principio sumamente importante para nosotros, como creyentes en Yeshua. Entonces, si pensamos por qué Yeshua es superior o más relevante que los sacerdotes levitas, inmediatamente decimos: ¡Por supuesto, si es el hijo de Dios! ¿Pero, qué bases doctrinales tenemos para confiar en su sacrificio, en su obra, en lo que ha hecho por nosotros? ¿Cuál es la base escritural para poder decir que nuestra fe es firme en la Palabra?

Vamos a leer como introducción, Hebreos 5:6 “Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.” (RVR60). Que es una cita que se toma del Salmo 110:4 y es muy interesante porque está conectando la idea de que Yeshua es sacerdote para siempre, pero NO bajo el sacerdocio levítico, sino según el orden del sacerdocio de Melquisedec. Y ya analizamos en la pregunta previa, por qué esto es tan importante, por qué tiene un doble rol e identidad una misma persona. Y cuando leemos orden, que en griego significa “taxis”, implica una sucesión fija de rango o de carácter. También implica un orden, rango o categoría de un oficio.

Al parecer, el llamado “orden de Melquisedec”, era el designio original del sacerdocio para el Altísimo, que consistía en que los primogénitos eran asignados como sacerdotes. En el artículo, ¿Quien era Melquisedec? Se establece que era el primogénito de Noaj (Noé), su nombre era Sem y el título que se le da es Melquisedec. Esta idea de que el sacerdocio se daría por medio de los primogénitos se sigue manteniendo durante los patriarcas. Por ejemplo, Dios le muestra a Abraham que Isaac, su hijo, es su unigénito en Génesis 22, dándole relevancia al primogénito y como hijo único. Cuando Isaac está por bendecir a sus hijos, es evidente que él cree que Esaú, por ser el primogénito, es el que debe tomar este lugar y rol de liderazgo y sacerdocio en el clan familiar. El mismo Jacob, veía a José -no solo por el amor que le tenía-, como el líder espiritual de la familia por ser el primogénito de su esposa Raquel. Y al final, José termina tomando ese rol y papel como el salvador y gobernante sobre sus hermanos que se postran delante de él. Intercede por ellos y los termina salvando. Lo mismo que habría de hacer un sacerdote, incluso lo mismo que habría de hacer un rey.

Entonces, esta idea ancestral, de la época patriarcal, no se rompe con el establecimiento de Israel y las tribus. Al contrario, se confirma. Leamos Éxodo 13:1-2 “Jehová habló a Moisés, diciendo: Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es”. (RVR60). Aquí nos deja muy claro, que la idea del sacerdocio original era que, los primogénitos le pertenecían a Dios. Y pertenecerle, no era como aplicar: esto es tuyo y, esto es mío. Sino que, al estar consagrados, significaba que tenían una función especial. Y esta idea se repite en Números, capítulo 3. Pero, aquí en cuanto están saliendo de Egipto, se deja muy en claro esta idea de la importancia, la relevancia que tienen los primogénitos. ¿Qué suceso refuerza esta idea? El Eterno acaba de salvar a los primogénitos de Israel en Egipto con la famosa décima plaga. Incluso, la idea de que el sacerdocio, descansaba en los primogénitos, no era exclusiva de los hebreos. También los egipcios tenían este principio. Por eso, la décima plaga del ángel de la muerte es el castigo más severo, porque no solamente era el dolor que le implicaba al padre de perder a su hijo, sino que toda la nación se quedaría sin sacerdotes oficiales. Sin primogénitos, nadie podía tomar el sacerdocio en automático, porque se consideraba un designio divino que el primogénito fuera el sacerdote. Cada detalle de la Escritura tiene mucho más sentido cuando lo vemos a la luz de toda la Biblia.

