¿Por qué Yeshua no murió durante Yom Kippur?

Es una pregunta muy interesante y va muy acorde a los días en que se celebran las fiestas de otoño: ¿Por qué Yeshua, no murió durante la fiesta de Yom Kippur (Día de la Expiación o Día del perdón)? Vamos a dar una breve introducción, ya que el tema de Yom Kippur es muy largo y estoy dando por hecho que la gran mayoría de los que están leyendo el estudio, de alguna manera, están familiarizados con la fiesta de Yom Kippur.

 

¿Qué es Yom Kippur?

Es la celebración que Dios ordenó guardar el décimo día del séptimo mes bíblico como un día muy solemne y sumamente especial y que tiene una implicación muy fuerte en la vida de su pueblo. Se considera que en este día era el día cuando Dios decretaba un juicio para su pueblo: ya fuera de perdón o de castigo. Digamos que el juez declaraba inocente o culpable a la persona. En este día se llevaba a cabo un ritual sumamente especial que está descrito en el libro de Levítico a lo largo de todo el capítulo 16, el cual se dedica a esta fiesta y describe a grandes rasgos lo que hacía el Sumo Sacerdote. Pero llama mucho la atención porque esta fiesta de Yom Kippur es a la que se le dedica más detalles en cuanto a cómo se llevaba a cabo junto con la fiesta de Pésaj o Pascua. Ambas fiestas comparten muchas similitudes. La esencia o el objetivo por el cual también Dios ordenó Yom Kippur era para que el pueblo fuera perdonado. Por eso, a Yom Kippur se le conoce como el día de la Expiación o el día del Perdón.

Evidentemente el perdón es fundamental en nuestra fe, en nuestra vida y en nuestra relación con Dios porque si no hay perdón, entonces realmente no hay una relación y eso es parte de la vida. Todos ofendemos muchas veces y de muchas maneras dice la Biblia: No hay hombre que haga el bien y nunca peque. Así que todos fallamos, todos hemos ofendido a alguien y si no hay perdón no hay relación y tarde o temprano todos nos vamos a topar con la necesidad de perdonar y de ser perdonados. Entonces Yom Kippur se centra en esta idea del perdón que va más allá de decir: Me equivoqué, la regué. ¡Perdón! Había todo un proceso muy particular para que esto se llevara a cabo y es como Dios lo estableció. Nos puede parecer muy extraño y tal vez no estemos de acuerdo, obviamente con una cultura tan diferente y con tantos miles de años de diferencia, nos suena sumamente extraño. Finalmente, Dios lo decretó así y tiene un propósito y razón de ser de cada cosa.

La pregunta que seguramente te has hecho cuando empiezas a indagar en las fiestas del Eterno, en el sacrificio de Yeshua, en la obra que Él hizo en la cruz, en que las fiestas tienen una implicación profética ya que Yeshua es el cumplimiento de todas ellas y las fiestas son una sombra de la obra de redención de Yeshua como el Mesías. Entonces es habitual preguntarnos: Si Yom Kippur es el día del perdón y por medio de Yeshua tenemos perdón. ¿Por qué Yeshua no murió en el día de Yom Kippur? Es interesante conocer el cómo Dios decretó cada cosa y sobre todo también nos va a ayudar a entender mejor la obra de Yeshua por ti y por mí. Yo deseo que después de este estudio, puedas amar más al Mesías y puedas agradecerle más por todo lo que nos ha dado y hecho por nosotros. Y ser conscientes de que el plan de Dios es perfecto y que todo lo Dios ha hecho tiene un gran propósito. Y cómo el reloj profético está sincronizado de manera perfecta también.

 

¿Cuándo murió Yeshua?

Juan 19:31 “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.” (RVR60)

Juan 19:42 “Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.” (RVR60) Estos versículos nos reafirman la idea de que Yeshua murió durante los días de Pésaj. Así quedó asentado en la Palabra: como aquel cordero de Dios para la redención del pecado del mundo.

Por tanto, Yeshua muere un 14 del mes de Abib o primer mes del calendario Bíblico.

