¿Qué son las Raíces Hebreas?

Hoy vamos a responder una pregunta muy interesante, que probablemente no nos hayamos puesto a pensar: ¿Qué son las Raíces Hebreas? Es complicado como tal dar una definición exacta o precisa de este término porque no es como la definición que encontramos en un diccionario. Sin embargo, sí considero necesario que todos tengamos, al menos, un acercamiento de lo que son y una idea más clara de acuerdo con lo que la Escritura nos muestra. Puedo decirles por experiencia personal que, cuando a mí me tocó empezar a conocer de este tema -aproximadamente hace 18 años-, no se conocían con este término. Simplemente, se referían a ellas como cristianismo mesiánico, cristianismo judío, estudios judeocristianos, pues aún estaban en ese proceso de entender qué eran exactamente. 

Se le llama también Raíces Hebreas de la fe o Raíces Hebreas del cristianismo y el término nos muestra que el estudio y la comprensión tienen que ver con lo que está debajo, en lo profundo, de donde surgen las cosas, que es la raíz. Es interesante el nombre porque, como dice el apóstol Pablo en Romanos, capítulo 11, que, la raíz es lo que nos sostiene y no nosotros a la raíz. Y como dice un dicho también: No busques en las ramas, lo que se encuentra en las raíces. Por tanto, para conocer las Raíces Hebreas de la fe, justamente hay que ir abajo y profundizar en la Escritura para llegar a una mejor comprensión. Así que, no nos quedemos en las ramas y vayamos a la raíz de todo esto.

Seguramente, todos hemos escuchado sobre las Raíces Hebreas y hay muchas opiniones al respecto, algunas negativas. Así que trataré de dar una aportación y explicación sobre este término que más que una definición es un concepto. Las Raíces Hebreas podemos entenderlas como un movimiento que se está dando y vamos a tratar de dar una respuesta concreta y clara para todos. 

Lo que quiero aclarar es el tema de las doce tribus que, por supuesto, está conectado con el tema de Raíces Hebreas, lo vamos a analizar en otra pregunta. Sin embargo, creo que la mayoría tiene el entendimiento de que hay una conexión directa que es parte de los conceptos y doctrinas que forman las Raíces Hebreas.

Hoy en día, las Raíces Hebreas son un movimiento que surge entre creyentes en Yeshua (Jesús) que en su gran mayoría proviene de un contexto cristiano protestante, como una respuesta, entre otras cosas, a la desconexión que se da entre la enseñanza bíblica, es decir, la Escritura y la doctrina que se predica en las iglesias. “Es como una respuesta a algo que empezó a no tener sentido”. Un grupo de personas comenzaron a cuestionar, por ejemplo: ¿Por qué no se guardaba shabat (día de reposo)? Si vemos pasajes en la Biblia que nos ordenan guardar el día de reposo. O pasajes que nos hablan de una dieta kosher (apto para alimentación), que están claramente escritos en la Palabra. O una serie de enseñanzas que están literalmente escritas en la Palabra y que, al escuchar una predicación, nos damos cuenta de que no solo no se enseñan, sino que además se omiten deliberadamente o se manifiestan en contra de ellas. Así que esto trajo un despertar, un avivamiento que tiene que ver con una reflexión, con una comprensión de la Escritura, acercándose a la idea original, (no un avivamiento, como se conoce en el ámbito cristiano, de ser una explosión de gente que se agrega masivamente a una iglesia o movimiento).

Ahora, el movimiento de Raíces Hebreas tiene su respaldo en diversos argumentos. No, nada más es una idea de alguien, porque no podríamos poner el nombre de quién las inventó, ya que los argumentos tienen que ver con ideas históricas, culturales y proféticas.

ASPECTOS HISTÓRICOS-CULTURALES 

En el cristianismo se sabe que, aunque Jesús y sus discípulos eran judíos, no se considera realmente este origen al momento de explicar sus palabras, sus cartas y, por tanto, se pasan por alto algunos aspectos culturales, que no solamente enriquecen el entendimiento de los pasajes. Si no que podrían llevar a malas interpretaciones y doctrinas opuestas a la Torá. Es decir, ignorar el contexto histórico-cultural o religioso de los días de Yeshua y sus discípulos va a derivar en malas interpretaciones y ello, en una mala doctrina. Entonces, tenemos que entender que Yeshua y sus discípulos vivían bajo un contexto específico de su época. No vivían desasociados de lo que estaba pasando en aquellos días. Yeshua nació bajo la ley, es decir, bajo las mismas condiciones culturales y sociales que cualquier otro hombre que haya caminado en aquellos días por la tierra de Israel. Y en ocasiones, pensamos que no fue así. A veces, pensamos que Pablo escribía desde una galaxia lejana, considerando lo que iba a suceder en el siglo XXI. Y él solamente vivía bajo circunstancias específicas que se manifiestan en sus cartas como una respuesta a situaciones que se presentaban. 