EL SACERDOCIO TAN ANTIGUO COMO EL PECADO

Hablando del sacerdocio, nos preguntamos: ¿por qué era tan necesario? El sacerdocio en realidad, y ya hablamos desde los patriarcas, la salida de Egipto, pero realmente el sacerdocio y su necesidad es tan antigua como el pecado mismo. Desde el momento en que el pecado entró en el mundo, se requería de un mediador, de una ofrenda y un servicio, aunque fueran solo unas piedras, algo muy sencillo, para conectarse nuevamente con el Eterno y estar en una relación correcta con el Creador. ¿Cuál era la idea de este tipo de servicios, de sacrificios y de mediadores? Volver a conectarse con Dios. ¿Por qué? Porque el pecado nos separa de Él. ¿Cómo nos volvemos a enchufar? Proveyendo un servicio que tape ese pecado y construya un puente. La palabra sacerdote también significa: constructor de puentes. Al final el objetivo y propósito de todos estos sacrificios es estar en una correcta relación con Dios.

Antes de la entrega de la Torá y del sacerdocio levítico, el sacerdocio establecido era el de los primogénitos. Desde los días de Caín y Abel, era el mismo principio. Dios se lo enseñó a Adán y Eva y ellos a sus hijos y se fue transmitiendo de manera oral. Abraham, Isaac y Jacob, todos ellos, levantaron altares porque sabían que era la manera de volverse a conectar con el Eterno. Probablemente no estaban en el sentido tan claro de: ¡somos sacerdotes! Quien se considera que toma el papel general del sacerdocio, no solo para él sino para otros, es justamente Melquisedec, quien se convierte en esa figura de lo que sería el sacerdocio acorde a la Escritura.

INICIO DEL SACERDOCIO LEVÍTICO

¿De dónde surge la idea del sacerdocio levítico? La entrada del sacerdocio levítico es la respuesta a un evento sumamente trágico: el becerro de oro. El Eterno toma a los levitas en sustitución de los primogénitos. No es que haya surgido de manera espontánea, porque ellos hayan dicho: nosotros somos santos. Simplemente fue una respuesta a una necesidad. Ahora, nada escapa al plan de Dios. Él lo fue planeando y por algo lo permitió.
Leamos Números 3:11-12 “Habló además Jehová a Moisés, diciendo: He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas. Porque mío es todo primogénito; desde el día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo Jehová”. (RVR60). Aquí leemos la evidencia de que, Dios tiene la respuesta específica para el pueblo. Lo que está un poco extraño, porque toma a los levitas en lugar de los primogénitos, aunque los primogénitos siguen siendo suyos. Al final, no se ha roto la idea de que los primogénitos siguen siendo suyos, están consagrados y eso significa que hay un plan.

Porque cuando Dios toma a alguien y lo consagra significa que hay una función o misión para esa persona. Aquí en cuestión de actividad y función, dice: los levitas van a hacer la función que los primogénitos originalmente debían hacer. Sin embargo, los primogénitos siguen siendo míos, dice el Señor.

Ahora, vamos a leer la carta a los Hebreos donde el autor nos va a dar una cátedra y enseñanza importantísima: Hebreos 7:9-19: “Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; 10porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro. 11Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 12Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; 13y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. 14Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.15Y esto es aún más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, 16no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible. 17Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. 18Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia 19(pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios”. (RVR60).

Leímos los argumentos que utiliza el autor para establecer por qué finalmente el sacerdocio de Melquisedec tiene relevancia sobre el sacerdocio de Leví y va a poner como ejemplo al mismo Leví, el Padre de todos los levitas. Y si Leví reconoce la autoridad de Melquisedec, entonces todos los sacerdotes de Leví tienen que reconocer la autoridad del sacerdocio de Melquisedec.

Previo al verso 10, dice que Abraham diezmó a Melquisedec y, por tanto, reconoce su autoridad. Y dice: el mayor bendice al menor. Si Abraham recibió la bendición de Melquisedec, reconoce la autoridad de éste. Y en Abraham pagó también el diezmo Leví, aunque éste no había nacido aún. Y en el verso 12 dice: cambio de ley. No se refiere a toda la Torá en sí, sino a la estipulación de la función sacerdotal. Por ello, en el verso 13 habla de Yeshua, que desciende de otra tribu, la de Judá. Entonces, la justificante para poder decir que no solo de la tribu de Leví podían ser sacerdotes, sino en este caso, de la tribu de Judá, es el mismo Melquisedec. No conforme a la genealogía levítica, sino del poder de una vida indestructible. Queda entonces, abrogado el mandamiento anterior. ¿Cuál? El levítico, a causa de su debilidad e ineficacia (pues nada perfeccionó la ley). ¿Cuál ley? La levítica.