¿Cómo pudo cumplir Yeshua, el sacrificio de Yom Kippur para el perdón de los pecados, que se llevaba a cabo seis meses después prácticamente? Si sabemos que Yeshua es el cumplimiento de las fiestas y éstas son una sombra de su obra redentora tenemos que encontrar una explicación para saber cómo es que Yeshua entonces no muere en Yom Kippur. Lógicamente, Yeshua no podía morir en las dos fiestas, no podía morir dos veces. Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,” (RVR60) Aquí quedaba claramente establecida la muerte como una sola vez. Entonces ¿en cuál debía morir? Ya que estaba decretada su muerte desde antes de la fundación del mundo. Si somos muy concretos: ¿Por qué Yeshua no murió durante Yom Kippur? Porque tenia que morir en la fiesta de Pésaj. Y ambas fiestas le dan mucho mayor sentido al sacrificio de Yeshua.

 

¿Por qué era necesario que Yeshua muriera en Pésaj?

Porque la fecha debía tener una mayor razón o propósito y en este caso, es la fiesta de Pésaj. Vamos a analizar las dos fiestas y entender los símbolos de por qué Yeshua debía morir en Pésaj.

 

Pésaj – Kippur, conectados en Yeshua

Yeshua es la clave para conectar estas dos fiestas y quien le da sentido a cada una. Empezamos a celebrar Pésaj y es como muy evidente todos los simbolismos y el cordero de Dios, pero llegamos a Kippur y nos quedamos como con una inquietud o duda de: ¿Qué relación tiene?

Mientras que Pésaj es la fiesta de la Redención, Kippur es la fiesta del Perdón. Y hay un versículo clave que nos ayuda a entender esta conexión: Juan 1:29 “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (RVR60) Aquí tenemos simbólicamente las dos fiestas representadas. Por un lado, Pésaj que dice Yohanan (Juan): el cordero de Dios. Y si hay un símbolo que representa a esta fiesta es justamente el cordero o corderos que fue el medio por el cual, el pueblo logró la redención en Egipto y era un sacrificio que se seguía haciendo en los días del Templo. Y por el otro lado, Kippur que dice Yohanan (Juan): que quita el pecado del mundo. Éste es el propósito y meta máxima de Yom Kippur de llegar a este punto.  También habría otra serie de profecías y muchos otros eventos planificados por Dios para que pudiera darse la redención en la fiesta de Pésaj y no en la Fiesta de Yom Kippur. Pero ambas se unen en Yeshúa y en su muerte tienen también su cumplimiento. Si Yeshua hubiese muerto en Kippur nos quedaríamos pensando: ¿Por qué no murió en Pésaj? Y yo te garantizo que sería mucho mayor ese cuestionamiento y esas dudas. Sería bastante cuestionable el hecho del perdón de nuestros pecados aún si hubiese muerto en Kippur. Porque hay una relación entre la redención que es Pésaj y el perdón que es Kippur y esta relación es indisoluble. Yeshua une ambos sacrificios en UNO solo.

 

No hay perdón (expiación), sin redención

De alguna manera, podemos pensar que en la fiesta de Pésaj (Pascua) el pueblo nace. En Shavuot (Pentecostés) el pueblo se establece, se confirma, por eso se recibe la Torá (Instrucción). En Kippur (Perdón) el pueblo se purifica. Entonces, Kippur es una fiesta para perdonar los pecados de un pueblo que ya ha sido redimido que ya tuvo que haber salido. Kippur es para perdonar los pecados del creyente y Pésaj es una fiesta que invita a hacer creyentes a los que todavía no lo son.

Por eso, es tan interesante y clave en la fiesta de Pésaj que cuando el pueblo de Israel sale de Egipto, no sólo salen Hebreos e Israelitas, sino que se añade una gran multitud de extranjeros. Por tanto, es una fiesta que invita a todas las naciones, a todos los pueblos a que sean parte de este pueblo y sean parte del sacrificio del cordero y se añadan a los que salen y caminan hacia la libertad. Pésaj es una fiesta que podemos asociar con la idea evangelística del perdón de los pecados, con la idea de acercarnos al Eterno, con la idea de ser liberados de nuestros pecados y la esclavitud que estos representan. Y Kippur es más específico, es una fiesta que está enfocada en un solo pueblo en particular: Israel. Y eso es lo que dice Levítico 16 cuando el sacerdote hará expiación: “por el pueblo”. Aunque no se va a excluir el mundo. Pésaj es el inicio de una redención, pero Kippur es como la redención final, es la conclusión.