En las Raíces Hebreas buscamos estudiar la Biblia, considerando ese contexto histórico y cultural. Entonces, si te han preguntado: ¿Qué es esto de las Raíces Hebreas? La respuesta es: que estudiamos la Palabra, considerando el contexto histórico y cultural, el cual era hebreo, lo cual es sumamente importante. Porque podemos considerar que estamos estudiando la Biblia culturalmente, pero con base en nuestra cultura o pensamiento occidental. Así que tenemos que tomarlo en cuenta: todos los autores de la Biblia eran israelitas (aunque algunos puedan pensar que Lucas es la excepción, ya que, en lugar de ser judío, pudo ser un gentil), el hecho de haber nacido y caminado junto al apóstol Pablo, lo convierte en una persona que nació, vivió y entendía el contexto de aquellos días. Así que, seguir ignorando esto, como se ha hecho históricamente, es pasar por alto una verdad muy importante y perder una gran riqueza, así como la sustancia espiritual de las cartas y escritos que nos han dejado para justamente comprender la intención con la que Dios permitió que se escribieran. 

Por ejemplo, Pablo es uno de los personajes más malinterpretados y entendidos tanto por judíos como por cristianos. Él sí veía una relación directa entre la Escritura (la Biblia) y el pueblo judío. Por ello expone en Romanos 3:1-2:

 “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. (Romanos 3:1-2 RVR60). 

Así que, él ve las grandes ventajas que tienen los judíos, ya que les fue confiada la Palabra de Dios. Aunque no lo creamos, hay una relación estrecha, no solo por la procedencia, sino por la dependencia entre la escritura judía o hebrea y lo que hoy tenemos. Entre el pueblo de Israel y la Escritura hay una relación que no podemos separar y Pablo lo entendía muy bien. Hoy en día nosotros, viviendo dentro de un contexto gentil y a dos mil años aproximadamente de las cartas de Pablo, le restamos importancia. Así que, nosotros, deberíamos de notar esa estrecha relación que no podemos seguir ignorando. Es decir, el origen judío de los autores, como del texto mismo. 

¿Significará que debemos convertirnos en judíos, para entender la Biblia judía? Primeramente, esto del contexto es un desafío porque muchos de los que enseñamos y estudiamos la Escritura, no conocemos, ni dominamos el idioma hebreo, ni nacimos en la tierra de Israel o en un hogar judío. Además, hay dos siglos de distancia entre los días de Yeshua y Pablo y nuestra generación. Y aproximadamente 4500 años entre los días de Moisés y los nuestros. Así, que es todo un reto, pues nacimos en otra cultura, con diferente forma de pensar e idiosincrasia y en otro país. Por tanto, somos permeados por el pensamiento y las ideas de lo que nos rodea. Nadie es ajeno al contexto propio en el que nace. Las bases de nuestra cultura occidental son: la filosofía, el pensamiento greco-romano y ninguno va acorde al pensamiento hebreo. Entonces, hay que hacer un esfuerzo para llegar a una comprensión más real y a un mensaje más profundo en el que se necesita considerar el contexto hebreo de la Escritura sí o sí. El movimiento de las Raíces Hebreas intenta eso, aun cuando nadie sea perfecto ni tenga una interpretación perfecta, pero eso es lo que buscamos. ¿Qué tratamos de hacer al estudiar la Biblia con esta idea? Acercarnos al entendimiento original de cómo fueron escritas cada una de las palabras. Y tomar en cuenta dos perspectivas: 1. Tanto la del que lo escribió. ¿Con qué intención lo hizo? ¿Para qué lo hizo? ¿En qué contexto escribió? ¿Qué momento le tocó vivir? 2. También la del que lo leía. Es decir, tanto del remitente como del destinatario. 

Por ejemplo: cuando Pablo le dice a Timoteo, toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir en justicia, etc. (que seguramente muchos han escuchado o leído), Pablo no se refiere a sus cartas, pues no sabía que serían parte de la Biblia siquiera. Pero nosotros sí lo sabemos, y creemos que fueron inspiradas por Dios y por ello, son parte de la Biblia. Pero en el entendimiento de Timoteo al abrir este rollo, él no está pensando eso. Está pensando en toda la Escritura; es decir, la Torá, los Escritos y los Profetas. Estos son pequeños detalles que nos cambian la perspectiva de cómo leemos e interpretamos las cartas de Pablo. Por tanto, de eso se trata y a veces, hay que hacer un esfuerzo y muchas personas no lo quieren hacer, porque lo que quieren es ir a una iglesia, donde reciban un mensaje motivador, o que les despierte sensaciones y emociones, que los lleven a un punto en el que se olviden de sus problemas y no lo vean de manera un tanto intelectual y con ello están satisfechos y les es suficiente. 