Para resumir estos pasajes bastante complejos: lo que nos dejan ver es que, aún el sacerdocio de Leví es inferior al orden de Melquisedec, ya que al diezmar Abraham y recibir la bendición de Melquisedec, es como si los levitas también lo hubieran hecho. Por eso dice en el verso 7, sin discusión el menor es bendecido por el mayor.

¿DE DÓNDE SURGE EL SACERDOCIO DE MELQUISEDEC?

Ya vimos que el sacerdocio surge de la necesidad de una reconciliación con Dios, la cual no se podía hacer totalmente por los medios del sacerdocio levítico. Así que el sacerdocio de Melquisedec, para poderle dar esta autoridad, no surge solo con la figura de éste, sino desde antes; desde la época de los patriarcas y desde la época de Adán y Eva en la que se necesitó de un intermediario, de ahí surge la idea de un sacerdocio que después se le llamaría de Melquisedec, porque incluye la idea de un gobierno o un reino y eso si es distinto. Leemos en Génesis 14:18-20 “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo”. (RVR60). En este pasaje se habla de que Abraham entrega los diezmos del botín a Melquisedec y nos dice que es un Cohen (Sacerdote) del Eterno, pero también un rey. Y no es lejana la idea de un sacerdote como un primogénito y como un gobernante. Porque cuando los primogénitos tomaban la bendición para llevar a cabo, el papel de sacerdocio en sus hogares, también tomaban el papel de reinado o liderazgo de esa familia. Así, el primogénito al heredar el papel del padre no solo era el sacerdote espiritual, sino se convertía en el líder y de cierta forma, en un rey para esa familia. Y a Melquisedec se le reconoce oficialmente con estos dos títulos: rey y sacerdote.

EL SACERDOCIO DE MELQUISEDEC ES SUPERIOR

Lo vamos a entender con los pasajes que leímos en Hebreos, capítulo 7. ¿Por qué el sacerdocio de Melquisedec es superior al de Abraham y, por tanto, al de los levitas? Primero, porque recibe los diezmos de Abraham y éste no era cualquier persona. Lo que representa en sí, la autoridad que tenía sobre él y el reconocimiento de lo que le había enseñado. Segundo porque, aunque Melquisedec, no tenía genealogía familiar con Abraham, éste es capaz de entregarle los diezmos. En cambio, los levitas reciben el diezmo porque hay un enlace directo con sus hermanos, es decir, con el resto de las tribus. Melquisedec bendice a Abraham, lo que indica que era superior a Abraham como dice el verso 7. Y en el verso 8 dice: “que sigue vivo”. Y esto es interesante, porque dice que ciertamente reciben el diezmo hombres mortales, pero que hay uno de quien se da testimonio de que vive.

No considero que el autor a los hebreos esté pensando que Melquisedec siga vivo y entre ellos como persona, pero si su legado y el sacerdocio son los que siguen vivos. Solamente se abrió un compás de tiempo para que los levitas llevaran a cabo estas funciones. ¿Hasta qué momento? Hasta que llegó el tiempo del sacrificio perfecto.

Podríamos decir que son dos sacerdocios que corrían de forma paralela. El sacerdocio oficial delante del pueblo es el sacerdocio levítico, porque está basado en la Torá, pero cuando deja de existir el Templo y todo lo que con ello implica, acaba la oportunidad de que este sacerdocio levita, lleve a cabo las funciones particulares de sacrificios y ofrendas. Al Eterno que no se le escapa nada, pues ya lo tenía previsto esto en la figura de Melquisedec. Entonces, cuando dice que da testimonio de que vive, es porque no se describe su muerte. Y finalmente, como decía yo, el otorgamiento del sacerdocio a Yeshua como sacerdote de Melquisedec, no está supeditado a su genealogía, sino a su inmortalidad como dice el verso 16 de Hebreos 7: “no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.” (RVR60).