 

Salvación y Redención

Términos semejantes que podemos entender de la siguiente manera: Vivimos en un mundo muy violento y con ílicitos muy profundos. Por ejemplo: una persona puede salvarse de ser secuestrada por tener guarda espaldas, por estar muy atenta, etc. Pero en el caso que la secuestren, esta persona ya no puede salvarse a sí misma. ¿Qué es lo que necesita una persona que está secuestrada para salvarse? Un rescate. Un redentor. Alguien que de un pago para que pueda salir libre.

Si el pueblo de Israel, en Egipto, hubiese podido salir por sus propios medios, se podría decir que se salvó a sí mismo. Hubiesen salido de la esclavitud por ellos mismos, pero su misma condición de esclavos no les permitía salir. Eran como una persona que está en la cárcel, que necesita de un redentor, un libertador. ¡Esa misma idea sucede con toda la humanidad! El hombre al pecar cae como esclavo en una cárcel por ese mismo pecado. Yeshua dijo en: Juan 8:33 “Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. “ (RVR60) Así está la humanidad entera, no se les puede considerar personas libres. Por eso Yeshua muere en Pésaj y no en Kippur, porque el hombre no se podía salvar o liberar a sí mismo. Una vez que la persona ha sido salva, entonces el perdón tiene un mayor sentido.

Ejemplo: A una persona que está en la cárcel. ¿De qué le serviría decirle que ha sido perdonada, pero que va a seguir en la cárcel el resto de su vida? Probablemente en su interior diga: ¡Muchas gracias! Pero seguro, no es lo que esperaba, seguir en la cárcel toda su vida. Pero si a esa persona, la liberan y le abren las rejas, si legalmente, lo dejan libre: esa persona da por hecho que ha sido perdonada sin que tengan qué decírselo. El hecho de ser liberada es una forma de decirle que también ha sido perdonada. Por eso, Pésaj precede a Kippur y es la primera fiesta de todas. Porque si primero no logras la redención y sales de la esclavitud o la cárcel, no tendría ningún sentido.

¿Qué sentido hubiese tenido si Dios les hubiese entregado la Torá en Egipto? ¿Si les hubiese dicho: les ordeno que guarden el Shabat (Día de reposo)? No hubiesen podido hacerlo porque eran esclavos. Primero tenían que salir de la esclavitud y ser liberados para luego tener todas las condiciones para guardar el resto de los mandamientos, fiestas y todo los demás. Por eso, Yeshua muere en Pésaj para que por medio de su sangre podamos nosotros ser libres. No tiene mucho sentido el perdón de los pecados si no logramos primero la redención y la libertad.

 

¿Qué es mas fácil, perdonar a un hijo o a un extraño?

Es más fácil perdonar a un hijo. Cuando hay un sentimiento tan profundo, una relación tan fuerte, un lazo tan estrecho, así como el de la paternidad. Pésaj no sólo es la fiesta de la redención, sino implica la adopción o el nacimiento del pueblo de Dios. Éxodo 4:22 “Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.” (RVR60) Aquí vemos la implicación de que Dios viera a Israel como su hijo: lo tenía que liberar. Una vez más, Yeshua muere en Pésaj para podernos hacer parte de su familia, para podernos hacer hijos de Dios. Yeshua dijo en Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; (RVR60); así a través de su sacrificio nos da esta virtud de poder ser hijos de Dios. Esto es importante porque nos ayuda a tener una mayor confianza de que Dios es capaz de perdonarnos.

A mucha gente le es difícil creer en el perdón de Dios, pero es porque no ve a Dios como un Padre, sino simplemente como un ser divino que está allá en el cielo o lejos en el cosmos enojado y en cualquier momento se puede desquitar. Pero cuando lo logramos ver como Padre, sabemos que hay un amor y afecto, aun cuando como nuestros padres terrenales nos castigan o llaman la atención. Por eso, es tan importante la fiesta de Pésaj, por esta salida por el mar que hace alegoría a un nacimiento de un hijo que está saliendo por agua y por sangre y llegando a una nueva vida.