No debemos de juzgar, porque cada uno tiene lo que quiere y decide hasta dónde quiere llegar. Para algunas personas las Raíces Hebreas son algo complejo y muy académico o como algo extravagante porque su origen es otra cultura. 

DESCONEXIÓN DE LA TORÁ – CRISTIANISMO

¿Cuáles son las bases para que las Raíces Hebreas surjan? Un factor importante es la desconexión de la Torá en el cristianismo. La historia nos muestra que el cristianismo se desconectó de la Torá (la ley de Dios), cuando los gentiles comenzaron a tomar el control del movimiento de creyentes en Yeshua, convirtiéndose en mayoría. El desvío de las enseñanzas establecidas en el Tanaj (Antiguo Testamento), se fue dando paulatinamente -no de la noche a la mañana-, pero lo cierto es que, en la medida que los creyentes de origen gentil se comenzaron a agregar al movimiento de creyentes judíos en Yeshua, y por ciertas persecuciones que se dieron sobre los judíos; los gentiles toman el control de lo que sería la iglesia sobre este nuevo grupo de creyentes en Yeshua. Entonces, comienza este proceso de separación o “divorcio” entre la Torá hebrea y este grupo de creyentes en Yeshua de origen gentil. 

Por ejemplo, algunos de los llamados padres de la iglesia, surgieron como discípulos de los discípulos de Yeshua y en la medida que fue pasando el tiempo en el siglo II, III y IV, esto fue cambiando cada vez más y algunos de ellos fueron incluso antisemitas abiertamente. ¿Qué buscaron o intentaron? Desconectar todo lo que tuviera relación con los judíos como: las fiestas del Eterno, el shabat, los mandamientos, tomando pasajes de Pablo, sacándolos de su contexto hebreo y eso sucede hasta el día de hoy. Esta es una de las razones para regresar a la Tora: porque se desconectó. 

DESCONEXIÓN DE LA TORÁ – JUDAÍSMO 

¿Qué sucede en el ámbito judío? También existe una desconexión de la Torá, aunque no lo parezca o no haya sido tan evidente. Hay testimonios muy claros en los evangelios de que muchas de las discusiones que tiene Yeshua con los líderes del Sanedrín o estos movimientos, son justamente por eso. Él mismo les dijo: ustedes enseñan como doctrinas, mandamientos de hombres en Marcos 7:5-9:

 “Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.” (Marcos 7:5-9 RVR60).

 Los fariseos y los escribas son como este prototipo justamente de la gente religiosa de aquellos días que en apariencia eran personas que guardaban la Torá; sin embargo, vienen con este cuestionamiento que causa controversia porque tiene que ver con las tradiciones enseñadas por los ancianos, es decir, los rabinos. Aquí el problema es que, los discípulos no siguen las tradiciones de ellos. Siendo la respuesta de Yeshua muy fuerte que ni siquiera les contesta directamente, sino que les cita la Escritura para hacerles notar cuánto se habían apartado de la Torá, pues enseñaban como doctrinas o mandamientos de Dios, los mandamientos de hombres. Y aquí está la clave: se desconectaron del mandamiento de Dios y se aferraron a los de los hombres. Así que Yeshua fue sumamente claro en mostrar que en aquellos días los líderes de la Torá se habían desconectado de los mandamientos de Dios por guardar sus tradiciones que habían elevado al mismo nivel de mandamientos.

¿Qué sucede? Que también estos mandamientos de hombres comenzaron a excluir a los gentiles de la Torá. Salvo que siguieran procesos de conversión muy establecidos que incluían la aceptación de las enseñanzas humanas como si fueran las doctrinas de Dios.

Entonces, por ambos lados, hay una desconexión de la Escritura: tanto del ámbito cristiano -que se da paulatinamente- como del ámbito judío desde los días de Yeshua. Así que, cuando viene Yeshua a la tierra y afirma ser el Mesías, él judaísmo se divide en dos: los que efectivamente creen que Yeshua es el Mesías y los que niegan rotundamente que Él sea el Mesías. La destrucción del Templo en el año 70 d.M. y el exilio romano, propiciaron que esta separación se hiciera cada vez más grande. 

Pero ¿qué sucede con los judíos que sí creen que Yeshua es el Mesías? Se encuentran en una difícil situación porque no podían seguir siendo parte del judaísmo tradicional, ya que este rechazaba a Yeshua, sus enseñanzas y las enseñanzas de los discípulos y apóstoles. Y tampoco se podían adherir a este movimiento de creyentes en Yeshua de origen gentil, porque también se habían llenado de doctrinas paganas y doctrinas de hombres al punto de rechazar las fiestas del Eterno, el shabat, la circuncisión y tantas otras doctrinas que si son mandamientos de Dios. Entonces, este grupo se queda como en medio de ambos grupos, porque unos no creen en el Mesías y otros no creen en la Torá. Esa es, de cierta manera, en la que muchos nos encontramos en algún momento, aunque no vengamos de un origen judío, porque no podemos ir a una sinagoga, porque no creen que Yeshua es el Mesías y la interpretación de la Torá se va a basar en sus palabras. Y tampoco podemos ir a una iglesia cristiana porque no van a enseñar la Torá, ni las fiestas, ni guardan shabat, ni muchos otros principios que están en la Escritura. Es por esta situación que surge el movimiento de Raíces Hebreas.  