Comentamos que en Esdras capítulo 2, hay una evidencia muy clara: el que quería ser sacerdote, debía comprobar su genealogía en la tribu de Leví. Nadie podía llegar y decir: “denme chance porque yo soy muy Santo o porque Dios me dijo”. ¡NO! Se debía corroborar la genealogía correcta. Por tanto, el verso dice que Yeshua, como Melquisedec, fue constituido sacerdote, pero no en base a la descendencia, sino a un argumento todavía mayor: al poder de una vida indestructible. Y no solo por esta cuestión de la inmortalidad, sino porque ya hay un precedente que dice: será testimonio de él, tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Y el juramento equivale a una firma. Como un documento autorizado legalmente por Dios, como si fuera firmado por Él y no lo puede revocar nadie.

Yeshua fue un sacerdote desde antes de la fundación del mundo y Melquisedec solo es una sombra de Yeshua y de lo que Él habría de hacer, no de manera temporal, sino de manera perfecta y para siempre. De ahí, que el sacerdocio de Melquisedec sea superior, no por él mismo, sino porque es una sombra del sacerdocio de Yeshua, quien respalda a su vez, el sacerdocio de Melquisedec. El Eterno otorgó la figura de Melquisedec para ayudarnos a entender lo que en su momento Yeshua habría de hacer por nosotros. La idea de estos pasajes de Hebreos en los capítulos: 7, 8 y 9, es demostrar que lo que, por el sacerdocio levítico, no se pudo hacer, por medio del sacerdocio de Melquisedec y, específicamente en la figura de Yeshua, se lograría.

Vamos a leer Hebreos 6:20 “donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.” (RVR60). Aunque Melquisedec hubiese sido un sacerdote perfecto, él no podía intervenir y llevar un sacerdocio en el ámbito celestial porque él no tenía acceso ahí. En cambio, Yeshua si y, por ello, se convierte en su precursor (el que va delante).

NO HAY PERFECCIÓN POR EL SACERDOCIO LEVÍTICO

Vamos a dejar en claro que, acorde a lo que dice el autor de Hebreos, no podríamos haber alcanzado esa relación correcta y plena delante de Dios, solo por el sacerdocio levítico.
Leamos Hebreos 7:22-23 “Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 23Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;” (RVR60). Esto si es un problema, porque vamos a pensar que llegara un gobernante, increíble, perfecto, honesto, todo lo mejor. Pero su mandato se va a acabar o si él muere, se acaban con él también muchas de las cosas positivas. Eso sería un problema en sí, porque no podría ejercer todo el tiempo. De igual manera, el pecado es continuo, entonces eso es una deficiencia que, ¿cómo se podría corregir?

Vamos a ver algunas deficiencias del sacerdocio levítico (y no quiere decir con ello que, por eso, no servía) comparado con el sacerdocio de Melquisedec.
Los sacerdotes de Leví morían, no podían ejercer siempre. (Heb 7:23)

Ellos mismos estaban expuestos al pecado y requerían de los mismos sacrificios que las demás personas mortales. Ellos no estaban en otro ámbito espiritual para no requerir sacrificios. (Heb 9:7-10) “pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; 8dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. 9Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, 10ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. (RVR60).

No por ser el Sumo Sacerdote, él ya podía entrar al Lugar Santísimo. Primero, no sin sangre, la cual ofrece primero por él (así que era el primero en tener que purificarse), ya después llevar a cabo todo lo demás y eso también era un factor de riesgo para el oficio y la validez de los sacrificios. Ya que, si él mismo no se purificaba correctamente, no podía tampoco purificar al pueblo, por medio de estas ofrendas.
Solo el Cohen Hagadol (Sumo Sacerdote), una vez al año y no sin sangre, podía acceder al Lugar Santísimo donde podía entrar a esta comunión y relación correcta con Dios. (Heb 9:7) Entonces, si era un problema que sólo una persona y una vez al año pudiera entrar ahí. Y eso, no estaba acorde a los planes del Eterno. Por eso, habría de cambiarse y de reformarse.