Según la Escritura, era obligación del pariente cercano redimir al hermano o familiar que hubiese caído en una situación de desgracia: esclavitud, pobreza o que se tuviese que vender como esclavo por una deuda. En la historia de Rut, ésta va y busca a Booz de una manera muy sagaz y logra que este varón se fije en ella y tenga un interés para poderla redimir. Pero en Rut 3:12 Booz le dice a ella:  “Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo.” (RVR60) Entonces Yeshua al venir en un cuerpo humano, se está acercando al ser humano para poderlo redimir y además adoptarnos para el Padre, pues Él nos hace parte del pueblo de Israel y, por tanto, nos convertimos en parte de su familia. Él es el primogénito entre muchos hermanos y somos coherederos como hermanos junto con Él de toda la riqueza que implica esta herencia espiritual. Nos convertimos en parte de la familia de Dios. Es por eso, tan importante todo lo que Yeshua hace en el marco de la fiesta de Pésaj. Por eso, es que Yeshua debe morir en Pésaj para convertirse entonces en nuestro redentor legal de acuerdo con la Torá. El sacrificio de Yeshua nos hace parte de la familia de Dios cuando lo reconocemos a Él, haciendo que legalidad de la Torá nos aplique para poder ser redimidos.

 

Perdón y Juicio

El Eterno no otorga el perdón (Kippur) sin que haya primero un juicio al pecado (Pésaj). Éxodo 6:6 “Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes;” (RVR60) La redención también se logró por medio de juicios.

¿Cuál fue el juicio más fuerte que Dios mandó para que el pueblo finalmente fuera redimido? Fue el precio de sangre de un cordero inocente en el dintel de las puertas en lugar de los primogénitos. Así que, si hubiese sido por justicia tal cual, los primogénitos eran los que debían ser sacrificados para la redención del resto del pueblo. Sin embargo, Dios pone un sustituto de los primogénitos que, en este caso, es el cordero. Y esos corderos actúan como si fueran el primogénito de cada familia para que pudiesen ser todos liberados.

¿Qué es lo que hace el Eterno? Juzga primero el pecado en Pésaj para poder hacer válido el perdón en Kippur. Es decir, el perdón no es válido si primero no hay un juicio. ¿Qué pasaría si Dios perdonara sin haber un juicio antes? Sería cuestionada su justicia y su santidad. Sería el equivalente como si un juez perdonara a su hijo de un ilícito que comete. Pero como es su hijo, no le importa la justicia establecida y por afecto, lo perdona. Esto no sería justo, no sería lógico y no nos parecería correcto, ni siquiera a nosotros nos parecería, que aun Dios mismo nos perdonara nada más porque sí.

Dios no lo hizo de esa manera, nuestra liberación tuvo un precio. Dios al que juzgó y castigó fue a su propio hijo para que nosotros pudiésemos salir. Por eso, Pésaj es solo una sombra. Cada familia que ponía la sangre en el dintel seguramente estaba pensando que debía haber sido la sangre de los primogénitos de sus propios hijos. Y esa noche, ciertamente había una expectativa de que cada primogénito podía haber muerto o podían morir.

Entonces, así como un juez no puede liberar a un culpable, aunque sea su hijo, si primero no hay una condena y si ese hijo no paga una condena; Dios tampoco podía liberar a su pueblo nada más porque sí. Primero debía traer un juicio para juzgar el pecado. Y Yeshua como lo deja muy claro Isaías 53 es ese cordero de Dios, en el cual fue cargado el pecado de todos nosotros. Entonces Dios condena el pecado en Yeshua para nuestro favor y podernos declarar inocentes en el juicio que implica también Yom Kippur. Por eso, no tiene sentido celebrar Yom Kippur, si primero no celebras Pésaj. No podemos llegar a Yom Kippur y decir: ¡A mí no me importa Pésaj! ¡Yo no la celebré! Porque a mí me interesa el perdón. ¡NO! Primero tenemos que ser conscientes de esta verdad: De que Dios ha juzgado el pecado de toda la humanidad en Yeshua, para que entonces, en ese juicio podamos tener la confianza de haber sido declarados inocentes.

En 1ra Corintios capítulo 11, el apóstol Pablo dice y exhorta: ¡Tengan cuidado cómo celebran la fiesta de Pésaj! Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, está comiendo y bebiendo condenación para sí. Hay que hacer este ejercicio de introspección y pensar que la redención ha tenido un precio muy alto. El más alto que pudo haber existido como dice Pedro: No con oro, ni con plata, ni con piedras preciosas, sino con la sangre misma de un cordero sin mancha y sin pecado.

Con esto entendemos que Yom Kippur, requiere de Pésaj. Pero al mismo tiempo Pésaj no estaría completa sin Yom Kippur. Esto es un complemento maravilloso de cómo Dios lo hizo. Por eso, las fiestas son un ciclo y forman parte de un todo y son tan necesarias vivir y caminar todas y cada una de ellas. Porque hay una parte que necesitamos para poder seguir avanzando hacia las demás. Es muy importante entender todos estos conceptos y estas ideas a la luz y en el contexto de las fiestas, tanto de Pésaj como de Yom Kippur.