REGRESAR AL CREYENTE EN YESHUA A LA RAÍZ DE LA ESCRITURA 

Las Raíces Hebreas buscan regresar al creyente en Yeshua -sea judío o no- a la Escritura tal y como fue revelada a Moisés y los profetas, a los discípulos de Yeshua y a las enseñanzas de Yeshua, quien es la Torá viviente. Básicamente, eso es las Raíces Hebreas: volver a la raíz de la Escritura donde todo comenzó. Estudiar la Biblia en su contexto hebreo, considerando ambos pactos como uno solo y, por tanto, vigentes para aplicarlos en nuestra vida. Como un principio fundamental está la vigencia de la Torá, pero bajo los términos y condiciones que le apliquen a cada persona. Ya que no todos pueden guardar todos los mandamientos, por cuanto hay mandamientos solo para mujeres, otros solo para hombres, etc. Pero un fundamento dentro de las Raíces Hebreas es considerar que la Torá está vigente, aunque no signifique que se pueden aplicar todos y cada uno de los mandamientos, porque algunos dependen de circunstancias específicas como, por ejemplo, los relacionados con el Templo. Otros han quedado inoperantes, pero no significa que estén abrogados. 

Yeshua no vino a abrogar la ley al morir en la cruz, como comúnmente se considera en el cristianismo. No vino a clavar la ley de Moisés, sino nuestros pecados en el madero. Vino a darle continuidad y renovar el pacto que habíamos roto y a hacerlo accesible a todos los creyentes por medio del Espíritu de Dios. De hecho, ese es el ideal del nuevo pacto. Jeremías 31:31:

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.” (Jeremías 31:31 RVR60).

 El término nuevo del hebreo jadash, tiene que ver con algo que se renueva, algo que ya existía y tiene una renovación. Por tanto, otro fundamento de las Raíces Hebreas es considerar que el pacto no es algo nuevo, sino más bien renovado. Y ese es el otro término con el que se conoce el Nuevo Testamento: el Pacto renovado. Entonces, Yeshua no vino a abrogar la ley, sino al contrario, vino a renovarla en nuestros corazones, no para ser salvos por medio de ella, sino para confirmar que, una vez que hemos sido salvos, podemos vivir en el marco de la Torá dentro de los límites y las bendiciones establecidas en ella. Eso es lo que nos vino a enseñar y a mostrar Yeshua y es uno de los fundamentos de las Raíces Hebreas. 

¿QUÉ “NO” SON LAS RAÍCES HEBREAS?

  • No debe ser visto como un movimiento de moda que busca llevar a los cristianos al judaísmo o judaizar al gentil. Creer que está de moda todo lo hebreo y por ello, acercarse a ellas, ya que la meta no es convertir al cristiano en judío, sino estudiar la Biblia desde el contexto original hebreo. 
  • No apartarse de la gracia por seguir una serie de mandamientos. Ya que es muy común pensar que, si te acercas al contexto hebreo, te apartas de la gracia. 
  • No es tratar de ganarnos la salvación por medio de las obras o de cumplir los mandamientos. Porque la salvación es por gracia únicamente para que nadie se gloríe. 
  • No es suplir el N.T. por A.T., ni recibir “a Moisés en tu corazón”. Nada más lejos de la realidad. 

¿Por qué Raíces Hebreas y no Raíces Judías? Porque Abraham, el Padre de la fe y con quien Dios comienza un plan específico para formar a su pueblo, era hebreo, no judío, ya que estos aún no existían como tales. Aquí, es a donde debemos de volver, tal como lo habla Malaquías: Hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres. No solo en un sentido familiar, sino en un sentido profético e histórico de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Por tanto, al estudiar cada pasaje de la Escritura, debemos acercarnos a la fe original y a ese entendimiento, tanto del que escribe como el que recibe las cartas y los libros de aquellas generaciones. 

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CategoríaRaices Hebreas
  1. 31 octubre 2023

    Saludos estimado amigos .. la paz del altísimo este sobre ustedes. Gracias por compartir está definición más clara de que son las raíces hebreas.. me gustaría aprender más .
    Soy de Venezuela.
    Que el altísimo siga bendiciendo su trabajo y a todos los hnos que conforman su ministerio .

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