Los sacrificios de animales no pueden dejar o hacer perfecta la conciencia de alguien. (Heb 9:9-10). El punto es, aunque se ofrecían animales, comidas o bebidas, no podían hacer perfecta la conciencia de alguien debido a que no fue un animal el que pecó, sino un hombre. Así que lo único que podía hacer equivalencia para que este sacrificio fuera perfecto y equitativo era la sangre de otro hombre. Pero Dios no podía permitir eso, porque no acepta sacrificios humanos y porque no había nadie que hubiera llevado una vida perfecta. Así que esto era un problema muy grave y no había una manera clara de resolverlo. Solamente era continuar y continuar y continuar en esta idea del sacerdocio levítico hasta que algo sucediera. Y llegó el tiempo en que se cumplió.

Finalmente, la validez del sacerdocio de Yeshua fue entregado con un juramento como dice el Salmo 110:4 “Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec.” (RVR60). Entonces, es como si Dios le entregara una carta de autoridad a Yeshua para que Él pueda llevar a cabo, la función del sacerdocio. Por eso, es tan importante conocer la explicación que se da en Hebreos para darnos cuenta de que el plan del Eterno es que, el sacerdocio que ahora rige y por el cual somos salvos, es el sacerdocio de Melquisedec, cuyo Sumo Sacerdote es Yeshua. No somos salvos por medio del sacerdocio levítico, somos salvos por medio del sacerdocio de Melquisedec. Aunque por supuesto, hay muchos elementos en común entre uno y otro. Hay elementos muy particulares que en Yeshua se pueden cumplir solamente. Tanto por ser Rey como Sumo Sacerdote y por llevar a cabo, esta doble función.
Espero que quede claro, ¿por qué es superior el sacerdocio de Melquisedec? En Hebreos capítulos: 7, 8 y 9, dejan en claro que necesitamos a Yeshua como Sumo Sacerdote y no a un sacerdote que venga de Leví, ya que vendría el tiempo, en que habría de ser reformado. Ese tiempo llegó. Hoy seguimos siendo salvos por un sacrificio y un sistema de ofrendas, por supuesto, ya que eso no lo ha cambiado Dios. Lo que cambió únicamente Dios, fue la ofrenda y el orden del sacerdocio por el cual se llevaría a cabo nuestra salvación. Melquisedec solamente es una sombra y figura justamente de esto. Y para dejar muy claro que el sacerdocio levítico estaba en cuestión de autoridad, inferior al sacerdocio de Melquisedec, tenemos el pasaje de Abraham y Melquisedec. Si no tuviéramos este pasaje, pensaríamos que el autor a los Hebreos está loco. Porque diríamos, tú: ¿en qué te basas para poder estipular todo esto que explicas en tres capítulos? Por ello, cada detalle de la Torá es importante y de ahí, que se diga que la Torá es la base, ahí está todo y todo apunta a Yeshua.

Para mí es muy emocionante reconocer y darnos cuenta de que el plan de Dios es increíble y cómo no se le escapa ningún detalle y que las cosas que aparentemente salen mal como: el becerro de oro o la destrucción del mismo Templo, en la carta a los Hebreos, nos dice: “No tengan miedo de que no haya Templo, no tengan miedo de que ya no haya sacrificio de Yom Kippur porque Yo ya lo tengo previsto desde antes”. ¿Cómo lo sabemos? Porque ya había sacerdotes y reyes, antes de la entrega de la Torá y además reconocidos por una autoridad: Abraham.

Si Abraham fue capaz de reconocer el sacerdocio y la autoridad de Melquisedec, ni modo que tú y yo, no lo hagamos y no creamos en esa figura que, en este caso es Yeshua: tanto Rey, como Sumo Sacerdote.

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