 

Yom Kippur en dos niveles

¿En qué sentido sería en dos niveles? Generalmente Yom Kippur tiene una implicación terrenal y también una implicación espiritual o mucho más profunda (celestial), de lo que estamos muchas veces leyendo. Va más allá de lo que podamos simplemente leer o ver. Entonces en el primer nivel Yom Kippur permitía que, por estos sacrificios particulares llevados a cabo en este día, el pueblo pudiese hacer teshuvá (retorno / arrepentirse) y ser perdonado durante ese año por Dios. Y esta situación que ya estaba provista por la Torá, implicaba una serie de dificultades. Es decir, la fiesta de Yom Kippur era muy particular porque tenía aspectos sumamente complejos. No era una fiesta sencilla de celebrar y decir: ¡Yo también lo hago! Sino que recaía en una sola persona: el Cohen Hagadol (Sumo Sacerdote), quien tenía que santificarse de la forma debida, que las ofrendas que se presentaran ese día fueran Kosher (aptas), que el oficio de Yom Kippur se llevara a cabo de la manera señalada y todo esto se repetía año con año, sin que faltase o fallase uno solo de estos elementos. Si una cosa salía mal, entonces nada servía simple y sencillamente. Esto implicaba un gran riesgo y era muy complejo que cada año se dependiera de ciertos factores y elementos y de una sola persona para que todo esto funcionara. No nos cabe la menor duda de que en primera instancia, Yom Kippur en este primer nivel se ha cumplido en Yeshua. Y el Eterno, justamente cierra esta posibilidad, debido a estos factores tan complicados.

Por ejemplo: era necesario que hubiera un Templo para que se llevara a cabo Yom Kippur. Pero al ser destruido el Templo, ya desde ahí, Dios estaba dando como un aviso o una señal de que, si no hay Templo, si no hay sacerdotes, si no hay ofrendas: ¿Cómo buscar el perdón y la expiación? Si, a través de la forma en la que Dios dijo al principio: No se puede. ¿Qué otra opción nos queda? Dios les estaba dando y les había mostrado ya, esa segunda opción que en realidad era la opción original y que quedaba como opción válida para que entonces pudiera el pueblo entender que el sacrificio de Yom Kippur ya se había cumplido para el perdón de los pecados.

¿Cómo podemos respaldar esta idea? No nada más con lo que nosotros como creyentes en Yeshua hemos leído en la Escritura, lo cual es muy fácil porque tenemos el Brit Hadashá (Nuevo Testamento). Pero aún para una persona que no tiene el Brit Hadasha, Dios hizo milagros para que la gente se diera cuenta que la ofrenda de Yom Kippur que Él había establecido llegaba a ser Yeshua el Mesías mismo.

Por ejemplo: Se describe en el Talmud que al llevar a cabo uno de estos sacrificios de Yom Kippur, que eran estos dos chivos, como un sacrificio doble. Uno de estos chivos que era el que cargaba con los pecados -chivo expiatorio-, se le amarraba una cinta o cordón de lino teñido de grana (rojo). Una parte de la cinta en uno de los cuernos y la otra parte en la puerta del Templo, y el chivo era sacado fuera del campamento como lo establecía todo este ritual. Y sucedía un milagro, porque esta cinta se transformaba en color blanco. Recodando el pasaje de Isaías 1, que dice que, si tus pecados fueren como la grana, volverán a ser blancos como la nieve. Si fueran rojos como el carmesí volverán a ser como blanca lana. Esto era algo extraordinario y sobrenatural, que Dios hacía cada evento de Yom Kippur como confirmación, para hacerles saber que había perdonado los pecados por medio de las ofrendas que se estaban presentando.

¿Qué sucede después del sacrificio de Yeshua en la cruz? Está escrito también que esa cinta o cordón rojo, jamás se volvió a transformar en blanco. Siempre se quedó rojo: eso debió haber sido impactante para todas esas personas que cada año veían que se cambiaba de rojo a blanco y ahora, a partir de ese momento, año tras año, nunca volvió a suceder durante los cuarenta años que estuvo en pie el Templo, hasta que fue destruido. No es de ninguna manera casualidad: Era Dios que estaba mostrando y revelando a su pueblo al Mesías como el sacrificio perfecto para Yom Kippur.

Otra razón lógica que tenemos para pensar es que el Eterno estaba cerrando la posibilidad de que estos animales cubrieran los pecados del hombre. Sencillamente el Templo fue destruido y con ello se acaba toda posibilidad de poder llevar a cabo las ofrendas y el servicio de Yom Kippur. Aunque hoy en día el argumento general es, por medio de la Tzedaká (ofrenda), por medio de la Tefilá (oración), por medio de la Teshuvá (retorno) podemos ser perdonados. NO dice eso la Escritura. ¿Entonces qué sentido habría tenido hacer todos estos sacrificios de sangre en Yom Kippur? Pues sin derramamiento de sangre no se hace expiación, así está establecido. Es increíble lo que Dios hizo para que el pueblo vislumbrara y apuntara al sacrificio perfecto de Yeshua.

Otro milagro registrado también en el Talmud como parte del rito que se llevaba a cabo en Yom Kippur es que se presentaban estos dos chivos y se echaban suertes. Se llevaba una caja con dos tablitas con dos inscripciones. Una tenía el Nombre del Eterno -Tetragramatón- y el otro decía: para Azazel. Según la suerte que sacara el sacerdote era el destino que tendría cada uno de estos chivos. Se consideraba de buen augurio o de bendición que con la mano diestra el sacerdote sacara el nombre del Eterno y con la izquierda el de Azazel. Sucedió un milagro más que, durante los siguientes cuarenta años seguidos, posteriores a la muerte de Yeshua, cada Yom Kippur, sólo cayó en la mano izquierda el Nombre del Eterno. Lo cual, por estadística, es muy improbable que, por cuarenta años seguidos, hasta la destrucción del Templo, así cayera la suerte. Y esto está registrado en el Talmud como una evidencia para que todo el pueblo judío se diera cuenta que Dios les está mostrando algo. No es casualidad que por cuarenta años el cordón rojo se quedara rojo y no cambiara a blanco; así como la suerte de los chivos siempre cayera en la mano izquierda para el Eterno. Con esto, es para que los más escépticos comenzaran a considerar el mensaje detrás de todo esto. Hebreos 9:26 “De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.” (RVR60) Yeshua murió una sola vez y esa única vez fue en Pésaj y aquí el autor de los hebreos, nos dice que esto también es válido para quitar de en medio el pecado. Esa es la idea principal de Yom Kippur.

 

Segundo Nivel: Olam Haba

¿Qué es el Olam Habá? Es el mundo por venir. Es decir, la implicación del reino de Dios aquí en la tierra. En ese segundo nivel, pensando en el Olam Haba, Yom Kippur no se ha cumplido totalmente, ya que implica la redención final y total del pueblo de Israel, incluyendo el perdón de pecados en un solo día. El apóstol Pablo era un conocedor y entendía todo este tema de las fiestas y tenía muy presente el sacrificio de Yeshua. No solo en un plano de redención sino también en el plano del perdón de los pecados y lo que significaba Yom Kippur. Romanos 11:26-27 “y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.” (RVR60) Este es el propósito final de Yom Kippur y esto sucederá, pero no ha llegado a esa instancia. ¿Por qué entonces seguimos pecando? ¿Qué falta? Esta es la razón de que primero sea Pésaj en el compás del tiempo. El Eterno quiere que se añadan más personas a su pueblo. Que más personas conozcan Pésaj. Para que cuando venga el juicio el día de Yom Kippur, seamos declarados inocentes.

Yeshua pudo haber cumplido todo en la primera venida: Aquí está la redención y aquí está el juicio. ¡Se acabó! Pero muchos otros se hubiesen quedado fuera. Era necesario que ese pueblo, esa descendencia de Abraham, que esas tribus volvieran primero, salieran de la esclavitud de todas las naciones y sus exilios y regresaran a la tierra (como sucedió en el Éxodo, en el primer Pésaj), pero ahora el segundo Éxodo será mayor. Para que en el momento que venga ese juicio, seamos todos declarados inocentes. Pues por medio de Yeshua hemos sido inscritos en el libro de la vida. Si Yeshua hubiese muerto en Kippur, pudiéramos pensar que estos dos niveles ya se cumplieron y perdería el carácter profético y escatológico de la redención final de los últimos tiempos. Por eso fue necesario que Yeshua muriera en Pésaj para que entonces más personas se añadieran a este pueblo en esta redención.

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